
Stormrise
- PlataformaPC6.5PS36.53606.5
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorThe Creative Assembly
- Lanzamiento27/03/2009
Innovaci¨®n prematura
Stormrise es la nueva apuesta de The Creative Assembly para el g¨¦nero de la estregia en consola. Un sistema de control completamente nuevo, adaptado a las limitaciones del mando, que pese a ofertar buenas ideas, estas no terminan de cuajar y se queda lejos de lo que podr¨ªa haber llegado a ser.
Si hay un g¨¦nero que se resiente al dar el salto a las consolas ese es, posiblemente, el de la estrategia en tiempo real. Pese a que se han realizado varios intentos, la calidad de los t¨ªtulos del g¨¦nero siempre est¨¢ muy por debajo de lo que esos mismos juegos son capaces de lograr en su medio natural, el PC. Es por eso que muchas compa?¨ªas han empezado a idear nuevas f¨®rmulas y modos de adaptar los complejos sistemas de control a un mando, que por propio dise?o supone una mayor limitaci¨®n de acceso a men¨²s y a la hora de controlar a todas las unidades que se despliegan por el mapa. De este modo, en los ¨²ltimos meses hemos visto salir Civilization Revolution, un importante cambio de f¨®rmula con respecto al original de PC, o el m¨¢s reciente Halo Wars.

Stormrise va un paso m¨¢s all¨¢, a¨²n pese a que tambi¨¦n sale para PC, con un juego cargado de ideas novedosas con el fin de facilitar el sistema de control con un mando tradicional. No obstante, pese a contar con abundantes virtudes y grandes ideas, da la sensaci¨®n de que no se han conseguido plasmar con todo el acierto que cabr¨ªa esperar, y a buen seguro el juego se ha quedado lejos de las intenciones de The Creative Assembly. Su amplia experiencia en el g¨¦nero de la estrategia les ha permitido salir a la palestra con un interesante juego pensado especialmente para consolas, aunque todav¨ªa deber¨¢n seguir explotando sus habilidades para llegar a crear la obra de estrategia definitiva que todos los usuarios estamos esperando.
En un futuro lejano?
Argumentalmente, The Creative Assembly nos presenta por primera vez una ambientaci¨®n futurista. Un experimento para controlar el clima ha acabado en un sonoro fracaso, y en un mundo post-apocal¨ªptico, dos facciones se enfrentar¨¢n entre s¨ª. Por un lado est¨¢n los Echelon, los supervivientes humanos que se hab¨ªan sometido a un proceso de hibernaci¨®n con el fin de sobrevivir al holocausto clim¨¢tico del planeta, y que han despertado muchos a?os despu¨¦s para intentar devolverle al mundo su antigua vitalidad y prosperidad. Ser¨¢n ellos nuestros primeros compa?eros, con los que recorreremos el tutorial y aprenderemos los entresijos del sistema de control a trav¨¦s del modo Campa?a.

Pero el mundo ha cambiado mucho, y hay una nueva raza humanoide conocida como los Sai. Se trata de los humanos que han estado viviendo en la superficie del planeta durante todo este tiempo, y que se han adaptado a las nuevas condiciones climatol¨®gicas. Una raza tribal que ha evolucionado y ha desarrollado habilidades ps¨ªquicas, adem¨¢s de una serie de mutaciones. Los Sai luchar¨¢n por defender un territorio que consideran el suyo, dado que los Echelon hab¨ªan renunciado a ¨¦l al hibernar y desentenderse de todo lo que acontec¨ªa. A nivel argumental, las cosas no ir¨¢n mucho m¨¢s lejos, dej¨¢ndonos confusos en muchas ocasiones al no saber bien el por qu¨¦ estamos combatiendo, ni qu¨¦ hacemos llegando a determinados escenarios. A nivel narrativo podr¨ªa haber dado mucho m¨¢s, sobre todo con esa premisa a priori tan atractiva.
Original propuesta
Si hay algo que no se le puede reprochar a Stormrise es el modo en el que se esfuerza por sorprendernos con un novedosos sistema de control, muy original, que hasta cierto punto se antoja como una alternativa l¨®gica para explotar al m¨¢ximo el mando de control; pero tambi¨¦n da la sensaci¨®n de estar incompleto, como si le faltase algo para ofrecernos todo lo que necesitaremos en el campo de batalla. La principal caracter¨ªstica de este sistema de juego es que no veremos todo el terreno desde una posici¨®n elevada, controlando todos los avances de nuestras tropas y del enemigo y dando ¨®rdenes desde nuestro puesto de privilegio; aqu¨ª tendremos control directamente de cada tropa, poni¨¦ndonos a pie de suelo para ver el entorno desde su ¨¢ngulo de visi¨®n, y tomar las decisiones sabi¨¦ndonos en muchos casos faltos de visi¨®n.

