Los Wolves: un rival peligroso que busca vengarse de Doncic
Llegan los playoffs para los Lakers, que cuajan una gran temporada regular antes de afrontar una serie que se presupone extenuante. Doncic se frota las manos contra unos Wolves a los que apaliz¨® hace un a?o.


A los aficionados de los Timberwolves todav¨ªa les escuece el triple que Luka Doncic anoto sobre Rudy Gobert en el segundo partido de las pasadas finales del Oeste. Una canasta hist¨®rica, que forma parte de su carrera y que apareci¨® en el videomarcador en el retorno del esloveno a Dallas, donde ser¨¢ un h¨¦roe eterno por los siglos de los siglos. Muchas cosas han cambiado desde entonces: los Mavericks, que alcanzaron y perdieron las pasadas Finales, traspasaron de forma incomprensible a su estrella rumbo a los Lakers el 1 de febrero, en una p¨¦sima gesti¨®n deportiva llevada a cabo por Nico Harrison, Patrick Dumont y la familia Adelson. Y ahora, el base se vuelve a enfrentar a ese rival al que maniat¨® el a?o pasado, pero en primera ronda. Una muy peligrosa para los angelinos, que han superado las 50 victorias y alcanzado el primer puesto de la Conferencia Oeste, permiti¨¦ndose el lujo de dar descanso a sus piezas principales en la ¨²ltima jornada antes de iniciar eso que siempre gusta tras el tedio (es as¨ª) de la parte final de la fase regular: los playoffs. La eliminatorias por el t¨ªtulo. El lugar en el que se forjan las leyendas y donde hay que mantener la cabeza fr¨ªa y la mu?eca caliente.
Los Lakers jugaron el primer partido de la pretemporada contra los Wolves, el primer partido de la regular season ante los Wolves y juegan ahora el primer partido de playoffs ante los Wolves en esas iron¨ªas del destino tan particulares que con tanta frecuencia se dan en la NBA. Y lo hacen como tercer cabeza de serie, su mejor resultado si obviamos la temporada 2020 (acabaron primeros antes de la pandemia del coronavirus) desde los buenos tiempos de Kobe Bryant. Algo que no deja de ser curioso en unos Lakers que no est¨¢n en el mejor momento de su historia, pero que incluso as¨ª se las han ingeniado para conquistar un nuevo anillo (el de la burbuja de Orlando), llegar a las finales del Oeste en 2023 y mantenerse competitivos a pesar de las dificultades. Hasta que han vuelto a emerger, estando siempre a la altura de la historia. Ah¨ª, Rob Pelinka, que parec¨ªa casado con el inmovilismo, consigui¨® hacerse con Doncic como quien no quiere la cosa, agradeciendo r¨¢pidamente los servicios prestados a Anthony Davis y permitiendo a la franquicia tener una nueva dimensi¨®n a nivel competitivo, as¨ª como volver a lo m¨¢s alto, a lo que han sido siempre: a copar portadas, a que todo el mundo hable de ellos. Como si hubieran dejado de hacerlo.
Ahora, los angelinos afrontan unos playoffs con la etiqueta de candidatos, que no de favoritos. Nadie sabe cu¨¢l es el techo de un equipo que junta a un talento generacional como el esloveno con LeBron James, que a sus 40 a?os y en su 22? temporada en la mejor Liga del mundo sigue manteniendo un nivel impropio de una persona de su edad. No hay vejez ni senectud para el Rey, encantado con su nueva adquisici¨®n, sabiendo que cada oportunidad puede ser la ¨²ltima pero que ya tiene algo m¨¢s que lo que ten¨ªa hace un a?o: una oportunidad. El ¨²nico s¨ªntoma de la edad se le ha notado en el hecho de haber bajado de 25 puntos de promedio por primera vez en 20 a?os. Sus promedios: 24,4, con 7,8 rebotes y 8,2 asistencias, por encima del 51% en tiros de campo y del 37% en triples y superando los 25 tantos de media desde que cumpli¨® los 40, el pasado 30 de diciembre. La estrella, adem¨¢s, ha superado los 40 puntos en dos ocasiones, los 30 en 15, ha logrado 32 dobles-dobles y 10 triples-dobles. Lo ¨²nico que puede pasar es que sus problemas en la ingle vuelvan a aparecer. en el pen¨²ltimo partido de la regular season ante los Rockets hubo un amago, pero JJ Redick dijo que estaba bien. Veremos. Su eterna figura se ha enfrentado ya al 80% de los equipos de la NBA en playoffs, una muestra m¨¢s de una longevidad convertida en grandeza.
