C¨®mo David Mart¨ªn construy¨® otra Generaci¨®n de Oro
El seleccionador espa?ol, que fue noveno en su debut Mundial en 2017, ha creado un equipo de leyenda con su gesti¨®n de grupo, su ambici¨®n y las innovaciones t¨¢cticas que han modernizado el waterpolo.


Perth, Fukuoka y Budapest. 1991, 2001 y 2022. La Selecci¨®n masculina de waterpolo ya es triple campeona del mundo. Lo ha logrado otra generaci¨®n de oro, diferente a la de los a?os 90, capitaneada principalmente por su entrenador, David Mart¨ªn, y por una mezcla de jugadores que tienen como base el Atl¨¨tic-Barceloneta y que re¨²nen a chicos de distintas edades: Felipe Perrone, de 36 a?os, compiti¨® con Brasil en ese Mundial de 2001 que vio campeonar a la Espa?a de Jes¨²s Roll¨¢n, mientras que Unai Aguirre, un portero que sigue sus pasos, no hab¨ªa ni nacido. Un grupo ambicioso que innova con su waterpolo dirigido por un seleccionador que, en cinco a?os, ha construido un equipo de leyenda.
David Mart¨ªn se estren¨® en Budapest para disputar el Mundial de 2017, en la misma piscina de la Isla Margarita que le ha visto ascender a la cima del mundo, con un equipo totalmente renovado despu¨¦s del fin de una etapa. Guillermo Molina y Xavi Garc¨ªa, dos de los mejores jugadores que ha dado el waterpolo espa?ol, decidieron cambiar de pa¨ªs. El ceut¨ª, afincado en Italia desde hac¨ªa a?os y crack del ¡®pallanuotto¡¯, form¨® parte de la ¡®Setebello¡¯ mientras que el lanzador zurdo compiti¨® con Croacia, liga en la que llevaba cinco a?os jugando. En esa competici¨®n, Espa?a estuvo a a?os luz de las medallas. Acab¨® novena. Lejos de desanimarse, el entrenador barcelon¨¦s cogi¨® la experiencia para construir una generaci¨®n de oro, ladrillo a ladrillo, con unos cimientos s¨®lidos y con decisiones dolorosas, como la de dejar fuera a Albert Espa?ol, que era uno de los goleadores del campeonato.

Las cinco claves de un Selecci¨®n para la historia
-Sus valores como jugador y persona. El waterpolo le lleg¨® a David Mart¨ªn en el colegio, por casualidad, y poco a poco fue creciendo hasta pertenecer al Atl¨¨tic-Barceloneta. Su cuerpo no era el de un jugador de waterpolo. Med¨ªa 1,77m y no ten¨ªa un gran lanzamiento, pero el barcelon¨¦s hizo de los defectos virtudes. Su cabeza y su constancia le ayudaron a ser internacional pese a recorrer un camino de espinas. De 1999 a 2004 el waterpolista era un asiduo de las convocatorias de Joan Jan¨¦, pero nunca lo citaba para las grandes competiciones. ¡°Cada verano se quedaba sin vacaciones por entrenar con ellos, pero luego no disfrutaba de los torneos¡±, recuerda su hermano. Nunca desisti¨® Mart¨ªn, que vio recompensado su esfuerzo a partir de 2005, con la renovaci¨®n de la Generaci¨®n de Oro. Jug¨® en la Selecci¨®n hasta 2012 y fue el capit¨¢n. Un m¨¢ster en sacrificio y en paciencia.
-Creaci¨®n de l¨ªderes. El entrenador construy¨® un equipo y se apoy¨® en los jugadores m¨¢s experimentados, aquellos que fueron sus compa?eros a?os atr¨¢s y con los que ten¨ªa un grado de confianza y de amistad suficiente para poder separar las l¨ªneas. Felipe Perrone se reintegr¨® en el equipo en 2018 y ha sido desde el inicio la prolongaci¨®n del entrenador en la piscina. Blai Mallarach, Dani L¨®pez Pinedo y Fran Fern¨¢ndez se encargaban de transmitir los valores, desde la exigencia en los entrenamientos, la ambici¨®n en los objetivos y la armon¨ªa fuera del agua. Dos de ellos, Pinedo y Fern¨¢ndez (quien lleg¨® el s¨¢bado para ver la final junto a sus compa?eros), han dejado la Selecci¨®n despu¨¦s de Tokio 2020. Mallarach ha regresado tras unos meses fuera.
-Apuesta por los j¨®venes. La valent¨ªa es uno de los rasgos del seleccionador. Despu¨¦s de sus primeras experiencias como asistente en el Atl¨¨tic-Barceloneta junto a su hermano Chus, David se encarg¨® de dirigir a las categor¨ªas inferiores de Espa?a como director t¨¦cnico de la Federaci¨® Catalana de Nataci¨®. All¨ª conoci¨® de primera mano a talentos que pisaban fuerte como ?lvaro Granados. El m¨¢ximo goleador de la Selecci¨®n en Budapest, de solo 24 a?os, desempe?a un rol clave en ataque, como Bernat Sanahuja, quien con apenas 20 a?os ya acudi¨® a los Juegos de Tokio. La apuesta m¨¢s arriesgada y decidida es la de Unai Aguirre en la porter¨ªa. Con 18 a?os tambi¨¦n fue a los Juegos y con 19 es el meta titular. Est¨¢ siendo uno de los MVP del torneo. Mart¨ªn cree en el talento sin importarle la edad.

