Cuando el problema son las estrellas

Los Knicks tienen un problema. Es obvio, claro: despu¨¦s de que se desatara la euforia en Nueva York, una onda expansiva desde el coraz¨®n de Manhattan, con el 4-2 a los Celtics -el viejo rival del Atl¨¢ntico- y se sellara el primer billete para la final del Este desde 2000, las cosas se han torcido. Otros dos partidos en el Madison contra otro viejo rival, Indiana Pacers, dos derrotas¡­ y un 0-2 que nadie ha levantado en la antesala de la lucha por el anillo. El balance es 76-6 para el equipo que gana los dos primeros duelos de la eliminatoria, pero ese ¡®6¡¯ de los que han remontado nunca ha sido despu¨¦s de ceder dos veces en casa para arrancar.

Los Knicks jam¨¢s hab¨ªan perdido cinco partidos en el Madison en los mismos playoffs. Y ahora, despu¨¦s de una derrota incre¨ªble en un partido que ten¨ªan ganado y otro mucho m¨¢s l¨®gica, y por eso m¨¢s preocupante, se asoman al abismo de volver a irse de vacaciones contra el mismo rival que hace un a?o, pero una ronda m¨¢s tarde, y despu¨¦s de formar un equipo que era un absoluto ¨®rdago a grande. Como la situaci¨®n es obviamente desesperada y ahora llegan dos partidos en Indian¨¢polis (si los neoyorquinos no ganan al menos uno ni siquiera jugar¨¢n otro m¨¢s en su pabell¨®n), parece que Tom Thibodeau est¨¢ dispuesto a cambiar el quinteto titular. Algo que siempre es peliagudo en la NBA, especialmente en equipos de jerarqu¨ªa tan clara como la de estos Knicks. Y m¨¢s en un momento tan avanzado de los playoffs.

Pero los Pacers est¨¢n a dos victorias de las Finales y los Knicks a cuatro. As¨ª que o hacen algo o se ir¨¢n de vacaciones. Seg¨²n el periodista Ian Begley, ese algo tiene nombre y apellidos. ¡°Los Knicks se plantean seriamente cambiar el quinteto para el tercer partido. Mitchell Robinson ser¨ªa titular y Josh Hart pasar¨ªa al banquillo. El quinteto titular tiene una diferencia de puntos acumulada de -50 en los playoffs, y de -29 en lo que va de final de Conferencia. Si todo sigue como ahora mismo y no hay otras novedades, Robinson ser¨¢ titular en el tercer partido, en Indiana¡±.

La situaci¨®n es desesperada, as¨ª que hay que tomar medidas cada vez m¨¢s desesperadas si la cosa no mejora r¨¢pido. Te¨®ricamente, una de las grandes ventajas de los Pacers es su mayor profundidad de banquillo, algo que le permite tener m¨¢s variantes, m¨¢s recursos... y las piernas m¨¢s frescas. Esto fue obvio la temporada pasada, cuando las lesiones se apilaron en el bando de los Knicks hasta llegar a una situaci¨®n extrema, e imposible de voltear, que acab¨® con los de Rick Carlisle en la final del Este. Ahora, sin embargo, las lesiones est¨¢n respetando a unos Knicks que, sencillamente, son peores. Sobre todo, y este es el asunto crucial, cuando est¨¢ en pista el quinteto titular, el tipo; el ideal: Jalen Brunson, Mikal Bridges, Josh Hart, OG Anunoby y Karl-Anthony Towns.

Todos los caminos llevan a la defensa

Este es el gran proyecto de los Knicks, el que se fue gestando en cuanto consiguieron sacar a Brunson de los Mavericks, donde dej¨® los primeros trazos de la estrella en la que se ha convertido, uno de los jugadores m¨¢s resolutivos de la NBA en los momentos calientes de los partidos. Despu¨¦s, tres operaciones de m¨¢xima ambici¨®n en un pu?ado de meses: por Anunoby, Bridges y, el golpe final, Towns. Por el camino se perdi¨® profundidad y defensa. Se fueron a Minnesota Julius Randle y Donte DiVincenzo y acab¨® en los Thunder, porque la estructura de salarios hacia totalmente improbable su continuidad, el p¨ªvot Isaiah Hartenstein, una baja que se demostrado, como muchos tem¨ªan, muy dolorosa. La m¨¢s significativa. Los Knicks perdieron rotaci¨®n pero hab¨ªan formado, en teor¨ªa, uno de los quintetos m¨¢s poderosos de la NBA. Quiz¨¢, el que m¨¢s talento apilaba. Y en manos, para lo bueno y para lo malo, de un Thibodeau acostumbrado a exprimir a sus jugadores principales en rotaciones muy cortas. Pero no, el problema no est¨¢ siendo ese. Y por eso la situaci¨®n tiene muy mala pinta en la Gran Manzana.

