De los orfanatos de R¨ªo de Janeiro a goleador del Mundial de Clubes: As¨ª es la historia de Den¨ªlson Nascimento
El ¡®Ronaldo de los Emiratos¡¯ pas¨® por muchas vicisitudes antes de dejar su huella en el torneo de la FIFA, adem¨¢s como ¨ªdolo en Corea del Sur.
La historia de Den¨ªlson Nascimento es digna de una pel¨ªcula. Ten¨ªa seis a?os cuando vio morir a su madre en sus brazos y su padre abandonaba a sus tres hijos, v¨ªctima del ¡®dolor¡¯. Pas¨® de orfanato en orfanato y de casa en casa antes de encontrar la estabilidad que cualquier ni?o necesita. Se acostumbr¨® al rechazo de la sociedad, cambiando de aires cada vez que no se sent¨ªa querido.
Para sobrevivir en las calles de Bah¨ªa se dedic¨® a vender pasteles, verduras... todo lo que cayera en sus manos. "Empec¨¦ a jugar al f¨²tbol tarde porque trabajaba. A los 17 a?os, me despertaba a las 4:30 a. m. para entrenar en Cama?ari y llegaba a las 3 p. m. para vender verduras en el puesto y tener dinero para el autob¨²s otra vez¡°, aseguraba en una entrevista.
Hasta que encontr¨® a su gran amor, el f¨²tbol. Desde entonces, el sue?o del ni?o se form¨® en su peque?a mente: recorrer el mundo y vivir del f¨²tbol. Pero llegaba tarde, muy tarde. Con 17 a?os, sin fundamentos b¨¢sicos y sin tiempo, tuvo que correr a contrarreloj para ponerse a la par de sus compa?eros. No le fue nada mal.
En sus m¨¢s de 25 a?os de carrera, Den¨ªlson recorri¨® continentes, dej¨® su nombre alto e incluso ostent¨® el r¨¦cord de m¨¢s goles anotados en una sola edici¨®n del Mundial de Clubes, con cuatro tantos. Marca que ahora comparte con Cristiano Ronaldo (Real Madrid, 2016) y Pedro (Flamengo, 2022) y solo supera Luis Su¨¢rez (Barcelona, 2015). Casi nada.
De la favela a la redenci¨®n
Den¨ªlson se convirti¨® en el m¨¢ximo goleador del torneo tras anotar cuatro tantos con el Pohang Steelers de Corea del Sur durante la edici¨®n de 2009. Fue el ¨²nico extranjero de aquella plantilla, etiqueta que le sirvi¨® para destacar m¨¢s de lo esperado, a pesar de las cr¨ªticas.
Llegaron como la ¡®Cenicienta¡¯ del torneo, pero dieron la campanada en semifinales. Ante Estudiantes, de Argentina, Den¨ªlson a¨²n se indigna con la actuaci¨®n arbitral. "El ¨¢rbitro nos rob¨® de todas las maneras posibles, fue indignante. La organizaci¨®n quer¨ªa una final entre Estudiantes y Barcelona. Tuvimos tres expulsiones, y yo fui portero durante 17 minutos en el Mundial¡°, coment¨® en una entrevista para Globo.
Aqu¨¦l partido se qued¨® grabado en su mente. No solo por la actuaci¨®n del colegiado, sino por la suya propia. Con tres expulsados, al delantero le toc¨® colgar las botas para colocarse los guantes. 17 minutos de infarto, s¨ª, pero no recibi¨® ning¨²n gol. "De peque?o no ten¨ªa el bal¨®n, siempre era de un amigo. Atropellaba a otros ni?os de mi edad jugando, as¨ª que el due?o siempre me dec¨ªa: ¡®Ser¨¢s portero¡¯. No me gustaba, pero para jugar ten¨ªa que serlo. As¨ª que empec¨¦ a cogerle el truco y no fall¨¦¡°, rememora.
Estudiantes pas¨® a la final, mientras que Pohang tuvo que ¡®conformarse¡¯ con el tercer puesto. Para la presea de bronce, los surcoreanos se impusieron al Atlante mexicano con un portero Sub-20 que hasta ese momento nunca hab¨ªa jugado un partido profesional. A d¨ªa de hoy, Pohagn sigue siendo el ¨²nico equipo surcoreano que ha quedado tercero en un Mundial.
Superaci¨®n personal
Si bien realiz¨® gran parte de su carrera en Asia, tambi¨¦n tuvo un breve periplo por Europa. Feyenoord y PSG le dieron la alternativa por primera vez en 1996. ¡°Era la ¨¦poca de Ronaldo Naz¨¢rio, todos los clubes quer¨ªan a su ¡®Fen?meno¡¯. Cualquiera que fuera negro, calvo o tuviera su estilo, todos lo quer¨ªan; ni siquiera necesitaban jugar. Bastaba con parecerse a Ronaldo y todos quer¨ªan una prueba¡°, dice. Tras un paso por Emiratos ?rabes, donde le bautizaron como el ¡®Ronaldo de los Emiratos¡¯, volvi¨® a Brasil. Sin contrato, sin agente, pero con un sinf¨ªn de historias.
En su vuelta a casa, all¨¢ por el 2005, conoci¨® a Andr¨¦ Cury, uno de los agentes deportivos m¨¢s importantes a nivel mundial, de manera fortuita. En la boda de Deco, en la Costa de Sauipe, le descubri¨®. ¡°Pens¨¦ que era pescador¡±, reconoce el empresario. Su andadura recorri¨® ligas como la mexicana hasta la surcoreana, donde dej¨® su huella. Hoy, ya retirado, recuerda su carrera con cari?o.
Palmeiras va en serio
"Quer¨ªa mostrarles a los j¨®venes que es posible ganar. Al final de mi carrera, me divert¨ªa responsablemente. Mi misi¨®n era m¨¢s social: simplemente contribuir al f¨²tbol con mi presencia¡°, explica el exjugador.
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