Un equipazo de los de toda la vida
Un proyecto de vieja escuela, gestado con paciencia y que ha recibido golpes hasta llegar al trono de la NBA. Uno que empez¨® con Ujiri, Carmelo Anthony...


Todo, claro, tiene un comienzo. Si se quiere, el de Denver Nuggets se remonta a la fiebre del oro que se hizo sentir en las monta?as de Colorado en el siglo XIX. Esas pepitas por las que muchos se jugaban la vida, nuggets, dieron despu¨¦s nombre a un equipo de baloncesto que hizo viaje heroico, tambi¨¦n tiempo de pioneros, desde los circuitos amateur a la primera NBA. Que desde los a?os 30 fue Safeway Pigs, American Legion, Ambrose Jellymakers, Refiners¡ y Nuggets, por supuesto. Con ese nombre jugaron en 1948 en aquella NBL (National Basketball League) que fue absorbida justo despu¨¦s por la BAA (Basketball Association Of America); El embri¨®n de una NBA en la que los Nuggets originales jugaron una temporada, la 1949-50 en la que solo ganaron 11 partidos (11-51). De largo el peor equipo pero, eh, el ¨²nico de la competici¨®n al oeste del Mississippi durante una d¨¦cada, hasta que los Lakers cambiaron Mine¨¢polis por Los ?ngeles. Solo un a?o, con un entrenador-jugador que ven¨ªa de combatir en la Segunda Guerra Mundial, Jimmy Darden, y un base al que se considera el inventor del tiro en suspensi¨®n: Kenny Sailors, nacido en Nebraska y el primero que se levant¨® a lanzar de una manera m¨¢s o menos reconocible para los aficionados de la era moderna.
Aquellos Nuggets no eran estos Nuggets, los que acaban de proclamarse campeones de la NBA por primera vez. Estos son los que recuperaron el baloncesto profesional para Denver en 1967. Primero como Larks (alondras: el p¨¢jaro de Colorado), despu¨¦s como Rockets por el nombre de los camiones con los que hizo fortuna el que era su propietario; y finalmente, en 1974 y para evitar futuros problemas con el equipo de Houston, otra vez los Nuggets tras votaci¨®n popular. El equipo estaba en la ABA, aquella destartalada y maravillosa historia de contracultura deportiva, pero mov¨ªa todos los hilos posibles para saltar a la NBA. Dos a?os despu¨¦s, fue uno de los cuatro equipos que sobrevivi¨® a la ABA e ingres¨® en la NBA a trav¨¦s del merger, una fusi¨®n que fue en realidad absorci¨®n. Los otros tres fueron Spurs, Nets y Pacers. Hasta ahora, solo los Spurs hab¨ªan sido campeones en la NBA.
Hasta estos Playoffs 2023, los Nuggets no solo no hab¨ªan sido campeones: ni siquiera hab¨ªan ganado el Oeste y accedido a la lucha por el t¨ªtulo. Eran el equipo de Rocky, la mascota que est¨¢ en el Hall of Fame de lo suyo. El de las Rocosas y la Mile High, los m¨¢s de 1.600 metros de altitud que estrangulan a los rivales. El que tuvo como primer jugador al p¨ªvot Byron Beck porque su verdadera elecci¨®n, el m¨ªtico Walt Frazier, prefiri¨® irse a la NBA y enrolarse en los Knicks. El que tiene retirado el n¨²mero 432 por los partidos que gan¨® como entrenador en la d¨¦cada de los ochenta Doug Moe, un entrenador inolvidable que introdujo un estilo, la motion offense, de movimientos y pases extra para encontrar al tirador liberado. Un toque de lo que estaba por venir, una fiebre anotadora que enlaz¨® 136 partidos sin caer por debajo de 100 puntos y promedi¨® 126,5 en la temporada 1981-82, todav¨ªa la media m¨¢s alta de cualquier equipo en cualquier curso NBA. Aquellos Nuggets en los que el m¨ªtico Alex English anotaba a chorro jugaron el partido con m¨¢s puntos de siempre, el que perdieron contra los Pistons despu¨¦s de tres pr¨®rrogas: 186-184. English sigue teniendo casi todos los r¨¦cords de la franquicia, incluido el de puntos, pero Nikola Jokic ya le ha quitado unos cuantos. Entre ellos, el de asistencias.
