Gal¨¢n impone su ley y Chingotto remata a Tapia y Coelllo
La final femenina fue un mon¨®logo de Ari S¨¢nchez y Paula Josemar¨ªa ante Paty Llaguno y Luc¨ªa Sainz, que pagaron el trabajo de la semifinal.

Alejandro Gal¨¢n y Chingotto consiguen juntos su primer Major, en Roma, donde hace dos a?os hab¨ªa ganadp Gal¨¢n con Lebr??on, en la que era su s¨¦ptima final consecutiva como parejas, de las que han ganado cuatro. Ari S¨¢nchez y Paula Josemar¨ªa suman su cuarto t¨ªtulo del a?o, de ellos los dos Major, el de Doha y el de Roma, con lo cual se disparan en el ranking como n¨²meros uno en la categor¨ªa femenina.
La victoria de las n¨²meros uno careci¨® de historia. En menos de una hora ganaron en lo que realmente fue un mon¨®logo, 6-1 y 6-0, ante Luc¨ªa Sainz y Paty Llaguno, que posiblemente hab¨ªan entregado su esfuerzo en la semifinal ante Triay y Fern¨¢ndez para romper esa racha de siete derrotas directas de manera consecutiva. En la final, sin embargo, fueron a remolque desde el primer momento; hicieron el juego de la honrilla con 5-0, y luego se entregaron ante unas grandes Ari y Paula, serias, sin conceder puntos gratis, con contados errores no forzados.
La final masculina ten¨ªa de entrada m¨¢s enjundia, entre las dos parejas que han disputado las seis ¨²ltimas finales de los torneos que han jugado. En Sevilla ganaron Gal¨¢n y Chingotto, pero fue en las semifinales. Luego Tapia y Coello no han faltado a la ¨²ltima cita. El resultado queda en 4-3 para Chingotto y Gal¨¢n porque en Roma ha pasado de todo, aunque a la postre el resumen es que Gal¨¢n ha impuesto su ley con un ejecutor a su lado.
Con Ale en la pista da la sensaci¨®n de que dos pegadores como Tapia y Coello se encogen. Aunque le bombardeen a Chingotto para esquivar a Gal¨¢n, el argentino no tiene problemas con el volumen de juego, su constancia, rapidez y anticipaci¨®n est¨¢n fuera de dudas, aunque reciba un palazo en la cabeza de Gal¨¢n, por ejemplo, al buscar los dos la misma bola: 6-4. En el segundo, Gal¨¢n tuvo esos momentos de ausencia y la pareja qued¨® a merced de Tapia y Coello, de tal manera que acabaron con un 6-1 y dando la sensaci¨®n de que el partido era suyo, que eran los que ten¨ªan el ritmo, el juego y el acierto.
Gal¨¢n empez¨® sacando en el primer juego de la tercera manga, con Chingotto tirando a gritos del madrile?o, apelando a su calidad. 1-0. Todo volvi¨® a ser distinto con un Gal¨¢n desatado, con remates desde cualquier posici¨®n pese a que ya era de noche y la bola estaba menos viva. Los mismos remates los intentaba Tapia, pero se vend¨ªa, se mortificaba, no acertaba. Quedaba el duelo en diagonal de Coello con Chingotto, que aunque sac¨® partido en algunas bajadas de pared no lo suficiente para evitar un inesperado 6-1 para sentenciar.
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