Better luck next time...

Los seguidores de esta serie echaban de menos la mecánica original del Starfox que apareció en SNES a principios de los 90. Tras el cambio de género que la franquicia experimentó en Dinosaur Planet -por necesidades de la propia Nintendo- Namco ha intentado devolver a Starfox a sus raíces, las de un shooter espacial con incursiones planetarias, utilizando una secuela directa del Lylat Wars de N64. La carta de presentación no podía ser mejor, ya que las colaboraciones Namco-Nintendo han cuajado excepcionalmente -la placa Tri-Force sin ir más lejos- pero Assault va a ser una excepción.

Nos encontramos con un título que si bien sigue el planteamiento de Lylat Wars con niveles en los que pilotamos aeronaves y vehículos de tierra, Namco ha pretendido ampliar la experiencia jugable insertando un nuevo titpo de fase, los de a pie. Y es que igual que en Rebel Strike, en Star Fox Assault hay una gran cantidad de incursiones donde controlamos a McCloud directamente sobre el campo de batalla. Esto no tendría por que ser negativo, pero visto el resultado que comentaremos más adelante, supone un importante y pesado lastre para todo el juego, tanto que lo descompensa.

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Los modelados son correctos, sobre todo los de las naves de mayor tama?o -enemigos finales-, bastante consistentes. En el catálogo de efectos visuales no se ha innovado demasiado con respecto a lo que pudimos ver el Lylat Wars, ya que podemos decir que todas las explosiones, lásers y demás efectos de luces han sido actualizados más que ampliados en número. El contar con unos enemigos como los Aparoides ha propiciado que los dise?os discurran por un estilo parástio-alien bastante acertado. En el otro lado encontramos la misma línea Star Fox de siempre, tanto que naves como el Great Fox, el Landmaster e incluso el Arwing no han sufrido cambios.

Las texturas no son las mejores que hemos visto esta temporada en un juego de GameCube, cosa que podremos apreciar en los niveles del Landmaster o a pie al acercarnos a las paredes de cualquier construcción del escenario o de las mismas naves. En los niveles espaciales la carga de enemigos en pantalla es importante, pero el frame rate sigue estable y fluído, cosa que no pasa en los otros dos tercios del juego.

La ambientación sigue muy de cerca la que hemos tenido ocasión de ver en Lylat Wars y en Dinosaur Planet, ya que además de recorrer los planetas de nuestro sistema espacial como Fortuna, Corneria, Katina o el cinturón de asteroides, haremos incursiones también en Sauria, donde transcurre la acción del anterior título. La recta final de Assault toma una apariencia muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, tornándose más "Alien" al infiltrarnos en la base Aparoide.

El control del Arwing se puede personalizar de 3 modos distintos, de los que hablaremos más adelante, pero lo cierto es que el control básico mantiene todo el feeling de Lylat Wars. La nave puede realizar todos los movimientos clásicos: frenar, acelerar, girarse 90 grados, el conocido barrel roll que sirve para desviar los lásers anemigos o los giros para cambiar el sentido, aunque se echa de menos algún a?adido. Respecto el armamento, se mantiene también el sistema de lásers mejorable 3 niveles mediante power ups y con opción a "lock on" o disparos teledirigidos, más las bombas que podremos ir recolectando.

Estos niveles están estructurados bajo el enfoque de shooter 'on the rails como es tradicional, es decir, la cámara nos guía por un recorrido prefijado y controlamos únicamente el desplazamiento de la nave dentro de ese trayecto. También existen misiones en las que estaremos en un recinto cerrado, destruyendo algún objetivo o protegiendo nuestra flota de las arremetidas enemigas.

Por sus características, el Landmaster tiene el control más engorroso de Assault. Es lento, cuesta encararlo correctamente al enemigo de una forma rápida y la puntería aérea hace aguas, además de que su física es ficticia a más no poder. Como comentaremos después, tener que compartir situación con momentos de a pie, no le ha ayudado mucho.

El control es rápido, aunque incómodo a la hora de disparar, ya al igual que sucede en el Landmaster, para ajustar la puntería verticalmente es necesario pulsar el gatillo derecho. Por lo demás, no difiere mucho de lo que se pudo ver en Rebel Strike, e incluso cae en el mismo fallo, estas fases aburren.

