El draft maldito: drogas, muertes prematuras, tiroteos...
En 1986 tuvo lugar el draft m¨¢s aciago de siempre: drogas, lesiones, malas carreras, muertes prematuras y mucho m¨¢s. Fue la camada de Len Bias, Petrovic...


En 1993, los Nets hab¨ªan sido eliminados por los Cavaliers en primera ronda de playoffs. Drazen Petrovic se traslad¨® entonces a Polonia para concentrarse con la selecci¨®n de Croacia, pa¨ªs que un a?o antes se hab¨ªa separado de la antigua Yugoslavia en plena guerra de los Balcanes. El 7 de junio, el genial escolta muri¨® en un accidente de tr¨¢fico cuando un cami¨®n se cruz¨® en el camino de su coche en Denkendorf, en el estado alem¨¢n de Baviera, a unos 100 km de su capital, M¨²nich. Petrovic estaba dormido en el auto que conduc¨ªa su pareja, Klara Szalantzy, la cual solo result¨® herida, al igual que Hilal Ebedel jugadora turca de baloncesto, que tambi¨¦n se encontraba en el veh¨ªculo. Petrovic, que no llevaba puesto el cintur¨®n de seguridad, falleci¨® a los 28 a?os. Una desgracia descomunal que provoc¨® el luto del mundo del deporte, que dec¨ªa adi¨®s antes de tiempo a uno de los mayores talentos de la historia.
Petrovic fue seleccionado en el puesto 60 de la tercera ronda del draft de 1986, el mismo que Avrydas Sabonis, que curiosamente tambi¨¦n lleg¨® a los Blazers tras tener una rivalidad incre¨ªble con el croata en Europa. El escolta, sin embargo, no dio el salto a la NBA hasta 1989, tras su marcha del Real Madrid. Eso s¨ª, su selecci¨®n tres a?os antes vino acompa?ada de una camada que aterriz¨® en la mejor Liga del mundo con una calidad inmensa que se qued¨® por el camino. Fue el draft maldito: el de Len Bias, Chris Washburn, William Bedford, Roy Tarpley. El de Kevin Duckworth, Brad Daugherty o Mike Williams. Nombres mucho m¨¢s alejados del conocimiento europeo e incluso perdidos en los recuerdos del baloncesto norteamericano. Pero jugadores con un talento objetivo, diferencial, llamado a ser generacional. Futuras estrellas que nunca lo fueron por motivos dispares que van desde las drogas a los tiroteos. Desde las muertes prematuras a carreras marcadas por las lesiones constantes. Fue el draft de esa otra cara del deporte que deja ese condicionante en forma de ¡°y si...¡± que no sirve para nada pero, al mismo tiempo, sirve para todo. Para crear una narrativa que a algunos ha convertido en leyendas y ha enterrado a otros en la m¨¢s profunda a?oranza. Esta es su historia.
Brad Daugherty (n¨²mero 1 del draft)
Estrella indiscutible y uno de los mejores jugadores de la Universidad de North Carolina, Daugherty estaba llamado a cambiar la NBA. Los Cavaliers se preparaban para un futuro verdaderamente prometedor: en verano ficharon al m¨ªtico Lenny Wilkens, que hizo campeones a los legendarios Sonics en 1979. Con ¨¦l llegaron, ya fuera v¨ªa traspasos o por elecciones de draft, Mark Price, Ron Harper y Larry Nance, adem¨¢s del ya mencionado Daugherty. Ese a?o el r¨¦cord fue de 31-51, pero el equipo alcanz¨® los playoffs en ocho de las siguientes nueve temporadas, incluidas las finales de la Conferencia Este de1992, un ¨¦xito enorme para un mercado tan peque?o, que no emergi¨® del todo hasta la llegada de LeBron James y sus consabidos ¨¦xitos. Daugherty promedi¨® esa temporada 21,5 puntos y 10,4 rebotes y hab¨ªa sido seleccionado su cuarto All Star de los cinco que disput¨® en total. Pero los problemas de espalda del p¨ªvot, de 2,16, le impidieron continuar su carrera m¨¢s all¨¢ de 1994, cuando se tuvo que retirar con tan solo 28 a?os. Misma edad en la que, por cierto, falleci¨® Petrovic, un a?o antes.
