An¨¢lisis de Tempest Rising, el mejor heredero de la estrategia en tiempo real de los 90

Hay t¨ªtulos que no pretenden inventar la rueda ni mucho menos, y pese a ello son capaces de ofrecer experiencias de lo m¨¢s recomendables, y este soberbio Tempest Rising es una buena muestra de ello. Es m¨¢s, este magistral juego de estrategia en tiempo real de Slipgate Ironworks en ning¨²n momento se averg¨¹enza de ser un sentido homenaje al t¨ªtulo que catapult¨® a los RTS al estrellato, el cl¨¢sico de 1995 Command & Conquer. Al igual que aconteci¨® con id Software, no fue esta la primera incursi¨®n de Westwood Studios, sus desarrolladores, en el g¨¦nero, habiendo sentado varias de las bases del mismo con Dune II de 1992. Sin embargo, fue Command and Conquer el juego que populariz¨® los juegos de estrategia en tiempo real y que provoc¨® que el g¨¦nero viviera una aut¨¦ntica era dorada a mediados y finales de los 90.

Dicho g¨¦nero lleva unos a?os un tanto de capa ca¨ªda, aunque parece que la cosa remonta con joyas como Age of Mythology: Retold o el fenomenal t¨ªtulo que hoy nos ocupa. Un revival en toda regla de lo mejor del RTS noventero, y de hecho como ya hemos comentado el juego evoca de manera constante las sensaciones vividas con el cl¨¢sico de Westwood. Jugar a Tempest Rising es como hacerlo a una versi¨®n actualizada y vitaminada de dicho juego, con todo lo bueno que esto supone. Desde ya afirmamos que Tempest Rising nos ha enamorado por completo, y se convierte por derecho propio en un aut¨¦ntico imprescindible moderno del g¨¦nero. Siguiendo las directrices de los juegos seminales del g¨¦nero en los 90, habr¨¢ que gestionar unidades b¨¦licas, recolectar recursos y construir edificaciones para conquistar nuestros rivales, todo ello por supuesto en tiempo real sin pausa o turnos que valgan.

Como viene siendo habitual, podemos disfrutar del juego en su pertinente modo campa?a, escaramuzas o online. El primero es el modo ideal para introducirse en el juego, ya que a su vez sirve de estupendo tutorial. Tenemos dos campa?as independientes de 11 misiones para cada una de las dos facciones presentes en el juego actualmente. Los habituales del g¨¦nero ya saben qu¨¦ se van a encontrar aqu¨ª. Misiones muy variadas, en entornos cambiantes y que ofrecen momentos muy espectaculares y de mucha tensi¨®n. Habr¨¢ momentos de resistir el azote de las huestes enemigas, misiones de escolta, infiltraci¨®n y sabotaje, en dos campa?as muy entretenidas, variadas y satisfactorias.

Si en el juego de Westwood asist¨ªamos a la batalla entre la GDI y los NOD, Tempest Rising enfrenta a las facciones de la GDF y la Tempest Dinasty, muy diferenciadas ambas en lo jugable para ofrecer experiencias que difieren radicalmente seg¨²n escojamos a una u otra. Tanto en unidades, como en edificaciones como en gesti¨®n dichas facciones son muy diferentes. La trama es un tanto t¨ªpica y predecible, situandose en un mundo alternativo donde la Crisis de los misiles de Cuba se sali¨® de madre provocando un holocausto nuclear. Ambas campa?as ofrecen un alto componente cinem¨¢tico, con secuencias entre misiones que evocan las escenas de los juegos de Westwood, usando eso s¨ª gr¨¢ficos cgi en lugar del full motion video de aquel. Las facciones en liza se enfrentan por el control del Tiber..., perd¨®n, el Tempest, una forma de energ¨ªa alien¨ªgena que ofrece multitud de posibilidades.

Slipgate Ironworks apuestan por un ritmo visceral en el juego, de manera que siempre habr¨¢ que estar muy pendiente de todo, siendo muy importante adem¨¢s la microgesti¨®n de nuestras unidades tanto en las peque?as escaramuzas como en batallas de mayor calado. La jugabilidad es totalmente cl¨¢sica, cualquier seguidor del g¨¦nero que disfrutara de los cl¨¢sicos de los 90 se va a encontrar con dichas sensaciones tal cual, de manera muy satisfactoria, y con muchas opciones y profundidad para desarrollar nuestras campa?as b¨¦licas. Superar ambas campa?as nos llevar¨¢ en torno a 15-20 horas, seg¨²n el nivel de dificultad y lo completistas que seamos a la hora de cumplir los numerosos objetivos secundarios presentes en cada misi¨®n. Las partidas en el modo escaramuza tambi¨¦n resultan de lo m¨¢s divertido, y en ¨²ltima instancia las batallas online nos tendr¨¢n entretenidos infinidad de horas.

Para redondear su propuesta, la desarrolladora danesa ha puesto toda la carne en el asador en el apartado t¨¦cnico, ofreciendo un despliegue visual de altura, con unidades muy detalladas, escenarios bellamente recreados y multitud de efectos que en conjunto nos muestran unas refriegas realmente espectaculares. Todo un placer para la vista. Para acompa?ar, y como no pod¨ªa ser de otra forma, tenemos una potente banda sonora muy ca?era, que nuevamente evoca a la del Command a Conquer del que tanto hereda para bien este excelente juego de estrategia. Tanto para seguidores veteranos del g¨¦nero como para jugadores noveles que pretendan dar sus primeros pasos en el mismo, pocas opciones mejores se nos ocurren a d¨ªa de hoy que Tempest Rising.

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