Medio efecto Caparr¨®s

Joaqu¨ªn Caparr¨®s estren¨® con un empate su cuarta etapa como entrenador del Sevilla. El resultado no saca al club de Nervi¨®n de la zona baja pero evita la ruina que hubiera supuesto perder ante el que ya es un rival directo, el Alav¨¦s. Los babazorros quedan en puestos de descenso tras la inesperada victoria de Las Palmas ante el Atl¨¦tico, a un punto de los canarios y seis, como antes del encuentro, del propio Sevilla.

Prescindi¨® Caparr¨®s de Sow y Lokonga, dos casi fijos con Pimienta, y sorprendi¨® con la inclusi¨®n del canterano Ram¨®n Mart¨ªnez en el eje de la defensa. Agoum¨¦ y Gudelj solidificaban presuntamente el centro del campo sevillista, y de las botas del franc¨¦s sali¨® el bal¨®n que cabece¨® contra pron¨®stico Peque (otra de las novedades). El catal¨¢n (1,68¡ä) no recibe ese nombre profesional por casualidad, pero logr¨® imponerse a Sedlar y Garc¨¦s (1-0, 12¡ä) un improvisado centro de zaga del Alav¨¦s, a quien le faltaban Abqar y Mourinho.

Es un Sevilla con nuevo entrenador, pero con los mismos males. Algunos, end¨¦micos y peligros¨ªsimos, como el de recibir goles en demasiados descuentos. Ocurri¨® en Valencia, contra el Betis, ante el Atl¨¦tico y casi cuando gan¨® en Nervi¨®n el Athletic. Se supon¨ªa que con Caparr¨®s iba subir la intensidad y la concentraci¨®n en los momentos clave, pero no. En el 47¡ä: saque de banda, toque de Joan Jord¨¢n, centro de Vicente y de primeras adentro Kike Garc¨ªa, un gran goleador que se inspira especialmente cuando pisa la ciudad del Guadalquivir.

Ejuke andaba despistado en el origen de ese empate y, curiosamente, fue el sacrificado en el descanso en favor de Sa¨²l, suplente el ilicitano igual que en los ¨²ltimos tiempos con Garc¨ªa Pimienta. El 1-1, psicol¨®gico, dej¨® tocado a un Sevilla incapaz de encontrarse durante el comienzo del segundo tiempo mientras el Alav¨¦s acaparaba pelota y las llegadas al ¨¢rea contraria, aunque no claras ocasiones. S¨ª las tuvo el Sevilla en la recta final. Inmejorable la de Lukebakio, pero su remate a bocajarro lo sac¨® milagrosamente Sivera. Luego Suso, que llevaba dos meses sin jugar, pudo culminar una buena salida del ostracismo con su zurda, casi desde el punto de penalti. Pero no volvi¨® a moverse el marcador.

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