El Sevilla pesca en la locura

Pasan cosas raras ¨²ltimamente en San Mam¨¦s. El Atl¨¦tico lanz¨® la ca?a en un extra?o final y se llev¨® el triunfo, el primero que se fugaba de La Catedral en un a?o. En esas aguas revueltas tambi¨¦n ech¨® la red el Sevilla y en una monta?a rusa en el colof¨®n, atrap¨® un merecido empate. Un resultado que parec¨ªa prohibido en la capital vizca¨ªna, pues no se hab¨ªa producido en el presente siglo en 26 compromisos. desde el a?o 2000, con Etxebe y Juan Carlos marcando. ?No ha llovido! El Athletic lleva mucho traj¨ªn con esta sucesi¨®n de partidos incluyendo Europa, y lo not¨®. Ten¨ªa casi empaquetada la cuarta victoria seguida en Liga y repentinamente la caja de los tres puntos le estall¨® en las narices. Una discutible expulsi¨®n a Agirrezabala en el tramo final del partido tras un error grosero condicion¨® el devenir del mismo.

El Sevilla no se rindi¨® nunca. Apretaba, estaba empujando y hab¨ªa metido a un nueve m¨¢s f¨ªsico para ir por la v¨ªa m¨¢s directa y r¨¢pida: Mateo. Con esa roja y ante diez se lanz¨® en estampida con mucha m¨¢s convicci¨®n y energ¨ªa. Se fue a por todas en un final de locos y sac¨® las tablas que hab¨ªa merecido. Ejuke es un jugador descomunal, estuvo en todas las fotos de peligro nervionense. Le abri¨® la puerta Lekue en la acci¨®n del uno a uno, un tanto en propia puerta de Padilla que equilibr¨® otro de Jauregizar previo. Nueve leones han marcado ya este curso, un abanico gigantesco de felicidad. El punto calma un poco los ¨¢nimos en el Sevilla, cuyos aficionados entonaron en La Catedral el ya cl¨¢sico ¡°J¨²nior vete ya¡±, en alusi¨®n al presidente Del Nido.

Valverde meti¨® siete cambios con respecto a Roma. Este calendario fren¨¦tico le ha habituado a revolucionar los onces y casi siempre la sale bien, pero es normal que en alguna ocasi¨®n se d¨¦ un trastazo. Vari¨® ligeramente su habitual esquema de 4-2-3-1. Esta vez puso a Jauregizar, uno de los pivotes, a la altura del mediapunta, su paisano bermeotarra Unai G¨®mez, de tal modo que se acopl¨® a un 4-1-4-1, con Vesga de hombre-escoba. Pero ¨¦ste tard¨® en coger la br¨²jula, al principio basculaba demasiado y dejaba amplias zonas para que maniobraran los hispalenses. De aqu¨ª que en el cuarto de hora inicial se mostraran decididos al buscar la meta de Agirrezabala, En el minuto 8 la tuvo Peque, y par¨® con el pie Julen, pero la jugada se anul¨® por fuera de juego de Iheanacho. El cuadro de Pimienta no perd¨ªa la cara al juego, aunque empez¨® a tener muchas imprecisiones en los pases. La presi¨®n a Nyland serv¨ªa siempre para husmear el gol.

Los leones estabilizaron su estructura defensiva y empezaron a gobernar el choque. Un pase profundo de De Marcos a Nico por la derecha deriv¨® en el desborde de ¨¦ste ante Barco. El centro que puso a su hermano era un caramelo, casi solo de empujar, pero se trastabill¨® I?aki y no pudo conectar con el esf¨¦rico. En el minuto 36 ya se empezaron a acabar las bromas. Un saque de falta de Berenguer, que en estas lides es un maestro, golpe¨® en la espalda de forma acrob¨¢tica a Unai G¨®mez. Estuvo muy atento al rechace en el ¨¢rea Jauregizar, que no lo dud¨® y busc¨® con toda su alma el palo izquierdo de Nylan. La fortuna se ali¨® por partida doble con los rojiblancos, ya que el disparo roz¨® en el pie de Agoum¨¦ y se col¨® en la porter¨ªa.

El choque andaba descontrolado y por esos derroteros continu¨® en el segundo per¨ªodo. Ejuke, otra vez punzante, tuvo la primera, pero se escor¨® demasiado y se la par¨® Agirrezabala. Despu¨¦s mostr¨® su clase Lukebakio, con un disparo lejano que repeli¨® el poste. El toma y daca otorg¨® el dominio posteriormente a los locales. Una buena jugada de Berenguer en el minuto 70 permiti¨® un servicio dulce hacia Nico, y este se la devolvi¨®, pero Alex no tir¨® entre palos. Dos minutos m¨¢s tarde, la tuvo Guruzeta, pero se luci¨® Nyland y Nico no logr¨® embocar el rechace.

El choque tuvo un desenlace inesperado y que a?adi¨® suspense. Un patad¨®n de Canales en medio campo sac¨¢ndose la pelota de encima lleg¨® por los cielos de Bilbao hasta los dominios de Agirrezabala. El meta de Renteria cometi¨® el error de pensar que se trataba de una cesi¨®n. As¨ª que trat¨® de embolsarla con el pecho y se le fue larga. Como Mateo estaba cerca, discuti¨® la posesi¨®n y Julen se lo llev¨® por delante, aunque antes toc¨® el esf¨¦rico con el pie. Una jugada con cierta pol¨¦mica. Desfil¨® Nico para que cogiera los guantes Padilla. Julen tuvo que salir ante el Celta por lesi¨®n y en esta ocasi¨®n por una acci¨®n poco clara.

Y a partir de ah¨ª, lleg¨® una aut¨¦ntica monta?a rusa. Al Athletic le entr¨® un ataque de v¨¦rtigo, se meti¨® muy atr¨¢s y se conden¨®. El Sevilla se lanz¨® en busca del empate y la serie de infortunios que le hab¨ªan perseguido esta vez fueron al otro bando. Pedrosa pudo poner las bases para las tablas en el 90, pero en su pase de gol Yuri se la quit¨® a Lukebakio. La en¨¦sima internada de Ejuke sembraba el p¨¢nico con sus carreras y fragu¨® el 1-1. Trat¨® de despejar por arriba N¨²?ez y el bal¨®n golpe¨® en el larguero, el rechace toc¨® en Padilla y se col¨® hacia la red. Una acci¨®n de lo m¨¢s rocambolesca. El partido era ya un torbellino, el ¨¢rea rojiblanca parec¨ªa el camarote de los Marx. Los leones, eso s¨ª, replicaban con la velocidad de sus puntas. Se enrabietaron, se lanzaron desaforadamente al ataque y en un contragolpe el choque estuvo cerca de devolverles la ventaja por mediaci¨®n de I?aki Williams. Cosas de ese juego maravilloso. Cada uno merec¨ªa un punto y el f¨²tbol se lo otorg¨®.