Esto provoca que nos sintamos hasta cierto punto a medio camino entre un juego de estrategia y otro de acci¨®n en tercera persona, con los puntos negativos inherentes a esta mezcla tan extra?a. Por ejemplo, lo que en el radar nos parece un simple mapa, est¨¢ lleno de recovecos callejones y, como comentaremos, varios niveles, e igual intentamos avanzar en una direcci¨®n con un grupo de tropas y nos encontramos con un camino cerrado, debiendo dar la vuelta y buscar una v¨ªa por otra direcci¨®n. Esto nos supondr¨¢ perder segundos muy valiosos, mucho m¨¢s de lo que puede parecer en un primer momento, dado que el ritmo del juego es muy apurado, sin dar ni un instante de respiro, oblig¨¢ndonos a tomar todas nuestras decisiones de forma casi instintiva.
Es por eso mismo que deberemos acostumbrarnos lo antes posible a todos los entresijos jugables de Stormrise si queremos tener, cuanto menos, una posibilidad de victoria. Algo a lo que no ayuda la dificultad por defecto de la m¨¢quina en el modo Campa?a, que no nos dejar¨¢ experimentar ni acostumbrarnos tranquilamente a lo intricado del control. Adem¨¢s, el juego no es capaz de exponer abiertamente y de forma clara lo que deberemos hacer para profundizar en su jugabilidad, y hay muchas caracter¨ªsticas que las deberemos aprender a la fuerza, a base de ensayo y error, lo cual puede resultar frustrante dado que en muchas ocasiones se hace incomprensible lo que est¨¢ ocurriendo. El ejemplo m¨¢s caracter¨ªstico de esto nos lo encontramos en el sistema de combate.

El juego se rige por un tradicional sistema de piedra, papel y tijera, en el que unas unidades vencen a otras por defecto. El problema de esto es que, si bien esto es algo l¨®gico y habitual dentro del g¨¦nero, aqu¨ª se potencia hasta el extremo; si nuestras tropas no tienen nada que hacer contra un destacamento enemigo, ni siquiera se molestar¨¢n en disparar. Se quedar¨¢n unos frente a los otros, y lentamente ir¨¢n cayendo nuestros hombres, sin motivo aparente. As¨ª pues, deberemos ir poco a poco experimentando con distintas combinaciones de formaciones, hasta llegar a conocernos bien tanto nuestras tropas como las del rival, y saber c¨®mo atacar, d¨®nde y cu¨¢ndo. No servir¨¢ de nada crear muchas tropas de un tipo, ya que si el rival tiene un tipo al que no pueden vencer, ni siquiera se molestar¨¢n en luchar.
La base del juego ser¨¢ avanzar por el escenario acabando con las tropas enemigas mientras nos hacemos con el control de determinados puntos clave, que se convertir¨¢n en nuestras bases, desde las cuales podremos crear nuevas tropas. No obstante, la creaci¨®n es bastante lenta para el ritmo que nos impone el juego, oblig¨¢ndonos a no poder tener ni un instante de duda, y crear r¨¢pidamente el tipo de tropa que necesitamos. Para ello, ser¨¢ esencial conocernos los s¨ªmbolos con los que se identifica cada una, ya que en todo momento, incluso en el campo de batalla, estar¨¢n representadas por ese icono, y no tendremos tiempo para experimentar o andar cambiando por las tropas que poseemos hasta encontrar la que busc¨¢bamos.

Durante el juego en s¨ª, como hemos dicho, la acci¨®n est¨¢ centrada en la tropa particular que queramos mover, sin tener la posibilidad de verlo desde una vista superior (hay algunas tropas voladoras que s¨ª pueden ofrecer esa visi¨®n). El mapa tampoco ayuda demasiado en este aspecto, porque s¨®lo tenemos un peque?o radar, pudiendo acceder al mapa completo en el bot¨®n BACK/SELECT, lo cual se antoja algo inc¨®modo. En todo momento, en pantalla, estar¨¢n presentes los iconos de nuestras tropas, as¨ª como los puntos a los que deberemos llegar y donde hay enemigos. Para movernos por nuestras tropas, deberemos usar el stick anal¨®gico derecho; controla una l¨ªnea que podremos mover 360? a nuestro alrededor, y se pondr¨¢n en relieve los iconos que estamos se?alando. Si soltamos el stick mientras esto ocurre, cambiaremos a la tropa en cuesti¨®n. Una din¨¢mica que requiere mucha pr¨¢ctica y dominio del mundo del juego.
Las unidades ser¨¢n las habituales de este tipo de juegos: tendremos las de infanter¨ªa, los francotiradores, distintos tipos de veh¨ªculos, los mechs (que corresponden a nuestros H¨¦roes y protagonistas, que al morir en el modo Campa?a supondr¨¢n el fin de la partida), unidades voladoras, etc¨¦tera. Todas ellas cuentan con sus ataques l¨®gicos, adem¨¢s de algunos ataques especiales; eso s¨ª, no distar¨¢n demasiado las tropas entre las dos facciones, resultando en conjunto bastante similares entre s¨ª. Adem¨¢s, el ¨¢rbol tecnol¨®gico es bastante parco en avances para las unidades, vi¨¦ndose limitado por el propio desarrollo del juego. En ese aspecto, se antoja un t¨ªtulo poco profundo, que no explota el potencial que deber¨ªa tener una ambientaci¨®n semejante.
Otro de los puntos a favor del juego es el hecho de que, al combinar la estrategia con la acci¨®n en tercera persona, se permite el lujo de desarrollar las batallas en distintos niveles; un desarrollo vertical que le hace mucho bien al juego y que a?ade una nueva dimensi¨®n al g¨¦nero. Si bien la jugabilidad del t¨ªtulo tiene bastantes defectos de cara a lograr las cotas de calidad id¨®neas, hay que reconocer que con mucha pr¨¢ctica y experiencia es posible llegar a acostumbrarse a su complejo sistema de juego. Ser¨¢ entonces cuando Stormrise d¨¦ lo mejor de s¨ª mismo, deparando intensos combates a trav¨¦s de sus diversos modos de juego, especialmente los online.

