Sevilla, un coraz¨®n que late
</br><a title=¡¯ Ajax ¨C PAOK en vivo: Champions League, tercera ronda¡¯ href=" https://mexico.as.com/mexico/2019/08/13/futbol/1565717391_110275.html"> Ajax ¨C PAOK en vivo: Champions League, tercera ronda</a>


Corazones que laten gritando Sevilla se fueron del S¨¢nchez Pizju¨¢n con el orgullo por las nubes despu¨¦s de empatarle al Liverpool un 0-3 en el minuto 93 con un gol ag¨®nico de Pizarro, que se abraz¨® a Berizzo despu¨¦s de completar la gesta. Levantarle tres goles un club de leyenda cinco veces campe¨®n de Europa est¨¢ cerca de la haza?a. Bien lo sabe el Liverpool por aquella final memorable de Estambul en 2005. En t¨¦rminos de clasificaci¨®n, el empate tuvo cierto valor. Al Sevilla le vale un punto en Maribor para asegurar la clasificaci¨®n. Pero, por encima de todo, fue un tesoro de punto en t¨¦rminos emocionales y de prestigio. Primero, el Sevilla se crey¨® al fin que s¨ª es un equipo de Champions. Acomplejado en la competici¨®n con algunas noches p¨¦simas en el curr¨ªculo, como si s¨®lo se sintiera pleno en la Europa League, se demostr¨® que s¨ª puede con este escenario y esa m¨²sica celestial. En t¨¦rminos de prestigio, el 3-3 llenar¨¢ informativos y har¨¢ marca mundial. Y si queremos dejarlo en el consumo interno, de las tertulias de ma?ana por Nervi¨®n o la Buhaira, el punto tambi¨¦n le hizo un gran favor a Berizzo, que volte¨® el partido con un cambio arriesgado (Nzonzi por V¨¢zquez) pero brillante y cambi¨® la direcci¨®n de la noche. De un viaje hacia un rid¨ªculo sin paliativos hasta la heroica del 3-3 de Pizarro.
Klopp, otro amante de la ¨¦pica, asisti¨® at¨®nito al final de la historia. Si realmente no conoc¨ªa el himno del Sevilla como dijo, anoche lo escuch¨® bien fuerte. El alem¨¢n lo hab¨ªa visto ganado despu¨¦s de una puesta en escena de impresi¨®n del Liverpool. Su frente de ataque, inspirado con espacios, impone. Y su estrategia funcion¨®. El Liverpool calc¨® sus dos primeros goles: c¨®rners sacados al primer palo con prolongaci¨®n que encontraron a Firmino y Man¨¦. Un misil en la l¨ªnea de flotaci¨®n de Berizzo, se?alado por la pasividad t¨¢ctica en la pizarra. Nolito, al palo, y Ben Yedder, fuera por mil¨ªmetros, hab¨ªan perdonado con el 0-1. El 0-3 de Firmino result¨® devastador. No s¨®lo por su valor, sino por lo que anunciaba. Salah, Firmino y Man¨¦ estaban desatados con espacios. Se anunciaba para el Sevilla un apocalipsis muy inoportuno admitiendo que el equipo no ha terminado de asentarse. Se temi¨® por un resultado doloros¨ªsimo. Fue entonces cuando Brych mand¨® a los jugadores al t¨²nel de vestuarios.
¡°Hab¨ªamos dado verg¨¹enza¡±, admiti¨® Pizarro al final. Dijo el argentino que sacaron ¡°los huevos¡± (sic). Pero tambi¨¦n el f¨²tbol. Berizzo se carg¨® a Nzonzi y cre¨® un interesant¨ªsimo cord¨®n umbilical. Banega retras¨® su posici¨®n y arranc¨® las jugadas. Mudo V¨¢zquez, un incomprendido para la grada pero un creador que tiene el f¨²tbol en la cabeza, enlaz¨® con los puntas y fue indetectable para el Liverpool. El Sevilla rompi¨® a jugar y consigui¨® un gol r¨¢pido (Ben Yedder, 51¡¯) que enchuf¨® al m¨¢gico S¨¢nchez Pizju¨¢n. Se cre¨® una atm¨®sfera fabulosa de remontada. Escudero volvi¨® a ser un avi¨®n en su carril. Las estrellas del Liverpool desaparecieron, especialmente un Coutinho que apenas dej¨® un par de pinceladas y se esfum¨®. Con el 2-3 (Brych oblig¨® a tirar dos veces el penalti a Ben Yedder), Klopp meti¨® a Emre Can y Milner porque Alberto Moreno, que llevaba una temporada espl¨¦ndida, estaba desbordado y el carril izquierdo, con Coutinho poco solidario, era una autopista. El cambio de Muriel no funcion¨®. Pero donde ya no llegaba al f¨²tbol, alcanzaron las pasiones. El dicen que nunca se rinde conect¨® con el ¡°coraz¨®n que late gritando Sevilla¡±. Hasta el 3-3. Emocionante.