Ding Liren colapsa en una partida hist¨®rica
Ian Nepomniachtchi ha conseguido imponerse en el s¨¦ptimo lance del Mundial en una partida marcada por la complejidad y los apuros de tiempo.
Podr¨ªa parecer que 120 minutos son m¨¢s que suficientes para efectuar 40 jugadas. Sin embargo, con el reloj en marcha y la tensi¨®n a flor de piel, incluso los mejores ajedrecistas del mundo corren el riesgo de caer en un colapso. Esta es la historia del s¨¦ptimo envite del Campeonato del Mundo de Ajedrez, una partida que ha terminado con triunfo para Ian Nepomniachtchi, que vuelve a liderar el evento por 4-3.
Cada vez que los dos contendientes se sientan delante del tablero parecen estar empe?ados en acallar todas aquellas voces que les restaban el m¨¦rito por no haber competido contra Magnus Carlsen a causa de su renuncia. Entre ellos, grandes rostros de la historia del deporte ciencia como Hikaru Nakamura o el mism¨ªsimo Garry Kasparov. Sin duda, el choque de hoy ha sido el m¨¢s emocionante hasta la fecha.
Ding Liren, descontento por c¨®mo hab¨ªan marchado sus ¨²ltimos enfrentamientos con las piezas negras, decidi¨® dar un giro radical empleando la Apertura Francesa, una de sus grandes armas durante su ascensi¨®n a la ¨¦lite pero pr¨¢cticamente en desuso en su repertorio (solo la hab¨ªa empleado dos veces desde 2012, seg¨²n la base de datos especializada Yottachess). Curiosamente, en la rueda de prensa inaugural, el ajedrecista chino confes¨® que una de sus m¨¢ximas inspiraciones era c¨®mo jugaba la Francesa Paco Vallejo, el n¨²mero uno espa?ol.
La elecci¨®n sorprendi¨® a Nepo, que emple¨® una variante tranquila que hab¨ªa empleado recientemente contra Vladimir Kramnik -de quien hay rumores que dicen que podr¨ªa ser su entrenador- sin tratar de buscar ventaja concreta de los primeros compases del juego. La partida, desviaciones varias de por medio, termin¨® resultando igual tras once movimientos que otra de Yury Dokhoian, quien fue t¨¦cnico de Kasparov, en 1987.
Cuando el lance parec¨ªa navegar tranquilo hacia una ligera ventaja posicional negra, Ding infravalor¨® las posibilidades de ataque de Nepomniachtchi y vio c¨®mo sus chances de puntuar se complicaban. Sali¨® bien del apuro, aunque tuvo que emplear aproximadamente una hora en encontrar cinco jugadas cr¨ªticas para no perder.
La tormenta, a¨²n as¨ª, no hab¨ªa amainado. Con todas las piezas blancas apuntando al rey rival, el Gran Maestro chino se ve¨ªa obligado a sacrificar de forma brillante una calidad a cambio de bastante actividad para sus piezas. Nepomniachtchi no hab¨ªa cometido ning¨²n error grave, pero un c¨²mulo de peque?as omisiones le hab¨ªan dado la vuelta al juego. Adem¨¢s, su af¨¢n por seguir acelerando un ataque que ped¨ªa ser frenado -recordando, por cierto, a la hist¨®rica partida entre Keres y Smyslov en el Torneo de Candidatos de 1953- le hizo quedarse peor.
Las complejidades t¨¢cticas del choque ya lo hab¨ªan convertido en la mejor receta de este Mundial. Sin embargo, faltaba por a?adirle el ingrediente secreto: el apuro de tiempo. Ding, que hab¨ªa jugado bastante correcto a pesar de la necesaria rapidez, ten¨ªa en su reloj menos de seis minutos para realizar nueve movimientos.
En vez de consolidar la posici¨®n para llegar al control (en la jugada 40 los contendientes reciben una hora extra de tiempo), Ding se lanz¨® al cuello de Nepo. El ruso, todo un especialista en ritmos r¨¢pidos y rel¨¢mpago, entr¨® al trapo de forma inmediata. El cron¨®metro corr¨ªa y los aficionados se llevaban las manos a la cabeza. ¡°Est¨¢ completamente congelado¡±, vaticinaba el Gran Maestro Anish Giri desde la retransmisi¨®n de Chess.com.
As¨ª fue. Gast¨® casi cinco minutos de los 5:39 que ten¨ªa en un momento decisivo en el que pod¨ªa conseguir bastante ventaja. Err¨® en su disparo y la partida cay¨® por su propio peso de lado de Nepomniachtchi. Con cuatro jugadas por hacer y tres segundos en el reloj, Ding se rindi¨®. La posici¨®n, eso s¨ª, estaba ya completamente perdida merced a sus ¨²ltimos errores.
¡°No he podido encontrar ninguna manera de hacer que la partida siguiera¡±, confes¨® afligido Liren en su comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n. ¡°Toda la partida fue extremadamente tensa y aguda¡±, manifest¨® por su parte Nepo consciente de que acababan de disputar uno de los lances m¨¢s emocionantes de la historia reciente de los mundiales. Porque s¨ª, el ajedrez tambi¨¦n puede ponerte los sentimientos a flor de piel aunque seas un espectador a trav¨¦s de la pantalla.
Cuatro victorias seguidas
Con el triunfo de Nepomniachtchi se llega al ecuador del Mundial. El ruso manda moment¨¢neamente por cuatro puntos a tres, a falta de siete partidas. En cuatro de ellas, Ding, que ya ha demostrado su capacidad para remontar en dos ocasiones, dispondr¨¢ de las piezas blancas. El pr¨®ximo envite ser¨¢ el jueves, tras la jornada de descanso del mi¨¦rcoles.
Este Campeonato del Mundo est¨¢ alcanzando unos registros hist¨®ricos. No es nada usual en el ajedrez de ¨¦lite que se produzcan cuatro victorias consecutivas. De hecho, en un torneo de esta magnitud, no suced¨ªa desde el enfrentamiento por el t¨ªtulo en 1986, cuando se midieron Garry Kasparov y Anatoli Karpov. La racha qued¨® en cuatro resultados decididos entre el decimosexto y el decimonoveno enfrentamiento.