En dos derrotas por ocho puntos totales, los minutos del quinteto titular contra los Pacers se han saldado con un -29 en los dos partidos del Madison. El equipo siempre reacciona, y sube su nivel, cuando est¨¢n en pista Miles McBride, Mitchell Robinson¡­ o los dos. B¨¢sicamente, los dos ¨²nicos suplentes de primer nivel de una rotaci¨®n cort¨ªsima, que tiene casi todos los huevos (econ¨®micos) puestos en los principales. Y no se trata de un problema de mala mezcla contra los Pacers, de un rival que se d¨¦ mal a esa primera unidad: -21 total entre las eliminatorias contra Pistons (raqu¨ªtico +3 en seis partidos) y Celtics (-24 en otros seis). En fase regular, fue un-9 en 379 desde el 1 de enero y hasta el cierre, con un -1,4 de net rating.

M¨¢s datos: de todas las unidades de cinco jugadores que han usado los Knicks en playoffs y que han jugado al menos 30 minutos juntas, el quinteto titular es la peor en defensa, un 117,6 de rating que estar¨ªa entre los cuatro peores de toda la NBA en la regular season. Ese quinteto tiene un net rating en 308 minutos de playoffs de -10,62, peor que el dato m¨¢s flojo de la temporada completa (Utah Jazz, -9,30). La defensa mejora radicalmente en cuanto hay cambios: el mejor cinco por net rating total es el que forman Brunson, McBride, Bridges, Anunoby y Robinson; le siguen el compuesto por Brunson, McBride, Hart, Anunoby y Robinson. En ninguno de los dos est¨¢ Towns, pero un cambio ah¨ª parece un toque jer¨¢rquico demasiado grande, m¨¢s all¨¢ de que hacen falta los puntos del p¨ªvot en ataque. Thibodeau, sin embargo, parece tenerlo cada vez m¨¢s claro porque Towns casi no jug¨® en el ¨²ltimo cuarto del segundo partido. El que estaba en pista era Robinson en los minutos m¨¢s trascendentales. Towns, sin problemas de faltas, se qued¨® en 28 minutos. Poco para una estrella de su rango en un partido as¨ª¡­ y m¨¢s con un entrenador como Thibs.

Los Pacers han atacado en 38 jugadas de pick and roll a Towns y han producido 1,37 puntos por posesi¨®n; a Brunson en 26 y han sacado 1,26. Y cuando les han atacado directamente en jugadas de uno contra uno el dato salta a un insostenible 2,1 puntos por posesi¨®n. Con Towns en pista, los Pacers anotan el 47,7% de sus triples; cuando no est¨¢ el dominicano, un 30,4%. Towns es un mal defensor, Brunson tambi¨¦n. Cuando llegan eliminatorias del nivel de una final de Conferencia y cuando aparece un ataque de elite como el de los Pacers, parece imposible esconder a dos malos defensores, dos que adem¨¢s forman el eje central de la defensa (base-p¨ªvot) y que son para colmo las estrellas en ataque, los jugadores que tienen que tirar del equipo en el otro lado de la pista. Thibodeau lo sabe, y en el segundo partido fue obvio: como Brunson es intocable por su liderazgo y sus puntos, el sacrificado fue Towns, que adem¨¢s tiene un relevo como Robinson que, pendiente siempre de sus problemas con las lesiones, mejora al equipo en b¨¢sicamente todas las m¨¦tricas en cuanto est¨¢ en pista.

Los jugadores tambi¨¦n est¨¢n notando d¨®nde est¨¢ el problema. Bridges habl¨® claro tras la segunda derrota: ¡°Es un asunto defensivo. Tenemos que hablar m¨¢s entre nosotros desde el principio, tenemos que ser m¨¢s f¨ªsicos. Igual estamos siendo demasiado blandos en el inicio de cada parte, no s¨¦¡±. El inicio de cada parte¡­ son los minutos en los que s¨ª o s¨ª coinciden en pista los cinco titulares. Los que ten¨ªan que convertir a los Knicks en aspirantes al t¨ªtulo pero los que est¨¢n viendo c¨®mo todas sus flaquezas salen a la luz contra un rival con el ritmo y la eficiencia de estos Pacers. Por eso parece que hoy habr¨¢ cambios importantes. Entre la espada y la pared, ya no queda otra.

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