Cine
El sorprendente truco de las productoras de cine: as¨ª se aprovechan de los tr¨¢ilers falsos generados por IA de YouTube
Una tendencia muy preocupante de YouTube pone de manifiesto el gran vac¨ªo ¨¦tico y legal de los tr¨¢ilers falsos. Las grandes productoras de cine, en lugar de prohibirlos, optan por no quedarse sin su parte del pastel.

En los ¨²ltimos a?os, los tr¨¢ilers falsos creados con inteligencia artificial han inundado YouTube. Estos v¨ªdeos, creados a t¨ªtulo particular por ciertos usuarios, combinan im¨¢genes oficiales de largometrajes con contenido generado por IA, dando lugar a todo tipo de tr¨¢ilers que a menudo los espectadores confunden como material real de pel¨ªculas o series que simplemente no existen. Mientras que algunos creadores de contenido han convertido este modelo en una actividad muy rentable, los estudios de cine, en lugar de prohibirlos, han optado por aprovecharse de ellos, reclamando parte de los ingresos generados. Se trata de un fen¨®meno muy complejo que ha planteado serias dudas sobre la ¨¦tica de la explotaci¨®n de contenido ajeno, los derechos de propiedad intelectual, c¨®mo estos v¨ªdeos falsos afectan al prestigio de las obras originales, y el consentimiento ¡ªo la falta del mismo¡ª de los int¨¦rpretes involucrados sin su conocimiento.
Las grandes productoras de Hollywood permiten que existan los tr¨¢ilers falsos generados con IA porque tambi¨¦n se lucran con ellos
Los tr¨¢ilers falsos generados por inteligencia artificial se han convertido en un fen¨®meno masivo en YouTube, y una de sus actividades m¨¢s lucrativas. Estos v¨ªdeos, creados por usuarios que combinan im¨¢genes oficiales con contenido generado por IA, utilizan como reclamo la promesa de una nueva serie o pel¨ªcula protagonizada por int¨¦rpretes famosos a nivel mundial, como Brad Pitt, Leonardo DiCaprio o Henry Cavill. Pero hay un problema: se trata de contenido fraudulento que puede combinar fragmentos reales de obras en las que estos actores y actrices s¨ª han participado con otro contenido elaborado mediante IA, dando lugar a un clip de v¨ªdeo falso. Los usuarios de internet menos versados en el uso de las inteligencias artificiales pueden creer que se trata de adelantos genuinos de proyectos que, sencillamente, no existen.
Tal y como revela Deadline, estos v¨ªdeos suelen generar cientos de millones de visitas y est¨¢n monetizados, lo que significa que, para muchos de estos ¡°creadores de contenido¡±, se ha convertido en una actividad remunerada y un estilo de vida. No obstante, lo que resulta a¨²n m¨¢s sorprendente es que, en lugar de frenar en seco esta pr¨¢ctica dado el da?o potencial a la reputaci¨®n de sus actores y obras, las grandes productoras de Hollywood est¨¢n permitiendo su proliferaci¨®n e incluso se benefician de ello, reclamando parte de los ingresos generados por estos tr¨¢ilers falsos. Estas productoras contactan con YouTube para reclamar directamente un porcentaje de los beneficios, creando acuerdos que permiten que los v¨ªdeos no tengan publicidad propiamente dicha, a cambio de una comisi¨®n, resultando en algo mutuamente beneficioso para estudio y creador del tr¨¢iler.
Este fen¨®meno plantea una serie de implicaciones ¨¦ticas y morales, especialmente en lo concerniente a la explotaci¨®n del contenido ajeno sin permiso expl¨ªcito por parte de quienes poseen sus derechos de reproducci¨®n o emisi¨®n. Las productoras, al no prohibir estos tr¨¢ilers, est¨¢n de alguna manera avalando el uso no autorizado de material protegido por derechos de autor. Por otra parte, los v¨ªdeos generados con IA no solo utilizan im¨¢genes y secuencias de pel¨ªculas ya existentes, sino que tambi¨¦n emplean las figuras de actores y personajes sin contar con el consentimiento de los int¨¦rpretes. Esto extiende el debate tambi¨¦n hacia los derechos de imagen de los artistas, quienes ven c¨®mo sus im¨¢genes y voces son utilizadas sin ning¨²n tipo de remuneraci¨®n ni permiso expl¨ªcito.

El consentimiento t¨¢cito de las productoras al permitir la existencia de estos tr¨¢ilers sin actuar en su contra refuerza una peligrosa tendencia en la que los estudios priorizan el lucro inmediato sobre el respeto hacia los derechos de los involucrados. Es algo a¨²n m¨¢s incomprensible teniendo en cuenta que el porcentaje de los beneficios obtenidos por estos v¨ªdeos es ¨ªnfimo en comparaci¨®n con las recaudaciones de taquilla de sus grandes superproducciones. Por esto, hay voces cr¨ªticas que consideran que beneficiarse de la viralidad de estos contenidos que se distribuyen sin restricciones y alcanzan una gran audiencia podr¨ªa ser un beneficio a corto plazo, pero, a la larga, podr¨ªa generar conflictos con estrellas de renombre que no vean con buenos ojos estas pr¨¢cticas, quebrantando su confianza y redundando en que se nieguen a participar en determinados proyectos y opten por fichar por estudios de cine rivales.
En conclusi¨®n, esta situaci¨®n deja en evidencia un vac¨ªo legal y ¨¦tico que requiere atenci¨®n. El fen¨®meno de los tr¨¢ilers falsos generados con IA demuestra que puede haber una peculiar sinergia entre los estudios y quienes crean esta clase de v¨ªdeos, aunque el beneficio de las productoras a largo plazo es discutible. Aunque se lucran gracias a esta pr¨¢ctica, no se puede pasar por alto el da?o potencial a los derechos de los actores y la desvirtuaci¨®n del mensaje original de las pel¨ªculas. Por esto, sindicatos como SAG-AFTRA creen oportuno que la industria cinematogr¨¢fica considere la necesidad de establecer normativas claras para proteger tanto a los artistas como a los creadores de contenido, garantizando un equilibrio sano entre las creaciones originales y el respeto por los derechos de los involucrados.