La eclosi¨®n y el principio del calvario de Fabr¨ªcio

Fabr¨ªcio Santos brill¨® con luz propia frente al Albacete, pr¨®ximo rival del Levante, en su primera titularidad como granota. Antes, el brasile?o hab¨ªa irrumpido con fuerza tumbando la puerta a base de goles en los minutos que le otorgaba Javi Calleja desde que asom¨® la cabeza en la derrota frente al Espanyol (1-4) que sirvi¨® al carioca para mostrarse en el f¨²tbol profesional espa?ol. Ante el Eldense y el Villarreal B, Fabr¨ªcio hizo sus dos primeros goles en las oportunidades que le ca¨ªan a cuentagotas, hasta que Calleja le dio la alternativa en el once en el Carlos Belmonte y ¨¦l respondi¨® a la confianza liderando el triunfo con su zancada en tierras manchegas, rompiendo el r¨¦cord de velocidad de la temporada alcanzando los 35,62 km/h en la acci¨®n del primer tanto del partido. Era su tercera diana en apenas 167 minutos (un gol cada 56¡ä), hasta que su musculatura dijo basta.

Explosivo en sus arrancadas y sin ahorrar energ¨ªa en el esfuerzo, las lesiones musculares comenzaron a hacer mella en su rendimiento en un jugador que no era asiduo en la enfermer¨ªa en sus anteriores etapas en Espa?a (Celta B y Castell¨®n). De hecho, en su cesi¨®n en el Castell¨®n, antes de regresar al conjunto de Orriols, disput¨® hasta 38 partidos, perdi¨¦ndose ¨²nicamente tres encuentros durante la temporada por decisi¨®n t¨¦cnica.

Fue en Albacete cuando se rompi¨® en busca del segundo gol en su cuenta particular, dejando en evidencia a Datkovic en una el¨¦ctrica carrera que acab¨® con una fuerte contusi¨®n y un importante edema en el recto femoral izquierdo. Los servicios m¨¦dicos, que no vieron rotura muscular, no desaconsejaron su participaci¨®n en la siguiente jornada, frente al Racing de Ferrol, cuando cay¨® a los 20 minutos de partido, perdi¨¦ndose hasta seis partidos por una lesi¨®n que fue a m¨¢s en el recto femoral izquierdo al forzar frente al cuadro gallego.

Cuando volv¨ªa a coger el ritmo, marcando en el ¨²ltimo partido del a?o frente al Real Zaragoza, volvi¨® a romperse cuando arranc¨® la maquinaria. En La Romareda, cuando cogi¨® las riendas de la reacci¨®n del equipo, sinti¨® un pinchazo en plena carrera para hacer el 2-1 del partido (2-2, finalmente, tras el tanto de cabeza de Brugu¨¦) y esta vez la lesi¨®n recay¨® en el b¨ªceps femoral derecho.

La musculatura de sus piernas, propia de un jugador explosivo, sufre con sus fuertes arrancadas, llev¨¢ndolo a la enfermer¨ªa cada vez que fuerza en la carrera. Sin ¨¦l, el Levante pierde a un jugador diferencial en ataque, que supera rivales con una facilidad pasmosa gracias a su velocidad, la misma que le lleva de cabeza cuando rompe al galope sin cautela. En Albacete, Fabr¨ªcio vivi¨® su eclosi¨®n, pero tambi¨¦n el inicio de su calvario con las lesiones.

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