La frustraci¨®n de Bellingham
El futbolista ingl¨¦s lo intent¨® todo, pero acab¨® exhausto, al l¨ªmite y hundido. Su imagen, solo y pensativo, en el banquillo de Inglaterra ha dado la vuelta al mundo.


Jude Bellingham acab¨® hundido. Pensativo en el banquillo ingl¨¦s tras consumarse una nueva desilusi¨®n de Inglaterra. Una nueva final de Eurocopa perdida. La segunda consecutiva. Un punto final amargo y triste a un torneo que ha sido una monta?a rusa para el 10 ingl¨¦s.
Bellingham disput¨® una Euro de chispazos. En concreto dos destellos de crack. Su cabezazo imperial ante Serbia en el primer partido de la Eurocopa y su chilena salvadora ante Eslovaquia. Ese fue el mejor bagaje de Jude Bellingham en la Eurocopa de Alemania. Nada mal, aunque lejos de su mejor versi¨®n y lejos de su brillante temporada en el Real Madrid. El f¨ªsico le dio lo justo. Lleg¨® con la gasolina limitada al torneo y su desgaste fue m¨¢ximo.
El ¨¦xtasis de los jugadores espa?oles dej¨® de lado la frustraci¨®n y la tristeza de Bellingham. Se derrumb¨® sobre el c¨¦sped del Ol¨ªmpico de Berl¨ªn exhausto. El jugador del Real Madrid se march¨® cabizbajo, casi entre l¨¢grimas, hacia el banquillo ingl¨¦s. Frustrado, peg¨® un puntapi¨¦ al banquillo. La imagen, pensativo, inm¨®vil, mirando al infinito, escenific¨® su tristeza por ver c¨®mo se le escapaba su segunda Eurocopa. El jugador m¨¢s joven que pierde dos finales consecutivas del torneo europeo, aunque en 2021 no era m¨¢s que un meritorio para Gareth Southgate, ahora es el 10 de los Three Lions. El estandarte. La figura que deb¨ªa marcar una era.

Bellingham se esforz¨® como un jabato ante la pareja Stones-Le Normand. Saltaton chispas en el juego a¨¦reo ante la pareja de centrales de Espa?a. Y se zaf¨® como pudo de Fabi¨¢n, Rodrigo y Zubimendi. Lo intent¨® con un zurdazo que dio el susto a Unai Sim¨®n y vital fue su juego de espaldas para asistir a Cole Palmer en el 1-1 de Inglaterra. Hasta retras¨® su posici¨®n para hacer de medio cuando el goleador ingl¨¦s salt¨® al campo para hacer de enganche. Bellingham sab¨ªa que ten¨ªa que echarse el equipo a las espaldas. Era el d¨ªa D y a la hora H para dar un golpe encima de la mesa y romper la sequ¨ªa que asola a Inglaterra desde 1966. Nunca rechaz¨® su responsabilidad. Bellingham deb¨ªa de guiar a Inglaterra al t¨ªtulo. Deb¨ªa ser antes de la Euro y era el elegido para hacerlo en la final.

Bellingham lleg¨® a este ¨²ltimo partido casi sin descanso. Lo jug¨® casi todo. Se ¡®reserv¨®' los ¨²ltimos cuatro minutos ante Serbia y la segunda parte de la pr¨®rroga de octavos ante Eslovaquia. El resto, estuvo todos los minutos sobre el terreno de juego. Al l¨ªmite. Hasta el propio Bellingham reconoci¨® en semifinales ante Holanda que no ten¨ªa las mejores piernas para aguantar una pr¨®rroga. El pitido final era otra oportunidad perdida para Inglaterra. ?l era de los jugadores m¨¢s consolados por sus compa?eros. Hasta el pr¨ªncipe Guillermo y Aleksander Ceferin le dedicaron palabras especiales en la ceremonia de entrega de medallas. Era inconsolable. Estaba hundido.
Bellingham se marcha de vacaciones sin la ansiada Eurocopa... otra vez. Sin el ansiado doblete Champions-Eurocopa. Y sabiendo que el Bal¨®n de Oro que se entrega el 28 de octubre se aleja un poco m¨¢s de sus manos. Una final que le apart¨® de los focos del ¨¦xito y le ense?¨® el sinsabores de la derrota. Bellingham no pudo reinar en Berl¨ªn como hizo con el Real Madrid en 2024. Espa?a se lo impidi¨®.
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