Ni borrar los chats ni cambiar de m¨®vil sirvi¨®: as¨ª imputaron al fiscal general de Espa?a por revelaci¨®n de secretos v¨ªa WhatsApp

Aunque WhatsApp presume de tener un cifrado de extremo a extremo para proteger la privacidad de los mensajes enviados y recibidos, el caso del fiscal general de Espa?a, ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, demuestra que borrar los chats o incluso cambiar de tel¨¦fono no basta para eliminar pruebas cuando se investigan delitos como la revelaci¨®n de secretos en el marco de una causa judicial abierta. Garc¨ªa Ortiz fue imputado por, presuntamente, filtrar a la prensa correos electr¨®nicos relacionados con Alberto Gonz¨¢lez Amador, pareja de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso. Al saberse investigado por su posible implicaci¨®n, el fiscal elimin¨® su historial de mensajes y su cuenta de Google, lo que solo levant¨® m¨¢s sospechas contra ¨¦l. Aunque durante el desarrollo del juicio contra Garc¨ªa Ortiz no se ha podido probar su implicaci¨®n directa, el litigio sirve como caso de estudio sobre c¨®mo es posible reconstruir una conversaci¨®n eliminada de WhatsApp mediante otras v¨ªas, como el tel¨¦fono que los recibi¨®, las copias de seguridad en la nube, o los metadatos.

C¨®mo un intento de borrar pruebas en WhatsApp acab¨® en imputaci¨®n: el caso de ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, fiscal general del Estado

En octubre de 2024, el Tribunal Supremo imput¨® al fiscal general del Estado, ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, por un presunto delito de revelaci¨®n de secretos. La causa se abri¨® tras la difusi¨®n a los medios de comunicaci¨®n de correos electr¨®nicos enviados por la defensa de Alberto Gonz¨¢lez Amador ¡ªpareja de Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid¡ª a la Fiscal¨ªa, en los que se propon¨ªa un acuerdo de conformidad por dos delitos fiscales para evitar penas que conllevaran un ingreso en prisi¨®n. Dichos correos, que formaban parte de una investigaci¨®n judicial en curso, no deb¨ªan haber salido del ¨¢mbito procesal. La filtraci¨®n desat¨® una tormenta pol¨ªtica y medi¨¢tica que llev¨® al Supremo a investigar el origen de la informaci¨®n difundida.

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El mismo d¨ªa en el que fue imputado, Garc¨ªa Ortiz elimin¨® su cuenta personal de Google, borr¨® su historial de mensajes de WhatsApp y cambi¨® de tel¨¦fono m¨®vil. Estas acciones, lejos de disipar cualquier sombra de sospecha sobre el fiscal general, lo hizo parecer culpable a ojos de ?ngel Luis Hurtado, el juez instructor del caso. Aunque hasta la fecha no se ha presentado una prueba concluyente de que el fiscal fuera quien filtr¨® los correos, el juez Hurtado considera que existen ¡°elementos indiciarios suficientes¡± para atribuirle la filtraci¨®n. A trav¨¦s de una solicitud de cooperaci¨®n internacional, el juzgado logr¨® que Google y Meta (la empresa matriz de WhatsApp) entregaran archivos comprimidos relacionados con el historial de mensajes eliminados. No obstante, seg¨²n fuentes judiciales, los datos no aportan la claridad esperada y todav¨ªa est¨¢ por determinar si habr¨¢ nuevas diligencias o se archivar¨¢ el procedimiento.

Aunque el proceso judicial est¨¢ bajo secreto de sumario, se puede inferir c¨®mo las autoridades podr¨ªan haber reconstruido parte de las comunicaciones eliminadas. WhatsApp cifra los mensajes de extremo a extremo, s¨ª, pero conserva metadatos como qui¨¦n contact¨® con qui¨¦n, cu¨¢ndo y durante cu¨¢nto tiempo. Es decir, aunque no se pueda acceder al qu¨¦, el c¨®mo, el cu¨¢ndo y el con qui¨¦n puede ser incriminatorio. Adem¨¢s, si la persona receptora del mensaje no ha borrado la conversaci¨®n ¡ªcomo sucedi¨® con la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodr¨ªguez, con quien Garc¨ªa Ortiz intercambi¨® mensaje¡ª, es posible acceder a la cadena de mensajes desde ese dispositivo. Tambi¨¦n cabe la posibilidad de que existieran copias de seguridad en la nube no cifradas, aunque en este caso esta v¨ªa de recuperaci¨®n no es factible porque Garc¨ªa Ortiz elimin¨® su cuenta de Google adem¨¢s de los mensajes en s¨ª.

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La conclusi¨®n a la que llegamos es que este caso es muy ilustrativo con respecto a c¨®mo se pueden reconstruir conversaciones de WhatsApp incluso aunque creamos que el mero borrado de los chats es una eliminaci¨®n total de pruebas en caso de vernos involucrados en un asunto comprometido. Aunque el sentido com¨²n nos dicte que un borrado de mensajes puede ser una ¡°salida razonable¡±, dentro de un proceso judicial serio y con garant¨ªas, esta eliminaci¨®n puede minar nuestra credibilidad. En el contexto de una causa judicial abierta, un borrado de mensajes se puede interpretar como una forma de ocultaci¨®n o eliminaci¨®n de pruebas, aunque la intenci¨®n original no fuese ninguna de las dos. En ¨²ltima instancia, la mejor defensa sigue siendo el sentido com¨²n¡­ o directamente no cometer delitos que nos empujen a tener que borrar mensajes.