El entrenador precisamente es uno de los que se ha consolidado este a?o, haciendo bueno el nepotismo de LeBron, prometiendo 50 victorias antes de la temporada, con una gesti¨®n perfecta de los egos y de las rotaciones, involucrando a muchos y sacando lo mejor de seg¨²n qui¨¦n (Dalton Knecht, Gabe Vincent...) en momentos concretos del a?o. Los angelinos, antes de la intrascendente ¨²ltima jornada, ganaron cuatro de cinco partidos, incluida una victoria incre¨ªble ante los Thunder en Oklahoma que dio buena muestra de lo que pod¨ªan llegar a ser. Algo que deber¨¢n confirmar en las eliminatorias por el t¨ªtulo, cuando el trato de los descansos ser¨¢ fundamental y las series cortas benefician tanto a LeBron como a Doncic, que ya el curso pasado lleg¨® fundido a las Finales. Antes de eso lider¨® la eliminaci¨®n de los Wolves, su rival ahora. Y no s¨®lo con el triple sobre Gobert, ya que promedi¨® 32,4 puntos, 9,6 rebotes, 8,2 asistencias y 2,2 robos en la serie. Casi nada para el esloveno, que se ha ido por encima de los 28 tantos de media esta regular season, un dato m¨¢s que solvente para dejar todav¨ªa peor a Nico Harrison y las filtraciones de que no trabaja, fuma cachimba y bebe cerveza. Como si as¨ª se pudiera justificar un error para los anales y que perseguir¨¢ a los Mavericks para siempre. Ahora, a recoger las migajas.
Un rival de altura
Los Timberwolves no son un equipo de paso ni un rival al que se pueda menospreciar. Han finalizado la fase regular con ocho victorias en los ¨²ltimos nueve partidos y se beneficiaron de la tit¨¢nica victoria de los Clippers ante los Warriors en la pr¨®rroga para evitar el play in y descansar unos d¨ªas m¨¢s. El a?o pasado, alcanzaron las finales del Oeste por primera vez en 20 a?os, desde 2004, cuando Kevin Garnett lider¨® una revoluci¨®n inacabada. Por el camino, barrieron a los Suns y emergieron en una taquic¨¢rdica serie frente a los que entonces eran los vigentes campeones, unos Nuggets que no pudieron ganar el s¨¦ptimo partido en su casa y que afrontan ahora su propia destrucci¨®n. Pero bajaron el pist¨®n ante los Mavericks y fueron incapaces de hacer nada contra Luka Doncic, con muchos problemas de emparejamientos con el esloveno y Kyrie Irving (soberbio en esas series), sin saber qu¨¦ hacer con Rudy Gobert (nadie lo sabe) y sin el talento suficiente como para competir con una estrella generacional con la que ahora se citan en una primera ronda que dar¨¢ mucho que hablar. Ah¨ª es donde todo se sabr¨¢: de momento, el primer partido se juega en la noche del lunes al s¨¢bado (02:30, hora espa?ola) en el Crypto Arena. Y ah¨ª empezaremos a ver si son realmente un rival de altura... o no.
La ventaja de campo puede ser esencial, ya que Lakers y Wolves han quedado 2-2 en los duelos directos de esta temporada, ganando cada cual en su feudo. Los angelinos tienen ventaja de campo en primera ronda (ya veremos si tambi¨¦n en la segunda) por primera vez desde 2012, cuando jugaron y ganaron a los Nuggets en una serie que forma parte de un pasado que parece m¨¢s lejano de lo que en realidad es. En 2020, la pandemia oblig¨® a jugar en terreno neutral, por lo que los angelinos no gozaron de un privilegio que se hab¨ªan ganado por obligaci¨®n. En tanto en 2023 como en 2024 quedaron s¨¦ptimos, play in mediante, y no pudieron disputar el encuentro inaugural en casa. Ya veremos c¨®mo gestionan esto: los Wolves ganaron el a?o pasado sin ventaja de campo a los Nuggets, pero perdieron teni¨¦ndola frente a los Mavericks. El te¨®rico beneficio que tienen los Lakers le importa poco a LeBron, que ha disputado una cantidad ingente de eliminatorias sin ventaja de campo y sabe que esto se gana en el campo. Doncic, que en una carrera m¨¢s corta ha vivido tambi¨¦n esto, super¨® a Thunder y a Minnesota el curso pasado con esta variable en contra. Hasta entonces, lo que sabemos es que los dos primeros partidos se disputar¨¢n en Los ?ngeles y los dos siguientes en el Target Center. El resto, ya lo veremos, aunque cuesta mucho pensar que la serie vaya a durar s¨®lo cuatro partidos. ni para unos ni para otros.