-Innovaciones t¨¢cticas. El waterpolo est¨¢ en constante evoluci¨®n y en 2018 hubo una serie de cambios en el reglamento que Mart¨ªn aprovech¨® para dinamizar el juego. Espa?a era la que m¨¢s nadaba, la que le daba m¨¢s ritmo a los partidos, lo que result¨® una asfixia para rivales m¨¢s pesados como los balc¨¢nicos. Esa adaptaci¨®n fue el primer paso para conseguir la plata en el Europeo de Barcelona de 2018. All¨ª cambi¨® todo: David Mart¨ªn sab¨ªa que se la jugaba en ese torneo despu¨¦s de la novena plaza del Mundial anterior. Estudioso del juego, ha a?adido avances al waterpolo como la presi¨®n a la japonesa, pero m¨¢s medida, que aplica Espa?a en este Mundial. El equipo ataca con el manual de la decena de jugadas que tienen mecanizadas y que se nombran por un n¨²mero. El compromiso de los jugadores con las ideas del entrenador es total. Juegan al son de la misma m¨²sica.
-Mentalidad ganadora. El waterpolo espa?ol hab¨ªa entrado desde el Mundial de Roma 2009, cuando fue plata, en una espiral en la que no hab¨ªa sido capaz de pasar de cuartos de final. Mart¨ªn cambi¨® esa tendencia. Convenci¨® a los jugadores, gracias al arrojo de los j¨®venes (que ya ven¨ªan de ser campeones europeos y del mundo en categor¨ªas inferiores) y a los ¨¦xitos del Atl¨¨tic-Barceloneta, de que Espa?a si era fiel a esas ideas de juego era capaz de ganar a cualquiera. Y los resultados le han dado la raz¨®n. Plata en el Mundial de 2019, plata en el Europeo de 2020 y cuarto puesto en Tokio. La Selecci¨®n vivi¨® ocho a?os sin entrar en semifinales y ahora acumula cinco en apenas cuatro a?os.
Al margen de esos puntos, el seleccionador se apoya en su staff. Les ha cuidado y puso como condici¨®n para los Juegos de Par¨ªs que ellos fueran los que salieran beneficiados y no ¨¦l de su renovaci¨®n de contrato. No tiene reparos el t¨¦cnico en aprender de otros deportes, en charlar en el CAR de Sant Cugat con especialistas de las ciencias de la actividad f¨ªsica o de almorzar con los seleccionadores de hockey o con Jordi Ribera, del balonmano masculino. De todo se aprende. Cualquier detalle te hace ganar un oro y pasar a la historia del deporte espa?ol.