El Andorra rebota a la primera con un tanto de Lautaro
El club de Pique logr¨® el ascenso a Segunda con un gol en el minuto 58 que desempataba la eliminatoria. Los locales desaprovecharon sus ocasiones.
El Andorra es nuevo equipo de Segunda Divisi¨®n tras ganar por la m¨ªnima a la Ponferradina en un Toral¨ªn abarrotado que acab¨® llorando con sus jugadores. Un gol de Lautaro en la segunda parte fue suficiente para que los de Beto Company se llevaran el premio gordo en un partido en el que los locales perdonaron en la primera parte y reclamaron un gol anulado en la segunda. Nada de eso sirve ya y es el Andorra el que descorcha el cava.
La Deportiva sali¨® mejor al campo, presionando con certeza la salida de bal¨®n de un Andorra que no encontraba l¨ªneas de pase. Los blanquiazules tuvieron dos grandes ocasiones en los pies de Yeray y Bustos, pero no encontraron la porter¨ªa de Ratti. Tampoco lo hizo Ger N¨®voa en un remate en semifallo. El peligro visitante apenas llegaba a bal¨®n parado, tambi¨¦n sin punter¨ªa, pero poco a poco los pirenaicos fueron haci¨¦ndose con el mando del partido y terminaron la primera mitad metiendo a la Ponferradina en su ¨¢rea.
En la reanudaci¨®n, el Andorra avis¨® primero con un remate de ?lvaro Mart¨ªn que desvi¨® al larguero Andr¨¦s Prieto y remat¨® despu¨¦s tras encontrarse con un penalti por derribo del propio portero en una internada de Lautaro. El delantero tricolor fue el encargado de lanzar la pena m¨¢xima, Andr¨¦s le adivin¨® las intenciones y el rechazo cay¨® de nuevo a los pies de Lautaro para que rematara a placer el 0-1.
El Toral¨ªn cant¨® el gol del empate tras un remate de Borja Valle a la red al recoger un rechazo de Ratti a un cabezazo del capit¨¢n berciano, pero el asistente hab¨ªa levantado la bandera anulando la jugada. La Deportiva no encontraba huecos en la defensa del Andorra, que met¨ªa miedo a la contra, y s¨®lo en los ¨²ltimos minutos logr¨® acular a su rival, pero apenas inquiet¨® a Ratti con dos cabezazos de Sibille, uno que se fue desviado y otro que acab¨® en las manos del portero.
Con el pitido final se desat¨® la euforia en el sector de la grada donde estaban los 200 valientes que viajaron desde Andorra a Ponferrada, con Piqu¨¦ celebrando con los suyos sobre el c¨¦sped mientras los jugadores de la Deportiva, viva imagen de la decepci¨®n, lloraban sobre la misma hierba por un ascenso que se les escapaba entre las manos por segunda vez esta temporada.
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