A la altura de los elegidos
Con 22 a?os, el humilde chaval de Almu?¨¦car calcul¨® como si llevara toda la vida ganando en las mejores plazas del Tour de Francia, pero es el de su debut.

La gran etapa del Joux Plane, tan esperada por algunos, puede que temida por otros, tuvo nombre y apellidos. No fueron Jonas Vingegaard ni Tadej Pogacar, las dos bestias indomables. Fue Carlos Rodr¨ªguez, a la altura de los elegidos. Con 22 a?os, el humilde chaval de Almu?¨¦car calcul¨® como si llevara toda la vida ganando en las mejores plazas del Tour de Francia, pero es el de su debut. Se qued¨® solo, rodeado de dos Jumbo y dos UAE, de jefes y escuderos, pero no se amedrent¨®. En la subida, se regul¨®, no decay¨® y encontr¨® su ritmo, el m¨¢s alto entre los mortales; en el descenso, se lanz¨® hacia una victoria que sigue iluminando el ciclismo patrio.
Cinco a?os despu¨¦s, ?vaya Tour! Lo podemos gritar bien alto. Ya van tres victorias y, ahora, subimos al podio. Antes de empezar, el an¨¢lisis era simple: el corredor que aguantara m¨¢s a rueda de los dos monstruos iba a ser el que m¨¢s opciones tendr¨ªa de situarse tras ellos en la general. No ten¨ªa mucho misterio, pero requer¨ªa clase, talento, sangre fr¨ªa y muchas piernas. En un d¨ªa en el que el Jumbo hizo lo que tiene que hacer, poner un ritmo que castigue al explosivo Pogacar, Carlos aguant¨® tras ellos. ?Y les super¨®! Hab¨ªa avisado, la dureza es su amiga, y cumpli¨®. Es t¨ªmido, pero voraz. Lo demostr¨® en La Vuelta, en la que ya hubiera luchado por el tercer puesto de no ser por la ca¨ªda, y lo demuestra ahora. En la Grande Boucle. Entre muchas estrellas, donde m¨¢s hay, fue la que m¨¢s brill¨®.