Darderismo o barbarie
Crey¨® como nadie el capit¨¢n del Espanyol, quien jugaba tocado, en una inalcanzable victoria ante un Elche colista que les hab¨ªa sometido. Feliz debut de Pacheco con una zaga Frankenstein.


Ante todo, Darderismo. El Darderismo, aquel movimiento que naci¨® durante una gira por Estados Unidos en el verano de 2019, es creer en lo imposible incluso cuando todo parece perdido. O cuando directamente ganar no entra entre lo considerable justo o merecido. Algo as¨ª le sucedi¨® en Elche al Espanyol, sometido en buena parte del encuentro por un rival herido de muerte pero al que dej¨® agigantarse, pero reducido a cenizas finalmente en una genialidad aislada del capit¨¢n perico. Darder, la carrera, el eslalon, el tiro a la escuadra. Jugar con molestias en el s¨®leo. El brazalete, la celebraci¨®n hacia los cerca de 500 pericos del Mart¨ªnez Valero. El escudo. La diferencia, en t¨¦rminos de permanencia o descenso, entre vivir y flirtear con la muerte.
Pacheco: gran debut y psicosis. A la ¡°gesti¨®n de grupo¡± alud¨ªa Diego Mart¨ªnez hace unos d¨ªas, tras la derrota ante la Real Sociedad (2-3), para justificar la suplencia de Fernando Pacheco desde que fich¨® sobre la bocina del mercado de invierno, en favor de ?lvaro Fern¨¢ndez. Tuvo que esperar al tercer partido, el primero casualmente a domicilio, para darle la alternativa. Y para confirmar que estaba en lo cierto solicitando su compra. Pacheco salv¨® al Espanyol todo lo que pudo, sobrio, h¨ªperconcentrado y acertad¨ªsimo, aunque no pudo evitar la en¨¦sima psicosis de la temporada. Sobre la hora del choque, se toc¨® el aductor e hizo presagiar lo peor; incluso ?lvaro tuvo que echar a calentar. Afortunadamente, el ex del Almer¨ªa pudo seguir.
Una defensa Frankenstein. Que deber¨ªa innovar el Espanyol en el entramado defensivo era un secreto a voces. Lesionados Montes y Calero, y sancionado Cabrera, lo ¨²nico que estaba claro era la entrada de Sergi G¨®mez (que derrib¨® su maldita estad¨ªstica). Pero el entrenador perico lo cambi¨® todo. Incluso el portero, como dec¨ªamos. Dispuso una zaga de cinco, a imagen y semejanza del Elche, y en lugar del canterano Simo, un central, apost¨® para esa demarcaci¨®n por Gragera (mediocentro, aunque ya se hab¨ªa desempe?ado ah¨ª en el Sporting por urgencias similares) y Brian Oliv¨¢n (lateral, que en el Mallorca s¨ª se perfil¨® hacia el eje). Lo que llev¨®, a su vez, a variar tambi¨¦n los carriles, reubicando a ?scar Gil en la izquierda y recuperando a Rub¨¦n para la derecha. Para colmo, Brian a punto estuvo de quedar grogui en un choque de cabezas con Ponce, del que sali¨® hasta el descanso con un vendaje al estilo de Montes ante Osasuna y por el que termin¨® mareado y sustituido. Y ah¨ª s¨ª ya entr¨® Simo.

La medular DVD. Otra de las novedades del Espanyol en Elche fue la aparici¨®n de Denis Su¨¢rez ya de inicio, en su primera titularidad desde mayo de 2022. Con Vinicius de pivote, levanta enorme expectaci¨®n la sociedad entre el gallego y Darder, lo que podr¨ªa bautizarse como la medular DVD. Sin embargo, en este Espanyol tan estirado, vertical, abocado a transiciones y despreocupado del esf¨¦rico, salvo en la aislada y extraordinaria acci¨®n del gol, tuvieron m¨¢s presencia en defensa y sobre todo en ataque que en el control de mandos. La mano que mece el f¨²tbol. A Denis le birl¨® un tanto el experico Roco en la misma l¨ªnea, Darder vio c¨®mo le se?alaban un milim¨¦trico fuera de juego en la diana anulado a Puado, pero finalmente se desquit¨® con ese subid¨®n que fue el 0-1.
Carmona, del cielo al infierno. El carrilero diestro ha vivido esta temporada ante el Espanyol los que acaso sean su mejor y peor momento en Primera. A bordo del Sevilla, en la primera vuelta, protagoniz¨® en Cornell¨¤ una victoria en la que anot¨® dos goles y dio la asistencia del tercero (2-3). Cinco meses despu¨¦s, y ahora cedido al Elche en busca de minutos, vio c¨®mo le expulsaban por doble amarilla en el esprint final del encuentro, dejando a su equipo en inferioridad num¨¦rica, en ese tramo en el que lleg¨® el gol de Darder.
Esperando a Joselu. La Joseludependencia no es, tal como se intu¨ªa, una conclusi¨®n de las fr¨ªas estad¨ªsticas sino una contundente realidad. La baja del pichichi perico en las tres ¨²ltimas jornadas por una lesi¨®n en los isquiotibiales ha limitado los recursos arriba, las alternativas de un equipo que abusa de balones largos y carriles exteriores, al talento y la inspiraci¨®n individuales. Como en Elche ocurri¨® con Darder. No est¨¢ Joselu descartado ante el Mallorca, aunque el hecho de jugar en s¨¢bado y no domingo puede resultar decisivo. Porque no todos los rivales ser¨¢n el pobre Elche, que no se mereci¨® la derrota.