Joan Garc¨ªa, tras la ¡°equivocaci¨®n de joven¡± de Ricardo Zamora
El ¡®Divino¡¯, que cambi¨® el Espanyol por el Barcelona, regres¨® al cabo de tres a?os a ¡°casa¡± con ¡°dolorosa a?oranza¡±, tal como explic¨® en una carta de su pu?o y letra recuperada por AS.
Fue el 5 de diciembre de 2020 cuando, por cortes¨ªa del periodista y seguidor perico Marc Casado -quien hab¨ªa heredado el documento de su abuelo, el exalcalde de Sant Cugat del Vall¨¨s ?ngel Casas Boladeras-, AS difundi¨® una carta escrita por Ricardo Zamora, de su pu?o y letra, que vuelve a adquirir un valor testimonial relevante cuando sobre la mesa se sit¨²a la opci¨®n de que el portero actual del Espanyol, Joan Garc¨ªa, firme por el Barcelona. Previo pago de su cl¨¢usula de rescisi¨®n de 25 millones de euros, evidentemente.
Data la carta del 3 de octubre de 1922, el d¨ªa en que la public¨® a toda p¨¢gina ¡®Gaceta Sportiva¡¯, en su primer n¨²mero de una refundaci¨®n del semanario. Acababa el ¡®Divino¡¯ de regresar al club blanquiazul, con el que hab¨ªa debutado en 1916 y que hab¨ªa dejado tres a?os m¨¢s tarde para recalar en el Barcelona. El titular en portada, con una foto de la cara de Zamora, era ¡°?Descalificado!¡±, porque se dio la circunstancia de que la Federaci¨® Catalana de Futbol lo suspendi¨® al haberlo inscrito a la vez Espanyol y Bar?a, estos pese a que no hab¨ªa renovado con los azulgrana.
¡°Te suplico pregones en tu peri¨®dico lo que sigue¡±, rogaba uno de los mejores porteros de la historia al director de la publicaci¨®n. Y prosegu¨ªa: ¡°Mientras los que afirman que intereses bastardos y anti-sportivos (sic.) me han tra¨ªdo de nuevo al Club del que jam¨¢s deb¨ª salir, pues tales muestras de afecto tengo recibidas desde mi reingreso, que hoy sufro dolorosa a?oranza del tiempo que no estuve en ¨¦l, y si tales mienten ?c¨®mo no han de hacerlo los que me suponen capaces de coqueteos indignos con el F. C. Barcelona!¡±.
Lo interesante, y que conecta con la actualidad, es la resoluci¨®n de su carta: ¡°No, amigo m¨ªo, no. Zamora medit¨® bien su paso dado al reingresar al Club de mi infancia sportiva y en ¨¦l me encuentro en casa despu¨¦s de c¨®modo (??) viaje por el extranjero. Desmiente, pues, todo lo que a mi alrededor se dice, y ten la seguridad de que mi vida futbol¨ªstica terminar¨¢ en el R. C. D. Espa?ol, por el que luchar¨¦ hoy con m¨¢s amor que nunca, para hacer olvidar una equivocaci¨®n de joven¡±. Ese error de juventud no hab¨ªa sido otro, seg¨²n el ¡®Divino¡¯, que cambiar el Espanyol por el Bar?a.
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