Rahm se queda fuera de posici¨®n en el US Open

La lluvia se present¨® en Oakmont este s¨¢bado y los golfistas la recibieron como una madre a un hijo que vuelve de la guerra. Un campo reblandecido por el aguacero nocturno, que tuvo r¨¦plica a r¨¢fagas durante la tarde, fue el peque?o consuelo que recibieron tras dos vueltas draconianas en el campo de Pittsburgh (Pennsylvania, EE UU). Una peque?a ventana para atacar a un dise?o que normalmente no se puede atacar. Desaprovech¨® la oportunidad Jon Rahm, al que le lleg¨® tarde el chaparr¨®n vespertino y se movi¨® en direcci¨®n contraria a la esperada con un 73, +3 para +7.

Con las calles ensanchadas por la humedad y los greenes mucho m¨¢s acogedores, el viento un d¨ªa m¨¢s pr¨¢cticamente ausente, se hab¨ªa dibujado de repente un escenario en el que era factible acercarse a la cabeza, y no limitarse a esperar que la cabeza se acercara, casi la ¨²nica estrategia posible en las dos primeras jornadas. Esas se jugaron por encima de los 74,5 golpes de media y en la tercera el registro se desplom¨® hasta los 72,6.

La intentona del vizca¨ªno empez¨® bien, aprovechando el 2, par 4 corto, para ara?ar el primer golpe del d¨ªa. La primera mitad del trazado era esta vez la propicia para faenar, y tras un bogey en el 4 al fallar su primera calle del d¨ªa, tras dejarse una oportunidad muy factible despu¨¦s en el 5, embocaba desde m¨¢s de siete metros en el 8. Por debajo del par al via crucis de los nueve segundos. A pedir de boca.

Su camino empezar¨ªa a torcerse ya en el 10, donde peg¨® un segundo golpe flojo que le cost¨® el bogey. No consigui¨® fabricarse ninguna oportunidad de corregir el tropiezo y en el 15 escribi¨® los primeros renglones del final de sus aspiraciones en este US Open. Otro hierro pobre cay¨® en el rough que rodea el green y sali¨® de all¨ª con un doble bogey. Rematar¨ªa con bogey al 18, otro paso por la hierba alta incluido, un ejercicio que se antoja escaso para darle alguna opci¨®n hoy.

¡°Al principio ha estado bastante m¨¢s sencillo, bastante m¨¢s blando. En los seis primeros hoyos se pod¨ªa hacer resultado. En el 7 es cuando ha cambiado un poco el tiempo. Se ha complicado. En general estaba m¨¢s f¨¢cil, y a¨²n as¨ª es un campo muy dif¨ªcil. Con el drive dir¨ªa que solo he cogido la calle del 7. Lo he intentado todo, pero al final no he podido aprovechar las oportunidades que he tenido. S¨¦ que ha habido gente que ha hecho pocas, pero no es f¨¢cil¡±, declar¨® en la casa club.

Lo cierto es que es probable que la USGA meta mano para contrarrestar los efectos de la madre naturaleza, pero tambi¨¦n que la distancia hasta el vag¨®n de cabeza es demasiado larga hasta en un escenario poco racional. Tendr¨ªan que poner de su parte, eso seguro, los estadounidense Sam Burns y J. J. Spaun, sorprendente dupla de l¨ªderes que jug¨® el ¨²ltimo partido del d¨ªa y, en una parte de alta de la tabla en la que solo asomaba un jugador con alg¨²n grande en su hoja de servicios, Adam Scott (-3 para -3), permanecieron como dos de los cuatro hombres por debajo del par, con sendas tarjetas de -1 para -4 y -1 para -3.

?Un campe¨®n novel?

La opci¨®n de que haya un campe¨®n novel coge fuerza con el texano y el californiano, un portento f¨ªsico y uno de los mejores pateadores del PGA Burns, que ha jugado alguna Ryder y tiene cinco victorias, la ¨²ltima en 2023; un golfista muy completo Spaun, que solo ha festejado una tarde, en el ya lejano Texas Open de 2022.

El que m¨¢s argumentos tiene para deshacer lo que podr¨ªa convertirse en un mano a mano este domingo es el noruego Hovland, al que hace ya tiempo que se le presupone una incursi¨®n en el Grand Slam tarde o temprano. ?l entreg¨® un par para -1 con r¨¢fagas de brillantez. El resto de secundarios que tienen la gloria a su alcance a falta de 18 hoyos incluye al mexicano Carlos Ortiz (-3 para par), que puede ser el primero de su pa¨ªs en conquistar un major masculino; al sudafricano Lawrence (par para +1), que podr¨ªa pasar a engrosar la nutrida n¨®mina del suyo en este en concreto, o al cascarrabias ingl¨¦s Hatton (-2 para +1), lugarteniente de Rahm en la Legi¨®n XIII del LIV.

La criba que ha operado entre los grandes cabezas de cartel Oakmont continu¨® este s¨¢bado, que termin¨® de sacar de la pugna a Schauffele (+1 para +7) y a McIlroy (+4 para +10), en lo que es su cosecha m¨¢s pobre de siempre en birdies o eagles en las tres primeras rondas (siete en total) de un grande, y dej¨® muy tocadas las candidaturas de Scheffler (par para +4), que nunca antes se hab¨ªa anotado 15 bogeys, los que lleva por ahora, en 54 hoyos de un evento sancionado por el PGA Tour, y Koepka, +3 para +5.

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