Daugherty rehuy¨® entonces del baloncesto y se convirti¨® en copropietario JTG Daugherty Racing participante de la Copa NASCAR, comentando la competici¨®n automovil¨ªstica norteamericana para la ESPN. En 8 temporadas en la NBA, se fue a 19 puntos, 9,5 rebotes y 3,7 asistencias. Pero tuvo que dejarlo en su mejor momento, cuando empezaba a plantar cara a los p¨ªvots m¨¢s dominantes de la ¨¦poca: David Robinson, Hakeem Olajuwon, Patrick Ewing, un emergente Shaquille O¡¯Neal... Una carrera truncada por la maldici¨®n de las lesiones. Un n¨²mero 1 que hizo una carrera buena, que podr¨ªa haber sido mucho mejor. No lo fue, ya se sabe, por esa espalda que le tortur¨® hasta forzar su prematuro adi¨®s a la NBA.
Len Bias (n¨²mero 2 del draft)
La historia de Len Bias es, probablemente, la m¨¢s tr¨¢gica de todo el draft de 1986. Los Celtics ven¨ªan de conquistar su tercer anillo con Larry Bird como referencia, el mejor de todos, el de el 67-15 en regular season y el tercer MVP consecutivo del genial alero. Es recordado como uno de los mejores equipos de la historia, pero eran tres Finales sin fallo, la parte plana del equipo se acercaba a los 30 a?os o los sobrepasaba y se necesitaba un soplo de aire fresco pra apoyar a Bird m¨¢s all¨¢ de Kevin McHale, Dennis Johnson o el ya envejecido Bill Walton y su historial de lesiones. Por ah¨ª estaban tambi¨¦n Robert Parish y viejos conocidos del baloncesto actual, como Danny Ainge o Rick Carlisle, que entonces contaban con apenas 26 a?os. Red Auerbach, que hab¨ªa dejado de ser General Manager en 1984 pero todav¨ªa ocupaba puestos directivos (pas¨® por la presidencia y la vicepresidencia de la entidad hasta su muerte, en 2006), potenci¨® el traspaso que llevaba a Gerald Henderson a los Sonics a cambio de una primera ronda que corresponder¨ªa a la segunda selecci¨®n del draft. Los Celtics escogieron a Len Bias.
¡°Habr¨ªa sido para Michael Jordan lo que Larry Bird fue para Magic Johnson¡±. Es la frase que define lo que podr¨ªa haber sido el escolta, el primero en ser comparado con His Airness antes de que el jugador de los Bulls forjara su leyenda. Ambos se hab¨ªan enfrentado en la poderosa Atlantic Coast Conference (ACC) de la NCAA, en la que Bias fue elegido dos veces mejor jugador y donde consigui¨® m¨¢s de 23 puntos y 7 rebotes en su ¨²ltimo a?o. Defend¨ªa, pasaba, anotaba, levitaba por la pista y se asemejaba a Jordan. Y ven¨ªa de buena familia, estructurada y religiosa, cri¨¢ndose en los suburbios de Washington DC. Pero le gustaba la coca¨ªna: 36 horas despu¨¦s de hacerse oficial su llegada a la NBA y de falleci¨® por una arritmia vinculada al consumo excesivo de coca¨ªna. No ten¨ªa ni alcohol ni otras sustancias en el organismo. Ocurri¨® solo unas horas despu¨¦s de hacer un viaje de ida y vuelta de Maryland a Boston para reunirse con los Celtics y con Reebok, que le ofrec¨ªa 1,6 millones de d¨®lares en los siguientes 5 a?os. Sports Illustrated titul¨® a la tragedia ¡°la muerte de un sue?o¡±. Efectivamente: es lo que fue.
Chris Washburn (n¨²mero 3 del draft)
Considerado uno de los pufos m¨¢s grandes de la historia del draft, ya fue controvertida la decisi¨®n de los Warriors de seleccionarle en la tercera posici¨®n, por mucho que destacara en North Carolina, donde coincidi¨® con Spud Webb y promedi¨® 16,4 puntos y 6,6 rebotes por partido en dos temporadas. Sufri¨® una tendinitis en su primera temporada y la medicaci¨®n perjudic¨® a sus ri?ones. Llamado a ser el pr¨®ximo Karl Malone, admiti¨® su adicci¨®n a la coca¨ªna en 1987 y pas¨® por un programa de desintoxicaci¨®n. Fue traspasado a los Hawks en su segunda temporada en la NBA, peor fall¨® al tercer control antidopaje y fue expulsado definitivamente de la competici¨®n. Su etapa como profesional en la mejor Liga del mundo se cerr¨® con apenas 71 partidos, para 3,1 puntos y 2,4 rebotes de media, unas estad¨ªticas muy pobres para un hombre cuya vida estaba marcada por las drogas.
