Superm¨¢n Valverde

Y de repente, un ca?onazo. Cuando el reloj se quedaba sin arena y la ilusi¨®n se difuminaba entre goles anulados (a Vinicius) y penaltis reclamados (a Bellingham). Fede Valverde, en el 93¡ä, en el minuto del madridismo. Una volea con el empeine. De trivela. Una descarga para desfibrilar al equipo blanco. Y a Ancelotti, que abraz¨® a su chico para todo. Mediocentro, lateral, extremo, artificiero y alg¨²n d¨ªa portero. Para mantener a la Liga latiendo. Para tumbar a un Athletic que resisti¨® hasta que el charr¨²a cogi¨® el fusil. No acert¨® a la primera, ni a la segunda. S¨ª a la s¨¦ptima (m¨¢s disparos que nadie). Y al tercero a puerta (tambi¨¦n l¨ªder). Porque nadie busc¨® la red con m¨¢s ah¨ªnco. Ni nadie la encontr¨®. S¨®lo ¨¦l. No fue un pajarito ni un avi¨®n, fue un Halc¨®n.

Un zapatazo natural. En el que se dej¨® llevar por el momentum y la necesidad. ¡°No pens¨¦ mucho, a veces pienso tanto y se me vienen dudas. Esta vez no, dispar¨¦. Tir¨¦ mucho en este partido y la mayor¨ªa fueron bien. Me sent¨ªa con confianza, los compa?eros me lo piden. Y pudo entrar¡±, resumi¨®, escueto. Un ejemplo perfecto del ¡®se juega como se entrena¡¯. Porque Valverde lo entrena. Mucho. Horas extra para convertir una aptitud en virtud, con actitud. Con sesiones donde sus compa?eros ¡®sufren¡¯... para luego disfrutar. Sirva Courtois como ejemplo: ¡°Fede tiene un golpeo muy extra?o, muy bueno. En el entreno me chuta un bal¨®n que parece que va fuera y de repente coge una rosca as¨ª y dices... ?C¨®mo tiras as¨ª? Es muy seca, r¨¢pida, potente. Hace de esas f¨¢cilmente una o dos a la semana. Hace muchos a?os que le decimos: ¡®chuta, chuta¡¯¡±. Y contra el Athletic chut¨®.

Y decidi¨®. Y se fue a por una figura clave en ese desarrollo: Ancelotti. Esa muestra de cari?o tras el gol ten¨ªa mucho significado. Ya ha llovido desde aquella famosa apuesta. ¡°Le dije que si no marcaba m¨¢s de 10 goles, romp¨ªa mi carnet de entrenador¡±. Y Carletto no tuvo que hacerlo. Porque en la 2021-22 el por entonces pajarito termin¨® con 12 tantos el curso, aderezados con siete asistencias. En el actual tiene el registro a tiro. Nueve zarpazos y ocho asistencias. En total, Fede ha participado en 17 goles, por los 19 de la campa?a de su explosi¨®n. De su reconversi¨®n a Halc¨®n. Y por delante, un m¨ªnimo de 10 partidos (seis de Liga, final de Copa y tres del Mundial de Clubes). Est¨¢ a tiempo.

M¨¢s que un ca?onazo

Aunque su partido, como su temporada, no se define, s¨®lo, a ca?onazos. No le import¨® jugar 84 minutos como carrilero para lucir tambi¨¦n en campo contrario. Am¨¦n de ser el m¨¢ximo rematador del partido, tambi¨¦n lider¨®, junto a Modric, en env¨ªos en el ¨²ltimo tercio (25), tuvo un 93% de acierto en el pase con 66 completados, puso tres centros, despej¨® tres balones, gan¨® los tres duelos a¨¦reos que afront¨® y solo Tchouameni (siete) super¨® sus cinco recuperaciones. El mejor resumen, el de Ancelotti: ¡°Fue la llave¡±. Por el gol y por todo lo dem¨¢s. Brill¨® como lateral, decidi¨® como centrocampista.

?Y en la Cartuja?

Jugar, jugar¨¢. De inicio. Eso es seguro. Lo har¨¢n Valverde y diez m¨¢s. Como siempre. Para muestra, sus 51 partidos (¨²nico en superar el medio centenar) y 4.282 minutos (el segundo es Mbapp¨¦: 4.023¡ä). La pregunta es el d¨®nde. Porque a Ancelotti le convence como dos. Por su aportaci¨®n defensiva y sus pulmones para poder incidir en ataque. No fue casualidad la alineaci¨®n ante el Athletic. Tampoco que Camavinga ejerciera como tres. El cuerpo t¨¦cnico quer¨ªa volver a probar como laterales reconvertidos y les gust¨® el resultado. De manera que para la final de Copa ante el Bar?a, Valverde como carrilero es m¨¢s que una opci¨®n. Como Superm¨¢n, est¨¢ en todas partes.

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