Los Nuggets nunca dejar¨¢n de ser el equipo de English, Kiki Vandeweghe, Fat Lever, Dan Issel, David Thompson (el ¨ªdolo de Michael Jordan) o Dikembe Mutombo, ancla defensiva del primer octavo cabeza de serie que elimin¨® a un l¨ªder de Conferencia (1994). Y por supuesto el de Carmelo Anthony, la megaestrella que devolvi¨® la vida a la franquicia y luego pareci¨® quit¨¢rsela con el tumultuoso divorcio que acab¨® con su traspaso a los Knicks. Aquel equipo de Melo, que no ha completado la reconciliaci¨®n con su primera ciudad NBA, sigue siendo la ¨²nica versi¨®n de los Nuggets con cuatro temporadas seguidas de al menos 50 victorias, la que pudo reinar en 2009 pero se top¨® con los Lakers. Una especie de ¨²ltima puerta, el verdugo en finales de Conferencia (1985, 2009, 2020) al que, otro exorcismo, derrotaron este a?o para reinar en el Oeste. Por fin.
Desde Ujiri y el traspaso de Carmelo
Aquellos corrimientos de tierra que sepultaron la era Carmelo, el destino lanza dados caprichosos al tablero de la NBA, estaban empezando a conformar el mapamundi de este campe¨®n de 2023. Uno con toque de moraleja, happy ending en tiempos de s¨²per equipos, estrellas empoderadas y propietarios sin termino medio: o demasiado ambiciosos, o m¨¢s taca?os de la cuenta. En una Liga en la que nada parece durar y una temporada es una eternidad, estos Nuggets son una sugerente mezcla de fe, necesidad y perseverancia... con unos cuantos coscorrones encima.
En 2000, la familia Kroenke se hizo con la franquicia, el Pepsi Center (hoy Ball Arena, un pabell¨®n construido en 21 meses e inaugurado en 1999 con un concierto de Celine Dion) y los Colorado Avalanche de la NHL por 450 millones de d¨®lares. Hoy, los Nuggets rozan los 2.000 millones de valor, un mercado todav¨ªa en la mitad baja de una NBA en plena edad de oro. El patriarca, Stan, puso a su mujer a cargo de Nuggets y Avalanche cuando pas¨® a controlar los Rams de la NFL, una competici¨®n que no deja que sus propietarios controlen franquicias de distintos estados. La familia Kroenke tambi¨¦n maneja, entre otros, el Arsenal que ha estado a punto de ganar la ¨²ltima Premier League.
En aquellos Nuggets que cog¨ªan impulso con el cambio de manos meti¨® la cabeza Masai Ujiri, que acab¨® y¨¦ndose en 2013 a Toronto Raptors con contrato millonario y reputaci¨®n de s¨²per directivo. El Ejecutivo del A?o en 2019 comenz¨® con labores de scouting internacional y en 2010 se convirti¨® en general manager y vicepresidente de operaciones. Fue, por lo tanto, el arquitecto del megatraspaso, 22 de febrero de 2011, de Carmelo a los Knicks. Un movimiento masivo que implic¨® a doce jugadores y tres equipos, y que dej¨® a los Nuggets con solo nueve en rotaci¨®n para esa misma noche, en la que ganaron mientras la grada cantaba ¡°Who needs Melo¡±. Qui¨¦n necesita a Melo. Aquel d¨ªa, entre mucho ruido y titulares descacharrantes, viaj¨® de Nueva York a Colorado un intercambio de rondas en 2016 que, m¨¢s de cinco a?os despu¨¦s, permiti¨® a los Nuggets hacerse con Jamal Murray.
Ujiri hab¨ªa dejado un regalo, una semilla, antes de irse con contrato millonario (15 millones, cinco a?os) como har¨ªa despu¨¦s su sucesor, un Tim Connelly que ascendi¨® en 2013 y puso rumbo a Minnesota el a?o pasado con un acuerdo de 40 por cinco. Y que fue quien dio el banquillo en 2015 a Michael Malone. Un entrenador con menos de dos a?os de experiencia como head coach, en los convulsos Kings de DeMarcus Cousins, pero una larga trayectoria como asistente. Y con pedigr¨ª: su padre, Brendan, fue asistente de Chuck Daly en los Bad Boys de Detroit Pistons. Los Nuggets, una cuesti¨®n de paciencia y perspectiva, dejaron a Malone trabajar aunque no meti¨® al equipo en playoffs hasta su cuarta temporada. Siempre, eso s¨ª, mejor¨® el balance de victorias: 33, 40, 46 y 54, finalmente, para sacar billete a unos playoffs tras los que tampoco se cambi¨® de rumbo pese a una eliminaci¨®n muy dolorosa, en un s¨¦ptimo partido como local, contra los Trail Blazers. Esa noche, Jokic llor¨® en el vestuario y pidi¨® perd¨®n a sus compa?eros. Hab¨ªa promediado en la eliminatoria 27,1 puntos, 13,9 rebotes y 7,7 asistencias.
