El esquema es Vinicius
El brasile?o sigue evolucionando y el caudal ofensivo del Real Madrid depende, en gran parte, de su inspiraci¨®n. Lo positivo, parece no tener techo.


Nuevo Real Madrid, mismo Vinicius. En un equipo en tr¨¢nsito, en el prueba-error constante, en adaptaci¨®n a nuevo rombo que ha monopolizado los entrenamientos de la pretemporada y gran parte de las charlas con Ancelotti antes y despu¨¦s de los encuentros, la constante ha sido la misma del pasado. Vinicius ha cambiado el dorsal (del 20 al 7), su posici¨®n en el campo (de extremo puro a atacante m¨¢s centrado en el 4-4-2), pero ni siquiera Jude Bellingham ha opacado su rendimiento alcista. El caudal ofensivo ha vuelto a depender, en gran parte, de la inspiraci¨®n perenne del de S?o Gon?alo. Y es que, el sistema, dibujos aparte, es Vinicius.
No importa que en el nuevo dibujo aparezca en posiciones m¨¢s centradas, porque va a m¨¢s. ¡°Vinicius sigue creciendo. No le cost¨® jugar por dentro. Est¨¢ mejorando¡±, dijo Ancelotti. Contra la Juventus firm¨® su partido m¨¢s completo, generando ocasiones a la misma velocidad a la que recorre el campo de manera incansable. Un partidazo con guinda. Kroos encontr¨® su carrera y Vinicius el temple. Pausa... hasta que Szczesny se venci¨® y ah¨ª la pic¨®. Porque donde antes hab¨ªa duda ahora hay certeza. As¨ª comenz¨® la pretemporada, sellando la remontada al Milan con otro tanto de bandera. Velocidad, potencia y definici¨®n. Dos goles con los que iguala a Valverde como pichichi estival.
Y pudieron ser m¨¢s. El m¨¢s claro, el penalti ante el Bar?a que confirmaba su oposici¨®n a nuevo due?o de los once metros, pero que termin¨® en pena m¨¢xima para Vini. Pero tambi¨¦n los otros dos zarpazos al travesa?o contra los azulgrana u otra madera contra la Juventus. Un total de cuatro encontronazos con la madera. Am¨¦n del sinf¨ªn de ocasiones generadas. En Orlando, sin ir m¨¢s lejos, impresion¨® ver c¨®mo, cuando se hac¨ªa con el esf¨¦rico, se levantaba la grada del Camping World Stadium expectante, consciente de que algo podr¨ªa ocurrir, instalando el runr¨²n. El Real Madrid se marcha con dudas de Estados Unidos. Vinicius, si es que lleg¨® a haberlas, las ha despejado sin discusi¨®n.
¡°Personalmente, al jugador le gusta mucho jugar por dentro. Por fuera marca la diferencia, por dentro puede marcar m¨¢s goles. Lo ha hecho bien contra Milan y United. Pudo tener m¨¢s acierto contra el Barcelona. No s¨¦ si jugando por fuera hubiera tenido tantas ocasiones¡±, razonaba Ancelotti cuando la pregunta sobre la adecuaci¨®n del sistema al 7 tomaba cuerpo. Fue antes de su evoluci¨®n frente a la Juventus, donde insisti¨® que en que hab¨ªa ¡°manejado muy bien la posici¨®n¡±. F¨ªsicamente imperial desde el d¨ªa uno, el regate ha seguido siendo la forma de vida de Vinicius, pero ha mostrado una versi¨®n m¨¢s total. M¨¢s delantero y menos extremo. El destino del f¨²tbol de este Vinicius ha sido menos el compa?ero y m¨¢s la ejecuci¨®n propia.
Causa, pero m¨¢s consecuencia
Vinicius, en este 4-4-2 en rombo, ha seguido siendo causa, pero todo apunta que ser¨¢ mucha m¨¢s consecuencia. Ancelotti ha insistido mucho en la presi¨®n alta para aprovechar la recuperaci¨®n en tierra hostil, para generar peligro con espacios. Ah¨ª brillan los miuras del Madrid. As¨ª han llegado los goles de Vini y el de Bellingham, con rupturas al hueco y definiciones con clase. Pero cuando no se ha logrado ahogar al rival, el salvoconducto ha sido el mismo de la temporada pasada, el desborde de Vinicius. Por mucho cambio y variaciones t¨¢cticas que aparezcan en la pizarra, la repetici¨®n de esfuerzos de m¨¢xima intensidad y el desequilibrio del brasile?o son el arma m¨¢s fiable del Real Madrid. Del antiguo, del nuevo y muy posiblemente tambi¨¦n del futuro. ?El problema? Que la Viniciusdependencia se convierta en mal end¨¦mico y no en bien preciado...