La Campa?a se hace algo corta, con unas 10 horas de duraci¨®n si nos lo tomamos con calma (y teniendo en cuenta el muy necesario tiempo de adaptaci¨®n al juego). Luego, tendremos las cl¨¢sicas Escaramuzas y los enfrentamientos multijugador a trav¨¦s de Internet. Los mapas de estos dos ¨²ltimos modos ser¨¢n los mismos, de distintos tama?os y para un m¨¢ximo de 8 jugadores, aunque ser¨¢ posible participar s¨®lo dos contendientes en la reyerta. Ser¨¢ en estos casos donde Stormrise muestre su faceta m¨¢s estrat¨¦gica, ya que la disposici¨®n vertical de los escenarios dar¨¢ mucho juego cuando nos enfrentemos a otros usuarios, que no contar¨¢n con la potente IA de la m¨¢quina. Estos combates se ganan acabando con el rival, o haci¨¦ndose con el control de todos los nodos de control dispersos por el escenario.

Apartado t¨¦cnico
Teniendo en cuenta que se trata de un juego de estrategia real, lo cierto es que ofrece un acabado visual bastante s¨®lido, con grandes entornos y una ambientaci¨®n muy lograda. Todo est¨¢ ba?ado por colores oscuros, que transmiten las consecuencias del Apocalipsis del que fue v¨ªctima el mundo. Los dise?os de los personajes no est¨¢, sin embargo, al mismo nivel; adolecen de una importante falta de inspiraci¨®n, sobre todo cuando los vemos desde una posici¨®n cercana (lo cual ser¨¢ bastante habitual), ya que nos encontraremos con texturas de baja resoluci¨®n. Adem¨¢s, sus animaciones dejan bastante que desear en t¨¦rminos generales. Eso s¨ª, puestos a comparar, los Echelon pierden la partida claramente contra los Sai, mucho m¨¢s interesantes e inspirados.

En general, este apartado cumple con su cometido con bastante soltura, a¨²n cuando podr¨ªa haber dado algo m¨¢s de s¨ª; sobre todo en las escenas cinem¨¢ticas, que en ocasiones se antojan emborronadas. Tambi¨¦n alcanza un gran nivel el apartado sonoro, con una banda sonora ¨¦pica llena de grandes temas que transmiten con mucho acierto el conflicto b¨¦lico que se est¨¢ representando en pantalla. El juego cuenta con un muy interesante doblaje a nuestro idioma, que facilita la transmisi¨®n de las ¨®rdenes de nuestros superiores. Eso s¨ª, la relativa escasez de tropas supondr¨¢ que en el campo de batalla oigamos muchas veces las mismas frases (m¨¢s de lo habitual en el g¨¦nero), algo que se antoja repetitivo. Los efectos de sonido, muy cre¨ªbles y logrados.

A nivel jugable, ya hemos expuesto bastante a lo largo de los ¨²ltimos p¨¢rrafos lo que oferta este Stormrise. Un juego de estrategia en tiempo real bastante exigente, tanto a nivel de control como en t¨¦rminos de dificultad (la IA de la m¨¢quina es implacable en este aspecto), que requiere mucha pr¨¢ctica por parte del usuario para poder llegar a explotar todo su potencial. Aunque el mando responde a la perfecci¨®n a nuestras indicaciones, las limitaciones de su sistema provocan que la frustraci¨®n de no conseguir hacer lo que queremos llegue por otro lado. No se le puede reprochar nada al sistema de control, pero s¨ª a un sistema de juego que pretende ir m¨¢s all¨¢ de donde puede permitirse.






Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.