Malone ya es, por cierto, el cuarto entrenador que m¨¢s tiempo lleva en la misma franquicia. Por delante de ¨¦l, los ¨²nicos tres que a priori se pueden considerar intocables en la NBA: Steve Kerr (desde 2014 en los Warriors), Erik Spoelstra (desde 2008 en los Heat) y el inalcanzable Gregg Popovich, que se puso a s¨ª mismo al frente de los Spurs en diciembre de 1996 y se ir¨¢ cuando a ¨¦l le venga en gana.
El pick de Murray, el trade de Gordon
Connelly, al que sucedi¨® Calvin Booth (en su d¨ªa un trotamundos de la NBA) construy¨® sin golpes de efecto ni movimientos masivos. Incluso cuando prepar¨®, tras consultarlo con Jokic, el traspaso por Aaron Gordon, la operaci¨®n con la que sinti¨® que daba sello de finalizado a su producto, unos Nuggets aspirantes al anillo. Uno de los toques finales de un proyecto construido con el draft como piedra angular. A fuego lento, madurando a base de cicatrices. As¨ª ten¨ªa que ser porque no son las Rocosas tierra de grandes agentes libres. Solo en los ¨²ltimos a?os, LeBron James ni se puso al tel¨¦fono en 2018 y, un par de veranos antes, se consider¨® un ¨¦xito que un Dwyane Wade ya veterano accediera a hablar.
Jamal Murray, el excepcional guard canadiense (26 a?os) que ejerce de perfecto acompa?ante para Jokic, lleg¨® en ese draft de 2016 desde un puesto 7 que era de los Knicks. Los Nuggets eleg¨ªan con el pick 9 con solo una victoria m¨¢s (33-49 por 32-50) que los neoyorquinos. Fue cosa del destino. Para empezar, el arquero canadiense cay¨® por debajo del top 5 en el que lo ve¨ªan muchos despu¨¦s de un a?o muy prometedor en Kentucky. Minnesota Timberwolves le dio ese pick 5 a Kris Dunn y New Orleans Pelicans, el 6 a Buddy Hield. Del top 25 solo siguen en los equipos que los eligieron Murray y Jaylen Brown, el pick 3 de los Celtics.
Fue el premio a apostar por el talento, sin pensar en posiciones, un a?o despu¨¦s de haber elegido, tambi¨¦n con el 7, a Emmanuel Mudiay, para muchos el mejor base de su camada y, finalmente, una enorme decepci¨®n en la NBA. El chasco qued¨® olvidado por el acierto con Murray, una pieza esencial en un puzle que hab¨ªa dado una enorme zancada en 2014, con dos elecciones en el top 19 y otra ya en segunda ronda. Un pick 41 invertido, mientras la televisi¨®n emit¨ªa un anuncio de Taco Bell, en Nikola Jokic. Antes, los Nuggets enviaron su n¨²mero 11 a Chicago, donde quer¨ªan hacerse a toda costa con Doug McDermott. A cambio, se llevaron las elecciones 16 y 19, que invirtieron en Jusuf Nurkic y el que parec¨ªa su gran captura en aquel draft: el escolta Gary Harris, anotador y defensor (lote completo) de Michigan State al que algunos daban proyecci¨®n de top 10.
Harris fortaleci¨® un n¨²cleo duro del que sali¨® con destino Orlando siete a?os despu¨¦s, en la operaci¨®n Gordon que se adelant¨® al cierre del mercado invernal en 2021. El escolta, RJ Hampton y una primera ronda de 2025 fueron un precio nada exagerado por un jugador que llegaba para ser el obrero primordial, el pegamento que faltaba en el quinteto inicial. A diferencia de Jerami Grant, que se hab¨ªa marchado a Detroit para tener m¨¢s protagonismo en ataque, Gordon lleg¨® dispuesto a hacer lo que se le pidiera, ya atr¨¢s sus intentos de ser una estrella joven (fue pick 4 en 2014, el draft de Harris y Jokic) y cansado de que se hablara de ¨¦l solo cuando se acercaban los concursos de mates. Con una energ¨ªa radiante, el quinteto Murray-Will Barton-Michael Porter Jr-Gordon-Jokic gan¨® siete partidos de nueve y ofreci¨® unas sensaciones maravillosas¡ hasta que, poco antes de los playoffs 2021, Murray sufri¨® una grave lesi¨®n de rodilla que lo sac¨® de las pistas durante el resto de esa temporada y toda la siguiente. Un frenazo en seco para lo que ya parec¨ªa un aspirante de verdad al t¨ªtulo, una evoluci¨®n definitiva del equipo que hab¨ªa remontado dos 3-1 en la burbuja de Florida antes de perder la final del Oeste contra unos Lakers de hormig¨®n.