La temporada de los Wolves ha sido, sobre todo, tumultuosa, pero ha finalizado muy bien. Se vieron obligados por temas contractuales a traspasar a Karl-Anthony Towns, que puso rumbo a los Knicks a cambio del denostado Julius Randle. Empezaron realmente mal, con alguna que otra rajada incluida del ind¨®mito Anthony Edwards. Pero han conseguido engrasarlo todo y la estrella ha finalizado con promedios de 27,3 puntos (la mejor marca de su carrera), 5,6 rebotes y 4,5 asistencias, convirti¨¦ndose adem¨¢s en el primer jugador que no es ni de Warriors ni de Rockets en liderar la competici¨®n norteamericana en triples anotados desde Ryan Anderson para los Magic en la 2011-12 (se dice pronto). Mike Conley aportar¨¢ sapiencia, pero camino de los 38 a?os sufrir¨¢ en los emparejamientos con Doncic y Austin Reaves. Y todo depender¨¢ de esa te¨®rica superioridad interior que los Wolves supuestamente tienen con Gobert y Randle. Uno es un gran talento defensivo que pincha en playoffs, donde hay veces que Chris Finch no sabe si ponerle o quitarle. Y el otro un gran talento ofensivo que defiende, por aptitudes y actitudes, realmente mal. Y un posible agujero que ya veremos si los angelinos aprovechan para jugar por encima del aro, algo muy del gusto de Doncic y que pueden hacer con LeBron, Jaxson Hayes o Jarred Vanderbilt. El papel en ambos lados de la pista de Dorian Finney-Smith ser¨¢ tambi¨¦n esencial. Pero todo se jugar¨¢ por lo que aporten las estrellas. Suele ser as¨ª.
Phil Jackson, en su infinita sabidur¨ªa, dijo una vez que ¡°los playoffs los decide el talento y la suerte¡±. De lo primero y de lo segundo tienen y han tenido hist¨®ricamente m¨¢s los Lakers que cualquier otra franquicia. Pero las palabras no valen cuando llega el momento que todo el mundo espera. Ah¨ª, en el lugar en el que se forjan las leyendas se citan los Lakers, que de leyendas saben mucho, para librar una nueva batalla. LeBron James y Luka Doncic pondr¨¢n a prueba el eterno sue?o del anillo frente a los imberbes Timberwolves de Anthony Edwards, que no tienen nada que perder y s¨ª mucho que ganar. Se juegan que su proyecto no tenga sensaci¨®n de caduco, de imposible. Y los angelinos mucho m¨¢s, ya que la primera ronda permitir¨¢ discernir si verdaderamente son candidatos al t¨ªtulo o son s¨®lo ¨ªnfulas de lo que puede ser y no es. Llegan los playoffs de la NBA, el lugar en el que los Lakers, con esa parafernalia perteneciente a la far¨¢ndula, han forjado su leyenda coleccionando estrellas en pista a base de acumularlas en las gradas. LeBron y Doncic frente al desaf¨ªo de los Wolves de Anthony Edwards. El equipo m¨¢s glamuroso del mundo pone a prueba su en¨¦sima plantilla hist¨®rica. Ante un rival peligroso que busca vengarse de la estrella eslovena. El inicio de algo que ya veremos c¨®mo acaba. El talento lo tienen. La suerte, ya lo veremos. Por el resto, toca hacer lo ¨²nico a lo que est¨¢ obligado el resto del mundo, pendiente de cada movimiento: disfrutar.
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