Todos los anillos que ha ganado Oklahoma City Thunder: ?cuenta el que gan¨® Seattle?
Boston Celtics ya tiene sucesor en el trono de la NBA. A los Pacers, que forzaron el s¨¦ptimo partido, les toca seguir esperando: dos Finales jugadas, las dos perdidas.


Oklahoma City Thunder lo ha conseguido. Ha culminado una temporada extraordinaria con el primer t¨ªtulo en la historia de la franquicia¡ desde la mudanza que la sac¨® de Seattle en 2008. El equipo entrenado por Mark Daigneault ha completado con el t¨ªtulo de campe¨®n un curso superlativo, rematado en unas Finales que se hab¨ªan complicado mucho: estuvo 1-2 y contra las cuerdas en el cuarto partido, el 1-3 a tiro en Indian¨¢polis, y tuvo finalmente que jugar un s¨¦ptimo, al filo, para coronarse como nuevo rey de la NBA, el sucesor de Boston Celtics.
As¨ª queda ahora el palmar¨¦s de campeones de la NBA tras el ¨¦xito de los Thunder y la derrota de unos Pacers que tendr¨¢n que seguir buscando su primer anillo en la NBA (ganaron tres, en los a?os setenta, en la extinta ABA):
Palmar¨¦s de la NBA
BOSTON CELTICS: 18 títulos en 23 Finales (78%)
LOS ANGELES LAKERS: 17 en 32 (53)
GOLDEN STATE WARRIORS: 7 en 12 (58)
CHICAGO BULLS: 6 en 6 (100)
SAN ANTONIO SPURS: 5 en 6 (83)
PHILADELPHIA 76ERS: 3 en 9 (33)
DETROIT PISTONS: 3 en 7 (42,9)
MIAMI HEAT: 3 en 7 (42,9)
NEW YORK KNICKS: 2 en 6 (25)
OKLAHOMA CITY THUNDER: 2 en 5 (20)
HOUSTON ROCKETS: 2 en 4 (50)
MILWAUKEE BUCKS: 2 en 3 (66,7)
CLEVELAND CAVALIERS: 1 en 5 (20)
ATLANTA HAWKS: 1 en 4 (25)
WASHINGTON WIZARDS: 1 en 4 (25)
PORTLAND TRAIL BLAZERS: 1 en 3 (33)
DALLAS MAVERICKS: 1 en tres (33)
BALTIMORE BULLETS: 1 en 1 (100)
SACRAMENTO KINGS: 1 en 1 (100)
TORONTO RAPTORS: 1 en 1 (100)
DENVER NUGGETS: 1 en 1 (100)
Esas son las franquicias que han sido campeonas, al menos una vez. Los Thunder todav¨ªa eran Seattle Supersonics cuando ganaron su primer anillo (lo perder¨¢n, como explicaremos a continuaci¨®n); los Kings, Rochester Royals y Baltimore Bullets gan¨® el t¨ªtulo en 1948 y desapareci¨® seis a?os despu¨¦s. Otros siete equipos han jugado Finales pero no han podido ser campeones: Phoenix Suns (tres perdidas), Utah Jazz (dos), Brooklyn Nets (dos), Orlando Magic (dos), Indiana Pacers (dos, con esta de 2025), Chicago Stags (una) y Washington Capitols (una). Finalmente, cinco equipos de la actual competici¨®n no han estado nunca ni siquiera en la lucha por el anillo: Charlotte Hornets, Los Angeles Clippers, Memphis Grizzlies, Minnesota Timberwolves y New Orleans Pelicans.
El extra?o caso de los Supersonics
Ahora que los Thunder han logrado el gran ¨¦xito, el que se resisti¨® en 2012 en las Finales perdidas por el equipo liderado por Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden, se hablar¨¢ mucho, otra vez, de si la franquicia tiene un t¨ªtulo o dos, si es el primero desde la mudanza o el primero en total. Y qu¨¦ pasa entonces con el ganado en 1979 por Seattle Supersonics, una franquicia hist¨®rica que desapareci¨® en 2008, borrada por el traslado con rebranding a OKC. Pero que sigue ah¨ª, a la espera de regresar en cuanto la NBA apruebe una expansi¨®n a 32 equipos que no parece inminente pero tampoco muy lejana: suceder¨¢ y, salvo sorpresa monumental, devolver¨¢ a los Supersonics a la liga.
Es, no en vano, un cl¨¢sico con aficionados en todo el mundo, desde la ¨¦poca del crecimiento global de la competici¨®n (cuando Dale Ellis, Xavier McDaniel, Tom Chambers¡) a los a?os del Sonic Boom con Shawn Kemp, Gary Payton, Schrempf, Hawkins¡ y George Karl en el banquillo. Aquellos inolvidables Sonics acumularon en los 90 aficionados y ¨¦xitos (temporadas con balances de 63 y 64 victorias) y tambi¨¦n decepciones. Sobre todo, aquellas Finales de 1996 en las que sufrieron (como Stockton y Malone despu¨¦s) a los grandes ladrones de ilusiones de la ¨¦poca, los Bulls de Michael Jordan.
