Herrera y la fe inquebrantable
Sali¨®, debutando, e hizo el gol del empate para el Atleti ante la Juventus. Antes hab¨ªa marcado Savic. Para la Juve lo hicieron Cuadrado y Matuidi.


"Una fe inquebrantable". Ese grito con el que el Metropolitano recib¨ªa al partido, a la Juve de Sarri y Cristiano y a esta nueva edici¨®n de la Champions, se pod¨ªa tocar en el minuto 89'. Era un jugador. Herrera, que debut¨®, al fin, cuando saltaba a cabecear con furia ese c¨®rner de Trippier y enviarlo a la red, para delirio del estadio y justicia del f¨²tbol. Con ¨¦l, con su equipo: el Atl¨¦tico empataba as¨ª el partido. 2-2. Se hab¨ªa levantado ante la Juve a cabezazos.
Hora y media antes, hab¨ªan saltado los rojiblancos como si llevaran cosido ese tifo en cada bota y espinillera. La Juve quer¨ªa la manija pero el Atleti pon¨ªa la intenci¨®n. Un Atleti sin sorpresas, con el regreso de Thomas para darle empaque al centro del campo y alas a Jo?o F¨¦lix. En la piel de la Juve a¨²n estaba fresco el recuerdo del amistoso del verano y sus dos goles. Recibi¨® coscorrones, tres pataditas, la m¨¢s fuerte de Pjanic, antes de llevarse un bal¨®n que Costa le entreg¨® en el centro. Y a volar.
Porque Jo?o agarr¨® la pelota, subi¨® la cabeza y a correr maradoniano. Un recorte, otro y siete rivales que salieron a su encuentro sin que ninguno le consiguiera frenar. Lo hizo Szczesny al final, enviando a c¨®rner su disparo. El Atleti apretaba, un Atleti bien armado, eficaz en las ayudas y sin errores, mientras la Juve palidec¨ªa. Bland¨ªa el Cholo dos pu?ales: Lodi y Trippier. Llegaban constantemente a la l¨ªnea de fondo, centraban cada bal¨®n, el partido convertido en un mon¨®logo que sal¨ªa de la pizarra de Simeone. Pero faltaba contundencia. De Ligt y Bonucci llegaban f¨¢cil a despejar cada bal¨®n.
Hasta el minuto 22, Cristiano no logr¨® armar un disparo, f¨¢cil a las manos de Oblak. Se estiraba la Juve pero el ¨¢rea de Jan ten¨ªa guardi¨¢n: Gim¨¦nez, un Comandante mejor imposible. Despej¨® ante Pjanic y tambi¨¦n ese bal¨®n que buscaba a Higua¨ªn. El descanso llegar¨ªa con Oblak sacando de nuevo los guantes ante Cristiano, siempre un peligro. La Juve se iba al descanso gris¨¢cea pero viva, muy viva, y con 45 minutos de partido a¨²n por delante.
S¨®lo dos necesit¨® de la segunda parte para traer a Madrid el fr¨ªo de aquella noche en Tur¨ªn. Fue una contra rapid¨ªsima de Higua¨ªn y su centro al segundo palo para dejarle el bal¨®n perfecto a la zurda de Cuadrado. Bicicleta y trallazo a la escuadra. Escrito estaba: deb¨ªa ser ¨¦l. El futbolista elegido por Sarri para jugar en la derecha en lugar de Bernardeschi, el que mat¨® en Tur¨ªn, por la lesi¨®n de Douglas, el que mare¨® en el amistoso de verano. Tard¨® el Atleti en reponerse del golpe. Sobre todo porque el segundo de la Juve fue casi inmediato. Matuidi meti¨® la cabeza en la herida, tras un centro de Alex Sandro al rato, 0-2. Y el Atleti con Jo?o siempre lejos del juego, Costa s¨®lo pelea y Gim¨¦nez enviando sobre la porter¨ªa de Szczesny la ocasi¨®n m¨¢s clara.
No bajar¨ªa la cabeza sin embargo el Comandante. Todo lo contrario. La puso al servicio del equipo, para levantarlo. Sac¨® un c¨®rner Koke y su cabece¨® se convirti¨® en una asistencia para su compa?ero en la batalla, Savic, que se lanz¨® sobre ¨¦l con todo, de ojos cerrados. 1-2. Se acerc¨® el Atleti en el marcador, se igual¨® todo en la hierba, empez¨® a quemar el partido. Thomas cay¨® al suelo acalambrado. Simeone mir¨® atr¨¢s y decidi¨® soplarle el polvo a ese fichaje que a¨²n no hab¨ªa debutado, H¨¦ctor Herrera.
Con ¨¦l entrar¨ªa Vitolo y el Atleti se lanzar¨ªa sobre la porter¨ªa de Szczesny. Acarici¨® el empate Vitolo. Lo pidi¨® Costa, a gritos, desesperado, cuando ni el ¨¢rbitro, ni el VAR, vieron que Bonucci palmeaba el bal¨®n en el ¨¢rea. Lo marcar¨ªa Herrera: fue salir y darle criterio al bal¨®n y al equipo, perfecto en la distribuci¨®n y el mando. Cruji¨® su cuello cuando cabece¨® ese c¨®rner. Gol. Delirio. Su pu?o al aire, la fe inquebrantable. Ni Cristiano, en una ¨²ltima ocasi¨®n que se fue fuera por dos mil¨ªmetros, pudo estropearla. Bienvenido,
H¨¦ctor. Bienvenida, Champions.