La bandera de la marcha
?lvaro Mart¨ªn se reivindic¨® en competici¨®n con su oro mundial en 20 kil¨®metros, y de paso alz¨® la bandera de toda la marcha, que se siente zarandeada por World Athletics.


La primera medalla de oro de los Mundiales de Budapest la ha ganado un espa?ol. ?lvaro Mart¨ªn Uriol, de 29 a?os, se proclam¨® campe¨®n de 20 kil¨®metros marcha, una distancia en la que ya hab¨ªa sido doble oro europeo en Berl¨ªn 2018 y M¨²nich 2022. Le faltaba dominar el Mundo. Un atleta transparente, cr¨ªtico y comprometido, que siempre expone sus ideas como las siente. En esta ocasi¨®n celebr¨® su ¨¦xito con los ojos vidriosos. Su mejor protesta no ha venido acompa?ada de palabras, sino de hechos. Mart¨ªn se reivindic¨® en competici¨®n, y de paso alz¨® la bandera de toda la marcha espa?ola, incluso de la marcha mundial. El extreme?o se emocion¨® por los muchos sacrificios individuales que supone alcanzar el c¨¦nit, su traslado de Llerena a Madrid, de Madrid a Cieza, las concentraciones en la altura pirenaica en Font Romeu, las sesiones con el psic¨®logo Pablo del R¨ªo¡ Se emocion¨® tambi¨¦n por el colectivo, por sus compa?eros de Selecci¨®n, por su entrenador, Jos¨¦ Antonio Carrillo¡ Y se emocion¨®, sobre todo, porque su oro es un mensaje en favor de la salvaci¨®n de la marcha, que se siente herida de muerte, zarandeada por World Athletics, la Federaci¨®n Internacional de Atletismo, de la que es vicepresidente reci¨¦n nombrado Ra¨²l Chapado, el presidente de la Espa?ola, con quien ?lvaro ha tenido notables diferencias.
Los marchadores se sienten desprotegidos. En los ¨²ltimos tiempos han visto c¨®mo la vieja IAAF ha sustituido la prueba de 50 km por otra de 35 km sin presencia ol¨ªmpica, y c¨®mo ha inventado de la nada un relevo mixto para los Juegos de Par¨ªs 2024, del que ning¨²n competidor tiene noticias. La p¨¦sima realizaci¨®n televisiva de este s¨¢bado es otro s¨ªntoma de su agon¨ªa. El presente preocupa. El futuro aterra. Mart¨ªn, el m¨¢s reivindicativo, lanz¨® su propio grito. Cuatro de los ocho oros mundiales de Espa?a han sido en marcha. Un 50 por ciento. S¨®lo por respeto a la propia tradici¨®n, merece la pena luchar.