Tras pasar por varias ligas menores, Washburn se traslad¨® a Houston, donde se encontraba en la indigencia: pas¨® por casas de crack a buscar comida en los contenedores. Finalmente, super¨® sus adicciones y se mud¨® a Carolina del Norte, el lugar en el que hab¨ªa levantado aires de esperanza respecto a un futuro que nunca lleg¨®. All¨ª intent¨®, junto a su novia Monique Richardson, montar un negocio de pollo frito que tuvo que cerrar en 2013. Una denuncia por robar bienes con falso pretexto al a?o siguiente fue retirada. Ya limpio de drogas y reconciliado con su pasado, ha podido disfrutar de que su hijo Julian juegue en la NBA, disputando 18 partidos en la temporada 2018-19 con la camiseta de los Grizzlies.
William Bedford (n¨²mero 6 del draft)
Otro relacionado con el consumo de drogas. Estrella de la Universidad Estatal de Memphis, pas¨® por Suns, Pistons y Spurs en seis temporadas en las que apenas promedi¨® 4,1 puntos y 2,4 rebotes. Su problema con las drogas le hizo perderse la totalidad de la temporada 1988-89. Campe¨®n de la NBA en 1990 con los Bad Boys de Detroit, continu¨® consumiendo una vez retirado: fue arrestado dos veces por posesi¨®n de drogas en 1996 y 1997; en 2001 fue acusado de transportar 25 kilos de marihuana en Michigan. Fue arrestado, sali¨® en libertado, volvi¨® a la c¨¢rcel en dos ocasiones m¨¢s y finalmente, en 2003, sentenciado a 10 a?os de prisi¨®n. Sali¨® en 2012 y, desde entonces, ya alejado del s¨®rdido mundo en el que se encontr¨® en el pasado, est¨¢ ligado al baloncesto en Memphis.
Bedford, adem¨¢s de una carrera frustrada, tiene una gran curiosidad: el 6 de noviembre de 1990, meses despu¨¦s de conquistar el anillo de campe¨®n, estableci¨® el r¨¦cord de m¨¢s triples anotados sin fallo en menos tiempo: 3 de 3 en apenas un minuto. Toda una haza?a si tenemos en cuenta que era un p¨ªvot de 2,13 en una ¨¦poca en la que no era nada habitual que los jugadores interiores lanzaran desde el exterior. Fueron 3 de los 5 triples que Bedford anot¨® esa temporada... y 3 de los 7 que descerraj¨® con acierto en su carrera. No deja de llamar la atenci¨®n.
Roy Tarpley (n¨²mero 7 del draf)
Excelso reboteador, Roy Tarpley fue otro de los tantos que, en esta generaci¨®n, tuvieron problemas con las drogas; pero tambi¨¦n uno de los que mejor nivel mostr¨® en su tiempo en activo. Por mucho que fuera menor del que hubiera deseado, ya fuera por lesiones o por vicios. Tarpley aterriz¨® en la NBA de mano de los Mavericks para ser incluido en el Mejor Quinteto de Rookies en su primera temporada (m¨¢s de 7 puntos y 7 rebotes por noche), antes de conquistar el premio al Mejor Sexto Hombre en la segunda, cuando promedi¨® 13,5 puntos y 11,8 rebotes en 81 encuentros, s¨®lo 9 de ellos como titular. Ese curso, liderados por Mark Aguirre, llevaron a los Lakers a siete extenuantes partidos en las finales del Oeste. El sue?o se rompi¨® por culpa de Magic Johnson (m¨¢s de 19 tantos y 13,7 asistencias en dicha serie), pero Tarpley auguraba un futuro prometedor. Se fue a casi 16 tantos y 13 rebotes de promedio, sali¨® airoso del duelo con una leyenda envejecida como Kareem Andul-Jabbar (15,4+5,7) y se postulaba como el hombre del futuro de los texanos... y de la NBA. No fue as¨ª, claro.
