Y Kobe destroz¨® a Carmelo: Lakers, Nuggets y una serie para el recuerdo
En 2009 los Nuggets estuvieron a dos victorias de las Finales, pero Kobe emergi¨® y enterr¨® el sue?o. En Colorado estaban Karl, Billups, Smith...


Los Nuggets han sido tradicionalmente un mercado peque?o. Diminuto, de hecho, si tenemos en cuenta la poca cantidad de agentes libres que han acudido a dicha franquicia. Nacieron en los albores de la ABA y llegaron a unas Finales con Larry Brown, que no consigui¨® su anillo hasta casi 30 a?os despu¨¦s (2004, con los Pistons), en el banquillo. Y tras la desaparici¨®n de la competici¨®n en esa dura pugna contra la NBA que asom¨® en los 70, llegaron a la mejor Liga del mundo junto a Spurs, Pacers y Nets. Desde entonces, se han colado en cinco finales de Conferencia, su tope hasta que este a?o Nikola Jokic permiti¨® avanzar a los suyos, que se cuelan en sus primeras Finales de forma totalmente merecida. Antes, cayeron ante los Sonics (4-2, en 1978) y ante los Lakers en tres ocasiones: en 1985 (45-1), en 2009 (4-2) y en 2020, en la burbuja de Orlando (4-1). Su rival maldito, el mismo al que hace unos meses borraron del mapa con un sweep (4-0) incontestable.
Los Sonics estaban predestinados a unas Finales que perdieron contra los Bullets en la primera de esas series. Los Nuggets tampoco pudieron hacer nada en 1985, cuando Magic Johnson lideraba el Showtime y permit¨ªa a la NBA presumir del juego m¨¢s cautivador del planeta. No sirvieron entonces los talentos de Alex English o Calvin Natt. Igual que en 2020, en la burbuja, con el mismo proyecto que ahora y liderados por Jokic y Jamal Murray, se hizo evidente que a los de Colorado les faltaba todav¨ªa algo de fritura, la que ahora s¨ª tienen, para poder luchar por el anillo. Pero en 2009 la historia era otra: ah¨ª los Lakers s¨ª que estuvieron cerca de quedarse sin premio. Es, probablemente, la mejor plantilla de los Nuggets que han tenido enfrente (quitando la de este a?o). Y el ejercicio de personalidad que ejercieron para pasar la serie, con un Kobe Bryant inconmensurable, qued¨® para el recuerdo en la que fue una de las mejores eliminatorias, aunque a veces olvidada, del siglo XXI.
Fue el momento de esos Nuggets, que ten¨ªan entonces una plantilla fant¨¢stica, maravillosa. Era el culmen del proyecto que se inici¨® en 2003, cuando Carmelo Anthony lleg¨® a trav¨¦s del draft para liderar a una franquicia peque?a al premio m¨¢s grande. Era el objetivo, y por eso George Karl el entrenador. Lleg¨® a mitad de la 2004-05 para convertir un r¨¦cord de 17-25 en uno de 49-33, permitiendo as¨ª llegar a playoffs. Y ya se qued¨®: apadrin¨® a Carmelo, aguant¨® la tempestad con la llegada de Allen Iverson y sac¨® toda su maestr¨ªa cuando aterriz¨® en la entidad la pieza que le faltaba, un Chauncey Billups que aterriz¨® a cambio del propio Iverson despu¨¦s de pisar la final de Conferencia en el Este de forma ininterrumpida desde 2003. Se llev¨® esa suerte a Denver, ya que los Nuggets pisaron la misma ronda por primera vez en el proyecto, tercera entonces en su historia en la NBA. Y, de repente, ah¨ª estaban: a 8 victorias del anillo tras batir a Hornets (4-1) y Mavericks (4-1) en las dos primeras rondas con un dominio y una claridad insultantes. Se fueron a un 54-28 de r¨¦cord, segundos en el Oeste despu¨¦s de los Lakers, sus rivales, que llegaron a 65 e iban envalentonados hacia el t¨ªtulo tras caer en las Finales ante los Celtics (4-2) unos meses antes.
La serie fue fant¨¢stica. Seis partidos brutales, cuatro de ellos igualados, alternancias, tensi¨®n, f¨ªsico y talento. Nunca los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol se enfrentaron en unas finales de Conferencia ante un rival de semejante envergadura. Billups (18 puntos por partido en regular season) estaba a los mandos y aportaba en ambos lados de la pista. Por ah¨ª estaba tambi¨¦n JR Smith (m¨¢s de 15 y rozando el 40% en triples), Nen¨¦ Hilario (14, con casi 8 rebotes), los 11,7 de Kenyon Martin y los, claro, 22,8 de Carmelo, con menos incidencia que otros a?os en el ataque por la asunci¨®n de responsabilidades de Billups y su mayor esfuerzo defensivo, algo que se potenci¨® en playoffs pero no se sostuvo de forma constante en casi ning¨²n momento de su carrera. Contra todos ellos y contra el f¨ªsico que rozaba la legalidad de Dhantay Jones tendr¨ªan que enfrentarse los Derek Fisher, Trevor Ariza y compa?¨ªa. Con Phil Jackson en el banquillo, claro. Hace no mucho que estaba por aqu¨ª y, sin embargo, parece que han pasado mil a?os. Cosas de la NBA.
