El inicio de una gran pasi¨®n
Desde la llegada de las primeras motocicletas, Espa?a siempre ha mostrado un inter¨¦s por las dos ruedas que, incluso en la actualidad, no deja de crecer.


Parece ut¨®pico pensar que las carreras y el motociclismo han ido alguna vez en su historia por separado. Y lo cierto es que nunca ha sido as¨ª. Siempre han ido de la mano y han ido evolucionando una al lado de la otra, como gemelos que nunca han llegado a separar sus caminos. La una no se conoce sin la otra. Juntas desde finales del siglo XIX, con la creaci¨®n de las primeras motocicletas; hasta la actualidad, donde la aerodin¨¢mica y las mejoras tecnol¨®gicas siguen haci¨¦ndose paso en todas las categor¨ªas de la m¨¢xima competici¨®n. Y en todos estos a?os, Espa?a siempre ha sido una de las grandes interesadas en el mundo de las dos ruedas. Nada cuestionable viendo la cultura de motociclismo que se sigue viviendo cada a?o en las gradas de los distintos torneos y cuya fama ya traspasa barreras. Dif¨ªcilmente es viajar a Jerez o Valencia y no encontrarte a extranjeros que llegan para conocer la fiesta del motociclismo en sus carnes, en primera persona y maravillarse de la pasi¨®n por este deporte.
Y aunque ahora esa pasi¨®n resulta indiscutible, hace m¨¢s de cien a?os era todo un sue?o. La ausencia de una industria en Espa?a hizo que la llegada de las primeras motos al pa¨ªs fuera tarea complicada, aunque con el estreno de las primeras unidades, poco se tard¨® en disputar las primeras carreras. Bueno, si entonces se le pod¨ªan denominar as¨ª, ya que nada tienen que ver a lo que ahora asociamos a ese t¨¦rmino. Lo cierto que la primera competici¨®n documentada data del 3 de mayo de 1894: se celebr¨® en Figueras (Girona), donde J. Casanovas realiz¨® una prueba de velocidad en un vel¨®dromo para correr una distancia de seis kil¨®metros en 5¡ä 34¡ä'. Extraordinario pensar todo lo que se ha conseguido desde entonces. Pasaron m¨¢s de cinco a?os, hasta el 10 de diciembre de 1899, hasta encontrar la siguiente prueba de la que hay registro: esta vez se corri¨® en Barcelona, con varios participantes, en una prueba de cuatro kil¨®metros por las calles de la ciudad. ?Lo m¨¢s curioso? Motos, coches e incluso bicicletas se agrupaban bajo el mismo formato de competici¨®n, eso s¨ª, en carreras independientes. Por aquel entonces, y ante la falta de un organismo oficial, la Uni¨®n Velocip¨¦dica Espa?ola (UVE) se encargaba de la organizaci¨®n y desarrollo de las pruebas, que se fraguaban mayoritariamente entre tres puntos de la geograf¨ªa espa?ola: Barcelona, Madrid y Pa¨ªs Vasco.
Pese a que hubo dos intentos en 1903 para realizar la primera competici¨®n en Madrid que fueron cancelados antes de llegar al destino, no fue hasta el 21 de febrero de 1904 cuando el reto fue toda una realidad. La ruta se realiz¨® por la Cuestas de las Perdices y el Puerto de Galapagar, acabando la jornada con una comida en El Escorial, organizada (como la pruebas) por la revista Arte y Sport. Aquel d¨ªa Peugeot domin¨® la carrera la completo: F. Sawa se impuso en el primer recorrido, aunque V. Bar¨® se proclam¨® como ganador de la clasificaci¨®n general. Y, desde entonces, el furor por las dos ruedas ya nunca se ha podido parar en Espa?a. De hecho, tan solo pasaron unos meses, hasta abril, cuando Rafael Escoda, con una Minerva, ganaba la carrera del parque de Barcelona.
Creaci¨®n de los primeros clubes
La pasi¨®n lleg¨® a tal auge que el n¨²mero de competiciones sigui¨® creciendo a lo largo de todo el territorio espa?ol durante la primera d¨¦cada del s.XX. El caos que se formaba a la hora de organizar estas carreras propici¨® la creaci¨®n de los primeros clubes motociclistas en Espa?a. Todos movidos por la pasi¨®n, el entusiasmo y, en especial, por la afici¨®n que todos compart¨ªan por las dos ruedas. El Club Deportivo en Barcelona, el Moto Club Madrid y el Club Deportivo Bilbao fueron los grandes pioneros, aunque el paso de los a?os les llevar¨ªa a grandes conflictos ente todos, que no acabar¨ªan hasta 1923, con el nacimiento de la Real Federaci¨®n Espa?ola de Motociclismo (RFME). Lo que s¨ª hay que admitir es su creciente actividad bajo sus propias normas y, en 1909, el club catal¨¢n llev¨® a cabo la que se conoce como la primera competici¨®n de car¨¢cter nacional entre Sitges y Castelldefels de 196 kil¨®metros. Miguel Arteman fue el ganador.
El campeonato de Espa?a
Mientras Europa sufr¨ªa la devastaci¨®n de la Primera Guerra Mundial, Espa?a se manten¨ªa neutral en el conflicto internacional y las competiciones motociclistas se segu¨ªan multiplicando sin parar. De hecho, los pilotos espa?oles incluso buscan nuevos retos fuera de las fronteras. Fue ese inter¨¦s lo que llev¨® a los clubes a organizar la primera competici¨®n de ¨¢mbito nacional: en 1912 se celebr¨® en Madrid el primer Campeonato Motociclista de Espa?a, sin embargo, careci¨® de oficialidad y no pas¨® a la historia del deporte. No fue hasta 1915 cuando el Club Deportivo Bilbao organizan el primer Campeonato de Espa?a de Motociclismo con un recorrido de 335 kil¨®metros entre Vitoria y Bilbao, con dos categor¨ªa participantes, 350 y 500cc. Rodrigo Diaz con una NUT y Rodolfo Cardenal en Indian ganaron las pruebas, respectivamente.
La Real Federaci¨®n Motociclista Espa?ola celebra sus 100 a?os los d¨ªas 24 y 25 de junio con un evento para disfrutar del mundo de las dos ruedas: Madrid Motoshow.