En las siguientes dos temporadas s¨®lo pudo disputar 19 y 45 partidos. En esa ¨²ltima fue suspendido por la NBA por conducir bajo los efectos del alcohol y resistirse al arresto. En 1991 fue de nuevo arrestado y, meses m¨¢s tarde, dio positivo por consumo de drogas. La mejor Liga del mundo le cerr¨® las puertas y estuvo tres temporadas en Grecia, d¨®nde jug¨® en tres equipos diferentes (Aris, Olympiacos e Iraklis), conquistando la Recopa de Europa con el primero de ellos. Volvi¨® a la NBA, de nuevo con los Mavs, para disputar 55 partidos antes de consumir alcohol, ignorar el programa de rehabilitaci¨®n y ser de nuevo expulsado. Tras esto, pas¨® por las ligas rusa, chipriota y china, adem¨¢s de otras de car¨¢cter menor en Estados Unidos. Tarpley demand¨® a los Mavs y a la NBA por considerar que su consumo de alcohol era fruto de una discapacidad y que violaba la Ley Estadounidense de las Discapacidades, demanda que se resolvi¨® extrajudicialmente en 2009. Muri¨® el 9 de enero de 2015 a la edad de 50 a?os sin causa oficial, aunque se filr¨® que sufr¨ªa problemas hep¨¢ticos.
Kevin Duckworth (n¨²mero 33 de la segunda ronda del draft)
Sin drogas de por medio, fueron las lesiones y una desgraciada muerte prematura las que marcaron la carrera y la vida de Kevin Duckworth. No tuvo oportunidades en la mitad de su primer a?o, pero fue traspasado a mitad de temporada a los Blazers. All¨ª se hizo, a las ¨®rdenes de un mito como Rick Adelman, un jugador de provecho. Conquist¨® el premio a Jugador M¨¢s Mejorado en 1988 tras promediar 15,8 tantos y 7,4 rebotes por noche. Al a?o siguiente, con 18,1 puntos y 8 rechaces lleg¨® a su primer All Star, que repiti¨® dos temporadas despu¨¦s. Lleg¨® a las Finales de 1990 y 1992, ambas con Clyde Drexler de l¨ªder, pero en la segunda ya hab¨ªa bajado su nivel y empezado a convertirse en carne de traspaso. Pas¨® por Bullets, Bucks y Clippers en los ¨²ltimos a?os de su carrera, siempre con permanentes problemas de peso que forzaron su adi¨®s con tan s¨®lo 32 a?os.
Duckworth s¨®lo pudo disfrutar de su adelantada jubilaci¨®n durante 12 a?os, ya que el 25 de agosto de 2008 falleci¨® en Oreg¨®n de un repentino ataque al coraz¨®n. En su legado quedan 11 temporadas en la NBA con 11,8 puntos y 5,8 rebotes de promedio, dos All Stars que podr¨ªan haber sido m¨¢s y una muerte antes de tiempo, una desgracia m¨¢s en la camada de 1986.
Mike Williams (n¨²mero 51 de la tercera ronda del draft)
Deportivamente pas¨® sin pena ni gloria por la NBA. Tras destacar ligeramente en la Universidad de Cincinnati, un centro de no demasiado prestigio, fue elegido en una posici¨®n muy retrasada y se qued¨® en 0,7 puntos de promedio pasando por Kings (a los que lleg¨® en 1989, tres a?os despu¨¦s de ser elegido en el draft) y Atlanta. Conocido en el baloncesto espa?ol tras pasar por el Murcia o el Ourense, alarg¨® su carrera hasta 1996. Tras ello y debido a su gran corpulencia, se dedic¨® a ser guardaespaldas en su retirada. El 29 de noviembre de 2009, tras una d¨¦cada protegiendo a estrellas de Hollywood recibi¨® ocho disparos al intervenir en una pelea en un club de Atlanta. Pas¨® dos meses en coma con una grave lesi¨®n en la m¨¦dula espinal, perdi¨® un ri?¨®n y parte del h¨ªgado. Una desgracia que hizo tristemente famoso al que era hasta entonces un jugador olvidado.
Un draft aciago
La figura de Petrovic, que ha abierto estas l¨ªneas, se convirti¨® en leyenda tras su muerte, pero eso no justifica la maldici¨®n que se cierne de forma constante sobre este draft. La mayor¨ªa de jugadores que pasaron por dicha camada se han perdido en las p¨¢ginas de la historia y que cuando se mencionan vienen acompa?ados de la etiqueta de malditos. El ¨²nico consuelo es que entonces tambi¨¦n llegaron leyendas como Mark Price, Dennis Rodman o Avrydas Sabonis. Un peque?o rayo de esperanza en una generaci¨®n que lleg¨® llena de promesas pero cuyo paso fue ef¨ªmero y acab¨®, en muchos casos, en absoluta desgracia. Historias distintas, pero a la vez parecidas. Situaciones que, afortunadamente, no son la t¨®nica t¨ªpica en la mejor Liga del mundo. Un draft que queda para la posteridad. Un grupo de jugadores cada vez m¨¢s olvidados. Es la otra cara de la NBA. La maldita.