An¨¢lisis de Post Trauma, el primo de Resident Evil y Silent Hill que solo cuesta 15 euros

No solemos centrarnos demasiado en el precio de los videojuegos a la hora de realizar un an¨¢lisis, ya que casi nunca ¡ªpor no decir nunca¡ª es algo que determina su calidad, virtudes y defectos. Sin embargo, siempre resulta sorprendente que un nuevo lanzamiento llegue al precio de 14,99 euros (incluso en Steam sali¨® a algo m¨¢s de 13 eueors). Se trata de Post Trauma, un survival horror que apuesta por la f¨®rmula tradicional al m¨¢s puro estilo Resident Evil y Silent Hill, desarrollado en Espa?a y con un apartado gr¨¢fico impresionante comparado con lo que normalmente vemos en proyectos peque?os.

No queremos entrar en demasiados spoilers y como se trata de un t¨ªtulo no demasiado largo, vamos a repasar brevemente la premisa de su historia y lo que puedes esperar de ¨¦l. Lo primero es lo primero: manejamos a un revisor de trenes llamado Roman e interpretado por el actor japon¨¦s Togo Igawa (¡¯El ¨²ltimo samur¨¢i¡¯). Despertamos en lo que parece un tren abandonado y enseguida notamos que algo no va bien, pues todo est¨¢ desierto, hay extra?as pintadas en las paredes del vag¨®n y alguien ¡ªo algo¡ª ha clocado maniqu¨ªs en su interior. Raro, raro.

Como decimos, Post Trauma es un survival horror de corte cl¨¢sico en el que predominan la exploraci¨®n, los puzles, la supervivencia y los combates. Por supuesto, hay mucho backtracking (volver a lugares ya visitados despu¨¦s de conseguir una llave u objeto). Vamos, que no arriesga demasiado ni trata de inventar nada, aunque sorprende que haya ciertas secciones en las que el juego pasa a una perspectiva en primera persona, tal y como suced¨ªa en el controvertido Silent Hill 4: The Room.

No os vamos a enga?ar, al tratarse de un videojuego de bajo presupuesto pens¨¢bamos que iba a fallar en algo en lo que muy pocos t¨ªtulos as¨ª suelen acertar: el sistema de combate. Esper¨¢bamos algo tosco e impreciso, pero nos hemos encontrado con unas peleas que no funcionan nada mal, ya que son sencillas, transmiten la contundencia de los golpes y nos hacen sentirnos fr¨¢giles. Adem¨¢s, hay muy pocos combates en el juego, algo que en nuestra opini¨®n le sienta muy bien. Esto tambi¨¦n quiere decir que la oferta de enemigos es muy escasa, aunque hay que decir que su dise?o es de lo m¨¢s perturbador. Podemos atacar con armas cuerpo a cuerpo y de fuego, adem¨¢s de esquivar hacia atr¨¢s para evitar los ataques de nuestro oponente.

Lo que m¨¢s nos ha gustado de todo es, de largo, la cantidad de puzles que hay que resolver. Como en los viejos tiempos, en m¨¢s de una ocasi¨®n es necesario coger papel y boli para tomar notas de los elementos que vemos conforme exploramos: c¨®digos, palabras, dibujos... Tambi¨¦n ocurre que algunos escenarios son lo suficientemente complejos como para perdernos y decidir anotar d¨®nde estaba esa habitaci¨®n en la que dejamos algo pendiente porque no sab¨ªamos qu¨¦ hacer. En l¨ªneas generales, Post Trauma nos ha recordado mucho a los mejores survival horror de los a?os 90.

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