Un Verstappen desconocido para Red Bull
Marko asume que el neerland¨¦s ¡°desat¨® el infierno¡± tras su choque con Russell, pero destaca sus disculpas: ¡°Viniendo de Max, un reconcimiento como ese no aparece f¨¢cilmente¡±.


Las posibilidades de Red Bull en Barcelona fueron cambiando a medida que se consum¨ªa el fin de semana. Los de Milton Keynes asumieron que luchar con McLaren no era tan factible como pod¨ªan esperar, pero al menos el podio s¨ª parec¨ªa un valor seguro. Hasta que definitivamente Max Verstappen cambi¨® por completo su porvenir, tras una pol¨¦mica acci¨®n con Russell en la parte final de la carrera, cuando peleaban por la cuarta posici¨®n. El neerland¨¦s parec¨ªa estar cumpliendo con las ¨®rdenes del muro, ralentiz¨® la marcha para supuestamente dejar pasar al piloto de Mercedes e inmediatamente acerl¨®, para impactar contra el brit¨¢nico en la curva cinco. Los problemas del pasado entre ambos, estaban m¨¢s presentes que nunca.
Verstappen acab¨® penalizado con diez segundos una vez cay¨® la bandera a cuadros. Pero su maniobra ni siquiera fue justificable para los energ¨¦ticos. Que en un primer momento, como reconoce Helmut Marko en ServusTV, no dudaron de las intenciones de su piloto: ¡°Max levant¨® el pie del acelerador, as¨ª que todos supusimos que estaba dejando pasar a Russell. Pero de repente volvi¨® a acelerar. No s¨¦ qu¨¦ tipo de error de juicio o razonamiento pudo cometer en ese momento. Y entonces, como se suele decir, se desat¨® el infierno¡±. Puede ser de las pocas ocasiones en las que el asesor de Red Bull es cr¨ªtico con el piloto de la casa; ese al que siempre han defendido contra viento y marea. Pero defienden que esa acci¨®n fue la consecuencia de un encontronazo previo.
Aprovechando la coyuntura, Marko quiso se?alar otra acci¨®n ¡°realmente decisiva¡± durante la carrera, que se sald¨® sin castigo hacia Charles Leclerc: ¡°En la recta, dir¨ªa que Leclerc golpe¨® el coche de Max. Iba a m¨¢s de 300 km/h, y Max grit¨® inmediatamente : ¡®?Qu¨¦ es esto?¡¯ Ese fue el primer incidente. Luego vino la situaci¨®n con Russell. Y hay que decir que Max conoce perfectamente las reglas, pues dijo directamente: ¡®Eh, perdi¨® el control, y por eso tuve que apartarme". Y a partir de ah¨ª, el austriaco trata de justificar el desenlace con Russell; a sabiendas que la actuaci¨®n de Verstappen no fue la adecuada.
Verstappen, en el abismo
Lo admiti¨® el propio piloto, en su versi¨®n m¨¢s desconocida para Red Bull. Verstappen enton¨® el mea culpa ¡°y viniendo de Max, un reconocimiento como ese no aparece f¨¢cilmente¡±, analizaba Marko. El austriaco insiste en que no hay que pasar por alto ¡°que ya ha habido tensiones en el pasado¡± entre Russell y el neerland¨¦s, pero acaba lamentando todos los puntos perdidos por ¡°las malas decisiones¡± de un tetracampe¨®n al que ¡°le pudo la emoci¨®n¡± y ahora est¨¢ al borde de una carrera de sanci¨®n.
?Preocupa en Milton Keynes el abismo en el que se encuentra MadMax con la superlicencia? ¡°No ocurrir¨¢¡±, dice un convencido Helmut, sobre la opci¨®n de suspender al neerland¨¦s; que est¨¢ a solo un punto (acumula 11 de 12) de recibir el castigo. Pero el asesor de los energ¨¦itcos espera que en Montreal (del 13 al 15 de junio) el RB21 ¡°vuelva a ser competitivo¡± y por lo tanto, que Max no deba meterse en l¨ªos. Verstappen ¡°conoce sus l¨ªmites¡±... cuando todo va bien.
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