Un entrenador pierde toda la credibilidad en un vestuario cuando lo jugadores advierten su debilidad.

Un entrenador pierde toda la credibilidad en un vestuario cuando lo jugadores advierten su debilidad.
El Girona tiene 38 puntos, que le colocan por encima del Bar?a en Primera.
La Eurocopa empieza dura. N¨²mero ocho en el ranking FIFA.
El Bar?a volvi¨® a pinchar en Vallecas a la hora de comer, que duele menos tras comentar la temporada del Centollo de Galicia.
El esp¨ªritu de Marcelino y su m¨ªtico 4-4-2, sobrevol¨® el Metropolitano durante muchos minutos...
Ahora llegar¨¢ Marcelino, un t¨¦cnico que ya hizo pensar en Vila-real que pod¨ªa ser su Simeone particular.
¡°Si perdonas, lo pagas¡±. Lo que dijo Javi Guerra en DAZN al descanso lo pensaron todos los valencianistas cuando Vinicius hizo el 2-0.
La Isla se reencuentra, a lo grande, con el f¨²tbol de Primera Divisi¨®n.
Supe que no hab¨ªa nada que hacer, que aunque nos adelant¨¢semos en el marcador y di¨¦semos con 1-0 dos balones a los postes la suerte estaba echada...
Ante la imposibilidad de fechar dos encuentros por semana por la exigencia f¨ªsica, la ¨²nica soluci¨®n ser¨ªa reducir el n¨²mero de contendientes.
El fichaje de Oriol Romeu ya es discutido y el equipo necesita rearmarse r¨¢pido porque el Madrid de Bellingham anuncia batalla y regularidad.
Un cabezazo providencial del delantero le dio al Real Zaragoza una victoria bals¨¢mica en Andorra y le devuelve al liderato provisional.
El Bar?a no recuper¨® grandeza en Oporto. Al menos, puede felicitarse de tener a G¨¹ndogan, el gran aliado que, lesionados De Jong y Pedri, ha encontrado Xavi.
Al Madrid le bast¨® con estar bien puesto para dejar que el partido avanzase y agarrar los puntos.
Seguramente, junto a Vinicius, sea el ¨²nico futbolista de la plantilla con capacidad para eliminar rivales en conducci¨®n en el uno contra uno.
Mi mujer es del Celta y su familia celtarra. Cuando decidieron venir a casa a ver el partido decid¨ª que era mejor exiliarme en Mondariz.
El nuevo ¨ªdolo del madridismo ya conoce de primera mano como se las gasta el Bernab¨¦u.
Su fiel hinchada invadi¨® la capital espa?ola, dando prueba de la incre¨ªble masa social que mueve, y en lo deportivo no fue menos impresionante.
Esta Espa?a es una mezcla perfecta de veteranos y noveles. Tenemos derecho a so?ar con ella.
Esa codicia por derribar barreras es sana, pero debe controlarse para evitar que se convierta en una obsesi¨®n.
El equipo de Escrib¨¢, con un espl¨¦ndido Mouri?o y un Jair colosal, tiene el santo de cara y logra su quinta victoria consecutiva.
En un clima de abierto pesimismo, la Selecci¨®n masacr¨® a Georgia. Los jugadores se reinvindicaron.
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