Todos los amantes de la NBA conocen la tradici¨®n e historia de los Sonics, de Lenny Wilkens a Spencer Haywood, de Bill Russell a Paul Silas, de Dennis Johnson y Jack Sikma a Nate McMillan¡ El equipo que durante muchos a?os tuvo el ¨²nico t¨ªtulo (1979) del deporte profesional de Seattle y que parec¨ªa preparado para revivir sus hist¨®ricas rivalidades (con los vecinos Trail Blazers, sobre todo) y despuntar de nuevo de la mano de un ejecutivo/ni?o prodigio como Sam Presti, que ya estaba all¨ª cuando en 2007 y 2008 llegaron Kevin Durant, Jeff Green y Russell Westbrook, tres top 5 de draft.
Los dos primeros llegaron a jugar un a?o con la camiseta de los Supersonics, Westbrook solo se hizo la foto con la gorra del equipo en la noche del draft. Lo siguiente fue la mudanza a Oklahoma City, la reconversi¨®n de los Thunder, un shock cultural en la NBA, que perdi¨® un pedazo de su fisionom¨ªa cl¨¢sica (un bocado en el Noroeste) y una enorme injusticia para Seattle, su afici¨®n y un equipo que se despidi¨® con 20 victorias pero en pleno ensamblaje: dos a?os despu¨¦s ya estaba en 50 y cuatro, en 2012, en las Finales con el tr¨ªo Durant-Westbrook-Harden.
Ahora, diecisiete a?os despu¨¦s del traslado de Seattle a OKC y trece despu¨¦s de aquella primera Final de la renovada franquicia, de los Sonics a los Thunder, ha vuelto a a ser pertinente, a la fuerza, aquella operaci¨®n que permiti¨® a Oklahoma City tener un equipo listo para desembalar, plug and play, sin pasar por la casilla del draft de expansi¨®n. Sin dolores de crecimiento y como aspirante al t¨ªtulo ya en el horno, pero tambi¨¦n con nueva identidad: nombre, colores, logos¡ una diferencia dr¨¢stica con la mayor¨ªa de traslados, solo (que no es poco) un cambio de ciudad: Lakers, Jazz, Grizzlies, Rockets, Hawks¡
Los Thunder, un caso mucho menos habitual, se llevaron un equipo de ciudad a ciudad pero lo transformaron por el camino. As¨ª que ahora, con su regreso a las Finales, se repiti¨® la misma confusi¨®n de los ¨²ltimos diecisiete a?os: ?Qu¨¦ pasa con el t¨ªtulo de 1979 de los Supersonics? ?con sus r¨¦cords, cifras y camisetas retiradas? ?son de los Thunder o no? Es decir, y volviendo a la pregunta inicial, ?este es el primer anillo de los Thunder o el segundo?
La respuesta m¨¢s sencilla es que a efectos de la NBA ser¨¢ el segundo (con asterisco) pero acabar¨¢ siendo el primero. A nivel social y real, deber¨ªa ser considerado el primero. Cuando los Sonics se convirtieron en Thunder, y se fueron de Seattle a OKC, heredaron el equipo, con Kevin Durant y Russell Westbrook al frente, y un lote que inclu¨ªa sillas de oficina, pantallas de televisi¨®n, m¨¢quinas de sonidos, CDs (eran otros tiempos), asientos de los que se colocan a pie de pista¡ pero dejaron en suspenso la historia, la bandera de campe¨®n del 79, las estad¨ªsticas y los n¨²meros retirados.
Clay Bennett, el gran villano para Seattle que orquest¨® el cambio de ciudad, dej¨® aparcado el nombre, los colores y los logos de los Sonics. No quer¨ªa estropear m¨¢s la situaci¨®n y no ve¨ªa necesidad de usarlo: su idea siempre fue crear un equipo nuevo. En cuanto Seattle recupere a los Sonics, cuando la NBA tenga su expansi¨®n, Bennett ceder¨¢ (sin pedir nada a cambio) todo para que la franquicia de Seattle sea, otra vez, la que tiene que ser. Los Supersonics.
Mientras eso sucede, la NBA s¨ª considera, en sus cuestiones organizativas y funcionales, que la historia de los Sonics se fue a los Thunder, aunque vaya a ser con vuelta. Sin embargo, ni en OKC han tenido ganas de apropiarse de nada m¨¢s (con el equipo bastaba) ni en Seattle, donde el sentimiento general es de un inmenso rechazo a los Thunder, quieren mezclas. Ante esta situaci¨®n, puede que lo m¨¢s curioso sea que gran parte de la vieja historia de los Sonics no sali¨® nunca, literalmente, de la ciudad: en el Museo de Historia e Industria (MOHAI) se guardan m¨¢s de 5.000 objetos relacionados con la franquicia dormida (se fue, volver¨¢). Ocupan veinte estanter¨ªas, todos perfectamente catalogados y con solo tres expuestos al p¨²blico general: el trofeo Larry O¡¯Brien del t¨ªtulo de 1979, unas zapatillas de entrenamiento usadas y un bander¨ªn.
