Isco, foco en ataque y gregario de lujo
A?o y medio, a¨²n a las ¨®rdenes de Zidane, llevaba el jugador sevillista sin completar un partido de Liga. Ante el Espanyol realiz¨® un buen papel.

Pocos partidos habr¨¢ corrido m¨¢s que en Cornell¨¢-El Prat Isco, el faro que m¨¢s brilla en los esquemas de Julen Lopetegui. Todav¨ªa a medio gas, el malague?o se desvivi¨® para achicar agua de todos lados. Defendi¨® escondiendo el bal¨®n y cerrando v¨ªas de ataque, como un obrero m¨¢s. Acab¨® desfondado, pero complet¨® un partido de Liga. En su caso particular, es un hito que no alcanzaba desde hace a?o y medio.
Sin pretemporada, lleg¨® a Nervi¨®n desbocado. Se impuso un desaf¨ªo personal: sentirse jugador. No estaba ni para m¨ªnimos en la inauguraci¨®n de curso en Pamplona, aunque debut¨® con el Sevilla una semana m¨¢s tarde ante el Valladolid, con el partido cuesta arriba. Ya en Almer¨ªa empez¨® a tomar galones con destellos, que confirm¨® ante el Barcelona, con pases deslumbrantes no aprovechados, y el City. Sin otros argumentos ofensivos que explotar, Lopetegui, su gran valedor, lo situ¨® de falso nueve, para ahorrarle esfuerzos y como referente para repartir juego al resto. Contra el Espanyol, sencillamente dio una lecci¨®n de compromiso y oficio.
En apenas cuatro partidos de Liga ya disfrut¨® m¨¢s del setenta por ciento de los minutos que en su campa?a de despedida con Ancelotti, que s¨®lo lo utiliz¨® en catorce partidos. Lo m¨¢s que jug¨® el curso anterior fueron 66 minutos en el Villamar¨ªn en agosto. Desde el 18 de abril de 2021, en la jornada 33 en Getafe a¨²n con Zidane, no hab¨ªa disfrutado el encuentro completo.
Su despliegue fue descomunal en la cita que defin¨ªa el futuro m¨¢s inmediato de Lopetegui, que le encomend¨® arreglos y reformas desde el ag¨®nico minuto 84, con la expulsi¨®n de Lamela. Lo mismo parec¨ªa en la medular peleando balones perdidos que de falso lateral para cerrar las sacudidas de Brian Oliv¨¢n o Rub¨¦n. Sin Fernando en el campo, mareado e incapaz de estar en pie, Isco correte¨® de derecha a izquierda para defender durante dos eternos minutos con nueve. Su robo a Melamed fue apote¨®sico. Ese bal¨®n fue una mina. Dos jugadas m¨¢s tarde, hizo malabarismos para controlar una pelota y dar ox¨ªgeno a sus compa?eros.
Antes de cerrar su etapa en el Madrid, abri¨® consultas con clubes de la Liga. Sus exigencias estaban claras: 14 millones brutos y disputar la Champions. El trascendental testarazo de En-Nesyri en el Wanda elimin¨® de sopet¨®n rivales muy se?alados para el Sevilla. Siempre quiso reencontrarse con Lopetegui. El verano, con los ni?os ya matriculados en Sevilla, seg¨²n afirm¨®, fue rebajando sus peticiones. Los 8 millones netos en el Madrid eran una quimera en Nervi¨®n. Rechaz¨® estratosf¨¦ricas propuestas de Qatar (18 millones netos), Arabia Saud¨ª o Emiratos ?rabes. Por supuesto, de la Premier (Newcastle), la Roma de Mourinho o la MLS norteamericana.
El 7 de agosto anunci¨® el Sevilla el acuerdo por dos temporadas. Sin cl¨¢usulas especiales de salida. Y con emolumentos terrenales para lo que sol¨ªa ganar. Monchi, a falta de otras peticiones m¨¢s complicadas por una econom¨ªa descontrolada, cumpli¨® con uno de los caprichos de Lopetegui, que con la exhibici¨®n del canterano Jos¨¦ ?ngel ahuyent¨® fantasmas y gan¨® tiempo para poner al Sevilla en ¨®rbita, de nuevo.