Una final ¡®oficiosa¡¯

El arte callejero ha poblado las calles de Kadikoy, un distrito a la orilla asi¨¢tica de Estambul al que hace a?os hu¨ªan familias de clase media, incapaces de permitirse ya los precios de alquiler que empezaban a pagar los turistas en el lado europeo, el de Bizancio. Culturetas y artistas de pelaje diverso se confunden a veces con los aficionados que acudir¨¢n esta noche al estadio Sukru Saracoglu, el del Fenerbah?e, donde el Sevilla se juega los cuartos de la competici¨®n que le cambi¨® la vida, la Europa League (sigue el partido en directo en As.com). El torneo que puede cambiarle tambi¨¦n el rostro a una temporada que se intu¨ªa (y se intuye a¨²n) triste y repleta de sufrimiento. Porque ojo si hace valer el 2-0 que trae de Nervi¨®n: cada vez que super¨® los octavos de final (seis), el equipo blanquirrojo acab¨® levantando el t¨ªtulo.

Pero seguro que ning¨²n sevillista ha mirado siquiera a¨²n cu¨¢nto valen los pasajes a Budapest, donde se juega la final este a?o. Ni el resultado de la ida ni por supuesto la milagrosa victoria ante el Almer¨ªa, en Liga, presagian una cita tranquila para el equipo de Sampaoli, que sigue pagando sus numerosas bajas atr¨¢s y en el medio con un evidente caos defensivo. Sin Rekik ni Marcao (aunque ¨¦ste viaj¨®) en condiciones y Nianzou y Jord¨¢n con evidentes malas condiciones f¨ªsicas, el entrenador argentino volver¨¢ a tener que remodelar su once y encomendarse al regreso de Fernando Reges, que en LaLiga sigue sin poder jugar por sanci¨®n.

Cada vez que el rival ataca, Bono (o Dmitrovic, que se est¨¢ ganando la titularidad) tiembla. Viendo el percal, el veterano t¨¦cnico portugu¨¦s Jorge Jes¨²s apunta a reforzar su ofensiva con el ariete belga Batshuayi y el prometedor Arda G¨¹ler, que no salieron de inicio en el S¨¢nchez-Pizju¨¢n.