Un chiste sin Nikola Jokic

Michael Malone estaba enfadado: ¡°Ha sido vergonzoso, hemos sido un chiste¡­ tenemos fugas de gas, no s¨¦ en qu¨¦ est¨¢n pensando nuestros jugadores con solo once partidos para que acabe la temporada regular. Si seguimos jugando as¨ª, como estamos jugando ahora, acabaremos en el play in. Es as¨ª de sencillo¡±. Si siguen jugando as¨ª¡­ y si sigue lesionado Nikola Jokic, claro. El serbio tapa muchas de las carencias de estos Nuggets, que sin ¨¦l son estruendosas. Se ha perdido tres partidos, una racha abierta con una muy sorprendente victoria en pista de los Warriors a la que han seguidos dos pinchazos estrepitosos contra Lakers y ahora Trail Blazers (128-109). Por primera vez desde enero, dos derrotas seguidas, un 7-8 muy pobre desde el par¨®n del All Star y un 44-27 total que empieza a ser preocupante. El play in del que habla Malone est¨¢ a tres partidos y medio. Deber¨ªa bastar, pero¡­

Jokic casi nunca falta. Suele jugar siempre, a veces renqueante o muy justo de fuerzas. Pero juega. Con ¨¦l, los Nuggets son un equipo con desconchones, lagunas claras y problemas, pero picos muy altos gracias a un jugador franquicia superlativo y a lo que todav¨ªa re¨²nen, en algunos partidos, secundarios como Jamal Murray (que ahora mismo no es mucho m¨¢s que eso), Michael Porter Jr (tambi¨¦n venido a menos) y Aaron Gordon. Alguna pincelada del campe¨®n de 2023, un ¨¦xito colosal que parece muy lejano, entre angustias y errores que est¨¢n, salvo correcci¨®n superlativa en las pr¨®ximas semanas, gastando balas preciosas del prime de Jokic.

Con el serbio, los Nuggets deber¨ªan ser mejores de lo que son, pero la confecci¨®n del equipo ha ido empeorando en cada ventana de reconstrucci¨®n desde este t¨ªtulo de 2023. Sin ¨¦l¡­ se hunden de forma estrepitosa. Por eso se enfada Malone, que tampoco tiene soluciones. Y ma?ana toca visita a Houston, contra unos Rockets que llevan nueve victorias seguidas y que les sacan dos partidos en la lucha por el segundo puesto del Oeste. Una derrota dejar¨ªa a los de las Rocosas con el tercer puesto, que ahora ocupan los Lakers, como opci¨®n m¨¢s real¡­ y obligados a mirar por el retrovisor. Y, sobre todo, al tobillo de Jokic.

Los Nuggets no ten¨ªan a Jokic¡­ y los Trail Blazers no ten¨ªan a Sidy Cissoko, Deandre Ayton, Donovan Clingan, Jerami Grant, Anfernee Simons, Jabari Walker y Robert Williams. As¨ª que los Nuggets ni siquiera pueden usar la enfermer¨ªa como excusa. Un rival m¨¢s vivo, m¨¢s intenso y con menos ganas de autodestruirse les pas¨® por encima en la segunda parte (74-50), sobre todo a partir de un parcial de 14-0 en el tercer cuarto. Desde ah¨ª, los Nuggets no tuvieron respuesta, incapaces de buscar soluciones. Atrancados en ataque cuando Russell Westbrook, que hab¨ªa empujado en el primer tiempo, se encerr¨® en sus rincones m¨¢s t¨®xicos y totalmente desinteresados en defensa. Incapaces, sin ¨¢nimo ni f¨ªsico para proteger el aro. Cuando los Blazers dejaron de tirar por fuera y comenzaron a penetrar, encontraron v¨ªas permanentes hacia la canasta. Autopistas. Puntos f¨¢ciles. De Dalano Banton (19 puntos), de Shaedon Sharpe (1/10 en triples pero 23 puntos gracias a ese cambio de registros) y sobre todo de un Deni Avdija que jug¨® a placer (36 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias, 3 robos). Su intensidad (y la de Toumani Camara, Duop Reath¡­) no encontr¨® oposici¨®n en un rival blando, sin piernas y, lo que es peor, aparentemente sin coraz¨®n.

Los Blazers, por cierto, est¨¢n 32-39, han ganado cuatro partidos seguidos y siguen acerc¨¢ndose a esa pelea lastimosa que mantienen Mavericks y Suns por el d¨¦cimo puesto. El ¨²ltimo de play in. Lo que para los dem¨¢s es un objetivo miserable, p¨ªrrico, ser¨ªa un gran ¨¦xito en Oreg¨®n. La reconstrucci¨®n post Lillard est¨¢ siendo dura y el equipo estaba 13-28 el 19 de enero. Desde entonces, poco m¨¢s de dos meses, es un 19-11 en treinta partidos.

Los Nuggets solo metieron nueve triples (9/26), tiraron peor que unos Blazers que adem¨¢s arrasaron el rebote (15 de ataque los locales, 20 en defensa los visitantes), apilaron 21 p¨¦rdidas y acabaron con diferencias letales en la pintura (64-42) y en anotaci¨®n en segunda oportunidad (26-10). Es obvio que los Blazers tuvieron m¨¢s inter¨¦s, m¨¢s ¨¢nimo. Jugaron mejor. Michael Malone se enfad¨®, pero partidos como este ubican a su equipo en una realidad dura, desde luego desde el punto de vista de lo que deber¨ªa ser un candidato perenne al anillo. Y, especialmente, si sue?an con tener (finalmente nunca pueden, en el mundo real) la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de dosificar a Jokic. Visto lo visto, una quimera.

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