Jap¨®n mide la ira alemana

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Frontal, directo y sin paliativos. Flick embisti¨® contra la FIFA en la previa del debut frente a Jap¨®n (sigue el partido en directo en AS.com), manteniendo la l¨ªnea que hab¨ªa trazado Bernd Neuendorf, presidente de su Federaci¨®n. Poco le import¨® al seleccionador que se pudiera desviar la atenci¨®n ante un momento deportivo trascendental. ¡°Es una pena que no se puedan defender los derechos humanos¡±, denunci¨® el seleccionador, apuntando a la FIFA y a la organizaci¨®n por amenazar a Neuer, su capit¨¢n, con una amarilla si manten¨ªa su intenci¨®n de jugar con el brazalete arco¨ªris de reivindicaci¨®n de la diversidad. Alemania est¨¢ furiosa, iracunda. Los responsables se sienten v¨ªctimas de ¡°un chantaje¡±.

La duda del 9 o la baja de ¨²ltima hora de San¨¦ casi quedaron en el segundo plano. Jap¨®n medir¨¢ la rabia alemana. Flick comandar¨¢ al combinado germano en su primer Mundial. Recibi¨® en herencia de su maestro L?w el encargo de suavizar un relevo generacional con la urgencia del abundante palmar¨¦s alem¨¢n. Es el ¨²nico equipo que ha alcanzado las semifinales mundialistas en cuatro de las cinco ediciones de este siglo, pero falt¨® a la ¨²ltima en Rusia. Para el debut, Flick no podr¨¢ contar con San¨¦ y viene atosigado por el problema del 9. Sin Werner, fuera de Qatar por lesi¨®n, y con una carencia desconocida de arietes en el pa¨ªs, F¨¹llkrug aparece como una medida de urgencia.

Delante la germanizada Jap¨®n, con hasta ocho efectivos de 26 jugando en Alemania. Si Flick no encuentra un 9, Moriyasu, aun con lo que le cuesta hacer gol, decidi¨® dejar en Glasgow a Furuhashi, el nip¨®n m¨¢s certero en lo que va de campa?a. Simplemente no casa con su idea, comentan desde cerca. El orden japon¨¦s vive y muere sobre esa legi¨®n de piezas de tres cuartos de campo que acumula su arsenal. Los Kamada, Mitoma, Minamino, Kubo, Doan¡­ Din¨¢micos, t¨¦cnicos y aplicados, pero a los que les falta un complemento punzante en los ¨²ltimos metros para descerrajar las murallas m¨¢s altas.