Una serie decidida por Kobe
El factor diferencial fue Kobe Bryant. Ah¨ª, cuando las cosas iban mal, emerg¨ªa el mortal veneno de la Mamba Negra. Su nivel de juego y el esfuerzo que puso en ambos lados de la pista fue incre¨ªble, m¨¢gico, majestuoso. Fue el elemento que inclin¨® la balanza en una serie muy igualada, el que puso la puntilla al final, el que pele¨® en el barro y en el cielo. Donde fuera necesario. El primer partido fue un aviso de lo que estaba por venir: 40 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y una victoria ajustada (105-103). En el segundo se volvi¨® a ir a una estad¨ªstica formidable (32+5+3), pero los 34 tantos de Carmelo permitieron a Denver poner la igualdad (106-103), conseguir la ventaja de campo y poner rumbo a Colorado, al actual Ball Center, su nicho en la Mile High, la milla (m¨¢s de 1.600 metros) de altitud que convierte su pista en un lugar verdaderamente hostil, a la cuenca la cuenca del r¨ªo Platte Sur, las faldas de las Monta?as Rocosas. Los Nuggets llegaban 6-0 en su estadio sin que nada ni nadie les hubiera podido batir. Y el partido m¨¢s igualado de todos los playoffs en casa fue con una diferencia de 12 puntos. Eran malas (muy malas) noticias para los Lakers.
Ah¨ª se hizo due?o y se?or definitivamente Kobe de una serie que se convirti¨® en la suya. Sus 41 puntos en el tercer asalto, una exhibici¨®n formidable, permitieron a los Lakers recuperar la ventaja de campo. Un triple suyo con JR Smith delante es ya una jugada ic¨®nica, eternamente recordada. Los Lakers ganaron (97-103), se pusieron 2-1, perdieron el que tocaba (120-101 en el game 4) y se encaminaron al cobijo del por entonces Staples Center para asegurar el 3-2. Kobe se fue a 34+7+5 en el primero de esos choques (2 de 10 en triples) y a 22+5+8 en el siguiente, el ¨²nico en el que baj¨® de los 30 tantos en toda la serie. Un gran trabajo coral dio una victoria tambi¨¦n trabajada (103-94) y todo se decidir¨ªa en el sexto... aunque eso los Nuggets todav¨ªa no lo sab¨ªan.
Se entregaron. La l¨®gica se impuso y el equipo que llegaba 6-0 en su casa a las finales del Oeste acab¨® 7-2, con las dos derrotas en una misma serie, ante los Lakers. El resultado lo dice todo: 92-119. Kobe se fue a 35 puntos, 5 rebotes y 10 asistencias, se compagin¨® a la perfecci¨®n con Pau Gasol (20+12) y se aprovech¨® del buen hacer de Trevor Ariza (17, con 3 de 4 en triples) y los 20 tantos y 8 rechaces de Lamar Odom desde el banquillo. Los Lakers ya mandaban de 13 al descanso (40-53) y solo aumentaron paulatinamente su ventaja para llegar a sus segundas Finales consecutivas y, esta vez, hacerse con el anillo ante los Magic de Dwight Howard y Stan Van Gundy (4-1). Fue, por cierto, el anillo de la redenci¨®n para Kobe, que dejaba atr¨¢s la tortura china que hab¨ªa supuesto la imposibilidad de ganar sin Shaq (campe¨®n en 2006 tras dejar Los ?ngeles en 2004). Y el de la reivindicaci¨®n para Phil Jackson, el d¨¦cimo de sus once para adelantar a Red Auerbach y liderar la lista de entrenadores campeones en solitario.
El proyecto de esos Nuggets termin¨® ah¨ª. Cayeron al a?o siguiente ante los Jazz en primera ronda (4-2), mientras que las fricciones de Carmelo con la entidad se hac¨ªan evidentes. El alero sali¨® a mitad de la temporada 2010-11 rumbo a los Knicks, solo unos meses despu¨¦s de que LeBron James y su controvertida The Decision dieran al Rey una nueva camiseta, la de los Heat. Ambos hab¨ªan llegado juntos a sendos proyectos y ambos los abandonaron ante la imposibilidad de resultados. Eso s¨ª, la historia de uno no es la misma que la del otro. Carmelo pas¨® por los Knicks antes de convertirse en un producto t¨®xico que cambiaba de piel seg¨²n le conven¨ªa a sus equipos, sin poder adaptarse a los nuevos tiempos y sin estar tan cerca del anillo como lo estuvo con los Nuggets. Hoy est¨¢ retirado. LeBron, por su parte, es parte del Olimpo y sigue luchando contra la l¨®gica y el tiempo. Para el recuerdo quedan esas finales del Oeste de 2009. Nunca los Nuggets estuvieron tan cerca del anillo hasta ahora, claro. Que ya lo tienen en su poder.