La lesi¨®n de Murray forz¨® un par¨¦ntesis en las aspiraciones del equipo mientras Jokic, MVP en 2021 y 2022, ascend¨ªa al nivel de megaestrella. Entre teor¨ªas de todo pelaje sobre por qu¨¦ siempre parec¨ªa haber otros equipos mejores en el Oeste, no se daba el suficiente peso a la m¨¢s b¨¢sica: faltaba la combusti¨®n diferencial de talento de Murray, que sigue sin ser all star en un equipo que es el decimotercer campe¨®n con solo uno su roster: Jokic, claro, el jugador que en su d¨ªa desplaz¨® a Nurkic porque era mucho mejor, pero tambi¨¦n porque no se obsesion¨® con qui¨¦n ser¨ªa el macho alfa en la pintura. Cuando Malone intent¨® que jugaran juntos, el serbio pidi¨® empezar desde el banquillo poque aquello no funcionaba. Cuando su titularidad se convirti¨® en incuestionable, Nurkic pidi¨® salir hasta que, con mala cara, acab¨® en los Blazers.
Michael Porter Jr, sin nada que perder
El tercer drafteado del quinteto, junto a Murray y Jokic, es Michael Porter Jr, elegido con el pick 14 en 2018, el draft de Luka Doncic. Aspirante a n¨²mero 1 cuando maravillaba en los institutos de Seattle, una lesi¨®n de espalda dej¨® su temporada de College reducida a tres partidos. Y dispar¨® las alarmas en franquicias que, de otra manera, lo habr¨ªan escogido con los ojos cerrados. Desde su c¨®modo 14, los Nuggets recogieron a Porter en plena ca¨ªda. Ten¨ªan proyecto y jugador franquicia: no iban a draftear por necesidad. Pod¨ªan arriesgar y, si sal¨ªa bien, habr¨ªan robado material explosivo. Porter acumula ya tres operaciones de espalda, no jug¨® en su a?o rookie y solo pis¨® la pista en nueve partidos del curso 2021-22. Pero es el alero titular del campe¨®n, y los Nuggets han visto lo suficiente como para darle, pese al riesgo, una extensi¨®n de 172 millones por cinco a?os.
Jokic, Murray, Porter (a los que solo ha entrenado en la NBA Malone) y Gordon hab¨ªan encajado como n¨²cleo duro de m¨¢xima ambici¨®n. Un aspirante que solo necesitaba, sus deberes para el pasado verano, endurecer su rotaci¨®n exterior. Donde ya no estaba Harris y por la que hab¨ªan pasado los Barton, Monte Morris, Facu Campazzo, Austin Rivers¡ Hac¨ªa falta una mezcla s¨®lida de defensa, experiencia, mentalidad acorazada y, esto es 2023, un poco de tiro. Kentavious Caldwell-Pope, escolta que hab¨ªa sido campe¨®n con los Lakers de la burbuja, lleg¨® desde Washington a cambio de Morris y Barton. Y Bruce Brown fue un acierto enorme en los m¨¢rgenes de la agencia libre: 13 millones por dos a?os, en formato 1+1.
La rotaci¨®n b¨¢sica de las Finales la completaron un joven y un veterano. Christian Braun (22 a?os), ha acabado siendo un hallazgo desde el puesto 21 del ¨²ltimo draft. Un alero de trabajo sucio que lleg¨® a la NBA m¨¢s hecho que otros novatos despu¨¦s de tres a?os y un t¨ªtulo de campe¨®n en Kansas. A las puertas de un nuevo convenio que se pondr¨¢ dur¨ªsimo con los muy gastadores, jugadores como ¨¦l, con salarios todav¨ªa manejables, van a ser un recurso valios¨ªsimo, especialmente para los equipos de m¨¢xima aspiraci¨®n. El viejo es Jeff Green, un antiguo 5 del draft que tiene 36 a?os y est¨¢ en su und¨¦cimo equipo NBA. A lo largo de una carrera en la que ha hecho muchas maletas ha jugado con, entre otros, Chris Paul, Russell Westbrook, John Wall, Derrick Rose, Kyrie Irving, James Harden, Dwyane Wade, Donovan Mitchell, Bradley Beal, LeBron James, Kevin Durant, Paul Pierce, Vince Carter, Kevin Garnett, LaMarcus Aldridge, Blake Griffin, Zach Randolph, Shaquille O¡¯Neal, Dwight Howard, Marc Gasol... y, por supuesto, Jokic y Murray.
Los once equipos de Green se quedan cortos la lado de los trece de Ish Smith, un base que ha jugado en casi la mitad de las treinta franquicias de la Liga y que, fuera de la rotaci¨®n, ha echado un cable en un vestuario compacto, experto, maduro. El de un equipo que se fue forjando paso a paso, fuera del primer plano y no siempre entre aplausos y buenas referencias. Cimientos s¨®lidos, madera de campe¨®n. El gran sue?o de las Rocosas, por fin cumplido.