Se ha incluído una buena variedad de armas, como el blaster -una modificación menos potente del láser del Arwing-, ametralladoras, rifles de francotirador, granadas de mano y lanzacohetes que se pueden ir recolectando por el escenario. Al ir desprovisto de toda protección, la energía de Fox bajará bastante rápido al recibir fuego enemigo, para ello se han a?adido botiquines e incluso un ítem que al activarlo con el botón B, hace las veces que campo de fuerza, evitando los disparos por un tiempo limitado.

Otra variante de estos niveles se da cuando Fox se sube a una de las alas de un Arwing amigo y desde él dispara a las naves rivales con un potente ca?ón de plasma. Esta parte no transmite buenas sensaciones porque a los pocos minutos resulta repetitivo ver como Falco o Star Wolf dan vueltas sobre la misma zona sin disparar un sólo láser mientras que nosotros tenemos que eliminar a todos los enemigos que encontremos, en tierra o aire.

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El tercero, bautizado como "R button Run" es casi surrealista, ya que deja la cámara y el desplazamiento del personaje situados en el mismo stick izquierdo. Para alternar de uno a otro, se pulsa o no el botón R. Bastante complicado, aunque como dice en la leyenda el juego, es para expertos.

Los juegos de la serie Star Fox -los shooters- siempre han incluído una opción que permitía al jugador seguir varios itinerarios a lo largo de su viaje hasta llegar a la confrontación final. Hablamos de una falsa no-linealidad, ya que únicamente quedaba reducida a 2 opciones al completar un nivel y la diferencia estaba en su dificultad. Aún así ese peque?o detalle dotaba de cierta libertad de movimientos a la hora de elegir la fase siguiente. En Assault el mapa espacial y el itinerario a elegir se han suprimido y no habrá más opción que las fijadas por la ruta de los 10 niveles de los que consta el juego.

Existen una gran cantidad de extras a desbloquear en el título. Nuevos escenarios para el multijugador, nuevos personajes, modos de juego y una amplia lista de ítems. En ella se incluye el Booster Pack, con el que nuestro personaje podrá propulsarse y varios tipos de misiles para el lanzacohetes, bombas y ametralladoras. Para hacernos con ellos tendremos que aplicarnos en las misiones y recolectar determinadas medallas durante las partidas.

El juego tiene 3 niveles de dificultad, oro, plata y bronce y en cada uno se nos ofrecerá la oportunidad de recoger determinados ítems que aparecerán a media misión. Siempre aparecen en el mismo sitio, asi que si fallamos al hacernos con ellos, podemos volver a intentarlo repitiendo la misión, ya que el juego da opción a repetir el nivel una vez completado. Hay otro tipo de medallas que se obtienen al ayudar a un compa?ero en apuros, llamadas Friendship Medals, que sólo se obtienen de esta forma.

Según las noticias, Namco ha incluído 3 de sus matamarcianos clásicos de los 80 a modo de extra desbloqueable tras superar un cierto número de misiones. Se trata de Xevious, Star Luster y Battle City, en el que manejaremos un tanque. Inexplicablemente Namco sólo ha respetado estos extras en la versión japonesa, la americana y PAL únicamente cuentan con Xevious que se consigue consiguiendo todas las medallas de plata en el modo historia.

Starfox Assault es bastante corto. Contiene 10 misiones que perfectamente pueden completarse en menos de 5 horas -menos si el jugador tiene la base de entregas anteriores-. Para alargar la vida se han a?adido otros modos de juego que deberán de desbloquearse. El multijugador, el modo Survival que nos reta a completar las misiones sin continuar, el modo misión, que permite repetir cualquiera de las pantallas a demanda, y sorpresas como el clásico de Namco Xevious o el Demon Snipers para el multiplayer

El problema es que estos niveles a pie se vuelven bastante monótonos, que junto a los del Landmaster -muy pesados- terminan por aburrir, todo lo contrario que las misiones del Arwing. En definitiva, y bajo la nuestra opinión, un título que dejará a los fans de Starfox satisfechos a medias por la descompensación que existe entre sus 3 tipos de niveles, lo cual deja una tremenda sensación agridulce.

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