El MOHAI est¨¢ a poco m¨¢s de un kil¨®metro del Climate Pledge Arena, el viejo KeyArena en el que jugaban los Sonics y el gran caballo de batalla que acab¨® en el traslado a OKC. La ca¨ªda de la franquicia se puede resumir con una hoja de ruta abreviada. Bajo la permisiva mirada (y casi el compadreo) de David Stern, Clay Bennet se hizo (2006) con el mando, pronto no qued¨® ninguna duda, con el fin de facilitar primero y acelerar despu¨¦s la mudanza a Oklahoma City. Bennett, no en vano, es natural de Oklahoma, as¨ª que ese fue siempre su proyecto cuando su Professional Basketball Club LLC se hizo con los Sonics tras pagar 350 millones de d¨®lares a otro de los grandes se?alados en la ciudad de la lluvia: Howard Schultz, entonces propietario de Starbucks, que pas¨® de h¨¦roe local al hacerse con el equipo a enemigo p¨²blico cuando se deshizo de ¨¦l casi como un ni?o cansado de su juguete.
El plan estaba bien encaminado desde que Oklahoma City se gan¨® el coraz¨®n de Stern cuando acogi¨® con gran ¨¦xito de p¨²blico a los Hornets durante su ausencia de Nueva Orleans tras la desgracia del Katrina. La posibilidad de que los Hornets se mudaran definitivamente qued¨® completamente aparcada gracias a la gran imagen que Nueva Orleans ofreci¨® en su All Star Weekend. Stern y Bennett conflu¨ªan ya en intereses y la ruta fue f¨¢cil de perfilar. El empresario pidi¨® a la ciudad de Seattle que sufragara una nueva reforma del KeyArena y present¨® adem¨¢s (con buena vista en virtud de sus intenciones) un presupuesto inicial muy inflado. Las autoridades de la ciudad y del estado de Washington no alcanzaron acuerdo alguno y aceptaron por parte de Bennett, para permitir la salida de los Sonics aunque segu¨ªa habiendo un contrato en vigor para ocupar el pabell¨®n, un pago de 45 millones de d¨®lares con otros 30 apalabrados si la ciudad segu¨ªa sin franquicia NBA en 2013. As¨ª Seattle perdi¨® incluso el derecho de contar con el equipo durante las dos temporadas que todav¨ªa cubr¨ªa el arrendamiento del KeyArena.
Bennett calculaba en 60 millones las p¨¦rdidas de esa espera que consideraba innecesaria toda vez que ten¨ªa la posibilidad de pagar y acelerar el trasvase. Oklahoma celebr¨® un acontecimiento que esperaba para 2010 mientras las autoridades de Seattle cogieron el dinero y miraron para otro lado, sin reparar en todo lo que aportaba y generaba (directa e indirectamente) la franquicia. Un valor que conoc¨ªan bien tras una relaci¨®n de cuatro d¨¦cadas. Oklahoma City parec¨ªa tenerlo sorprendentemente m¨¢s claro e invirti¨® 121 millones en adecuar su Ford Center¡
Entre los problemas econ¨®micos del grupo de Schultz, la recesi¨®n econ¨®mica de 2001, los intereses de Bennett y el visto bueno de Stern, se gest¨® un movimiento duro para la NBA y que dej¨® a los Sonics, por suerte, en letargo pero no muertos. En cuanto se apruebe la expansi¨®n y la franquicia est¨¦ de regreso, volver¨¢ a tener su nombre, sus colores verde y dorado, su t¨ªtulo de 1979 y sus n¨²meros retirados (Jack Sikma, Nate McMillan, Gus Williams, Bill Russell¡). Entonces quedar¨¢ claro que el de 1979 fue el primer anillo de los Supersonics y no el de unos Thunder que acaban de abrir su propia cuenta en estas Finales de 2025. Mientras se consuma esa espera, se seguir¨¢n repitiendo las referencias a los Thunder pre y post mudanza y la NBA seguir¨¢ archivando as¨ª sus datos. Pero la realidad, aunque en comp¨¢s de espera, es otra: Thunder y Sonics nunca han querido, las dos partes y desde 2008, tener nada que ver. Y ahora, cada una tiene (1979, 2025) su t¨ªtulo de campe¨®n.
?Tus opiniones importan!
Comenta en los art¨ªculos y suscr¨ªbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ?Buscas licenciar contenido? Haz clic aqu¨ª.
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opini¨®n se publicar¨¢ con nombres y apellidos