?Espa?a, a semifinales!

¡®Tot ziens Holland` (hasta la vista, Holanda). Ese fue el dicho m¨¢s repetido despu¨¦s de que Espa?a lograra vencer a Pa¨ªses Bajos en unos hist¨®ricos cuartos de final. No fue f¨¢cil dar el paso hacia la gloria. Aunque la Selecci¨®n fue mejor durante casi los 90¡ä, sufri¨®. Incluso tuvo que ser en la pr¨®rroga cuando finiquit¨® de una vez por todas el mal fario que hab¨ªa tenido en el pasado esta Selecci¨®n. Hubo de todo: una correcci¨®n del VAR, un penalti se?alado por una mano dentro del ¨¢rea que transform¨® Mariona, un empate in-extremis de Van der Gragt y finalmente el golazo de Salma para dejar a Espa?a a dos pasos de la gloria.

Esta vez no hubo revoluci¨®n en el once que plante¨® Jorge Vilda. Solo un cambio con respecto a lo que hab¨ªa funcionado en los octavos de final ante Suiza. Mariona sali¨® por Salma. Segu¨ªa confiando en el mismo centro del campo, a pesar de que el esquema holand¨¦s sobre el papel daba miedo: cinco jugadoras para no dejar avanzar a La Roja. Aitana no lo iba a tener f¨¢cil para ense?ar su batuta.

Se vio un choque de trenes desde los primeros segundos. Ambas quer¨ªan el bal¨®n, pero hab¨ªa muchos obst¨¢culos. Sin embargo, no hab¨ªan pasado ni cinco minutos y las espa?olas ya hab¨ªan tenido dos acercamientos y buenos a la porter¨ªa de Van Donselaar. El primero de una triangulaci¨®n entre Mariona y Jenni que no termin¨® de finalizar Esther. El segundo, iniciada por una Mariona muy activa por la banda izquierda, que recibi¨® Aitana dentro del ¨¢rea para Alba, que no acert¨® en el ¨²ltimo toque.

Tras los avisos, la din¨¢mica volvi¨® a ser la misma. Hab¨ªa pr¨¢cticamente 20 jugadoras en 20 metros. Todo se coc¨ªa alrededor del c¨ªrculo central. Muchas piernas para poco espacio. Aitana estaba constantemente vigilada. Demasiado. Dos Oranjes estaban permanentemente ech¨¢ndole el aliento. Pero si no pod¨ªa por el centro, se convert¨ªa en extremo.

Espa?a segu¨ªa sin bajar el ritmo, y as¨ª lleg¨® la ocasi¨®n m¨¢s clara. Mariona le puso el esf¨¦rico milimetrado a Alba para que rematara de cabeza en carrera. Parad¨®n de Van Donselaar. El rechace le cay¨® a la albacete?a, que esta vez la estrell¨® en el palo. Pa¨ªses Bajos respir¨®. Espa?a se lament¨®. Merec¨ªa ya haber abierto el marcador. Pero el f¨²tbol no siempre es justo.

Las de Jonker lanzaron un aviso con un centro de Brugts que remat¨® Martens. La Roja estaba fina, no dudaba ni en defensa. Y as¨ª lleg¨® el gol, una jugada perfecta de Ona por la izquierda que remat¨® primero Alba y envi¨® Esther al fondo de la red. Sin embargo, apareci¨® el VAR para arrebatarle todas las ilusiones que ya ten¨ªa guardadas en la maleta. Fuera de juego, anulado.

Fueron instantes duros, incluso Pa¨ªses Bajos lo aprovech¨® para lanzarse al contragolpe. Por suerte Cata sali¨® con seguridad. Ante ese escenario Espa?a prob¨® tambi¨¦n el contragolpe desconocido, con Mariona de iniciadora y Esther estrell¨¢ndose con la meta neerlandesa.

Tras el descanso, La Roja sali¨® a morder. Esther volvi¨® a tener otra. Espa?a no se arrugaba, segu¨ªa con la idea inicial, siguiendo el guion. Pero necesitaba un gol. Lo de llevar 13 intentos y no haber metido ninguno, no val¨ªa. Volvi¨® a aparecer el VAR, esta vez para salvar a la Selecci¨®n de un penalti se?alado sobre Paredes. La central no dud¨® cuando Beerensteyn se iba sola delante de Cata. Frappart rectific¨® y las espa?olas respiraron. Pero no iba a ser f¨¢cil sobrevivir. Fueron momentos de dudas, de un paso al frente de las de Jonker.

Fue cuando la fortuna cay¨® del lado de Espa?a, por primera vez en la historia. Un centro por la banda de Salma lo toc¨® Van der Gragt con la mano y el VAR lo dio. Mariona, la gran revelaci¨®n del encuentro, lo coloc¨® lo que m¨¢s que pudo al palo para poner por delante, por fin, a Espa?a.

Pa¨ªses Bajos no hab¨ªa dicho la ¨²ltima palabra. Apret¨® y apret¨® hasta que Van der Gragt pill¨® despistadas a las centrales para cruzarla por delante de Cata. El choque se iba a donde no se le da bien a Espa?a, a la pr¨®rroga. El equipo estaba muy bajo, an¨ªmica y f¨ªsicamente, y necesitaba una peque?a revoluci¨®n. Los papeles se invirtieron, las neerlandesas dominaban y las espa?olas viv¨ªan del contragolpe.

Pero con Alexia y Eva en el campo la cosa mejor¨®. Jenni y Salma se reubicaron y regres¨® el peligro. Guerrero encajaba. Tere volv¨ªa a ser el foco que alumbraba. Las de Vilda volv¨ªan a cuajar. En ese momento fue de nuevo Beerensteyn la que estuvo a punto de romper todo lo construido. Y otra ocasi¨®n de la delantera de la Juventus pudo poner patas arriba la pr¨®rroga.

Pero fue al contragolpe -el destino lo quiso as¨ª- como Espa?a se subi¨® al sue?o de las semifinales. De la incansable Jenni a la locomotora Salma, que apareci¨® cuando m¨¢s se la necesitaba. La joven zaragozana se sac¨® un regate para terminar rematando con la izquierda al fondo de la red. Era real, La Roja estaba por delante en la pr¨®rroga. Espa?a lo logr¨®, por fin. Se queda a dos pasos de la gloria. Ya no hay nada ni nadie que pare a este equipo.