Ocampos, los ¡°chicos¡± y los ¡°hombres¡±

La sangre caliente de Lucas Ocampos es su principal virtud sobre el terreno de juego y tambi¨¦n su peor defecto. Fuera del verde, tambi¨¦n le juega malas pasadas a veces, porque si ya habla claro de por s¨ª, con la temperatura de la sangre por las nubes a veces yerra el tiro y se?ala como culpables a los menos indicados. Y eso fue lo le sucedi¨® en el Metropolitano.

¡°Tenemos muchos chicos j¨®venes, que est¨¢n reci¨¦n subiendo al primer equipo y a los que no se les puede pedir m¨¢s de lo que est¨¢n dando. Esperemos que en este mercado nos reforcemos bien y tengamos a once hombres en la cancha, afuera tambi¨¦n. Un club como el Sevilla merece gente preparada¡±, afirmaba un Ocampos que hab¨ªa acabado el encuentro como una moto por el error de Juanlu de no pasarle el bal¨®n en la contra con la que acababa el partido.

Las declaraciones de Ocampos tienen gran parte de verdad. El Sevilla tiene a muchos jugadores j¨®venes. Contra el Atl¨¦tico, dos en el once titular, Juanlu y Kike Salas, y seis en el banquillo, Alberto Flores, Mat¨ªas, Lulo, Dar¨ªo, Manu Bueno e Ibra. De una convocatoria de 23 hombres, m¨¢s de un tercio eran canteranos, hombres tambi¨¦n y con m¨¢s verg¨¹enza torera, e incluso nivel, que varios de los profesionales a los que sus misteriosas lesiones y ausencias de las convocatorias hace que la palabra se le quede grande.

No tardaron en saltar las reacciones de sevillistas ante lo que se consider¨® un ataque a una cantera que ha dado tres Campeones del Mundo: Marchena, Navas y Ramos. Crist¨®bal Soria, ex delegado del primer equipo, no tuvo problemas incluso en se?alar a jugadores que deben abandonar los onces y banquillos del Sevilla antes que los canteranos.

Curiosa fue tambi¨¦n la afirmaci¨®n de V¨ªctor Salas, otro canterano del Sevilla de los que tuvo que dar la cara en ¨¦pocas complicadas. No en vano, era de lo poco que ilusionaba a la afici¨®n en la temporada del ¨²ltimo descenso. Y adem¨¢s, es el t¨ªo de Kike Salas, de lo poco salvable del equipo en las ¨²ltimas fechas.

Ocampos llevaba gran parte de raz¨®n, pero se?alar a los canteranos no fue lo m¨¢s valiente. Por ejemplo, tuvo la oportunidad de hablar, y no lo hizo, de un compa?ero como Januzaj, por cuyo fichaje lo obligaron a marcharse a Amsterdam hace a?o y medio para repescarlo en enero y ceder al belga a Turqu¨ªa pagando el 80% de su ficha. Sus minutos ante el Atl¨¦tico fueron dantescos y cabe preguntarse si no Quique no hubiera acertado dando entrada en el campo a alguno de los ni?os de la convocatoria en lugar de los supuestos hombres.

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