Cooper Flagg, siete millones m¨¢s que Victor Wembanyama

Cooper Flagg es, como no pod¨ªa ser de otra manera, el n¨²mero 1 del draft de la NBA. Un golpe rocambolesco de la loter¨ªa, que en mayo se salt¨® cualquier atisbo de guion l¨®gico, ha hecho que el forward de Maine haya acabado en Dallas Mavericks, una franquicia metida en una espiral de autodestrucci¨®n, y con clima de guerra civil en su entorno, desde el traspaso de Luka Doncic, en febrero. Flagg, un n¨²mero 1 para el que los Mavs casi no ten¨ªan opciones, abre la puerta a la reconstrucci¨®n: emocional, social, econ¨®mica y tambi¨¦n, claro, deportiva.

Eso s¨ª, los Mavericks no son el t¨ªpico equipo en fase de derrumbamiento y reconstrucci¨®n que suele quedarse con el pick 1. Con el h¨¢ndicap de la grave lesi¨®n de rodilla de Kyrie Irving, que se perder¨¢ como m¨ªnimo buena parte de la pr¨®xima temporada, el equipo texano est¨¢ pensado para competir en el Oeste con Kyrie (cuando regrese), Anthony Davis, Klay Thompson, PJ Washington, Dereck Lively II, Daniel Gafford, Naji Marshall¡­ y Flagg, que evitar¨¢ el paso por un equipo perdedor pero que tambi¨¦n tendr¨¢ el extra de presi¨®n que implica sumarse a un bloque competitivo desde el primer d¨ªa. Es, adem¨¢s, el n¨²mero 1 del draft m¨¢s joven desde LeBron James. Cumpli¨® 18 a?os el 21 de diciembre, y por eso, por la proximidad con Fin de A?o, pudo adelantar un curso acad¨¦mico y acabar en este draft de 2025 y no en el de 2026, que era para el que en principio estaba proyectado. Con rango de jugador generacional, parece obvio que ha tomado la decisi¨®n correcta y que, adem¨¢s, los duendes de la loter¨ªa del draft le han enviado a una situaci¨®n deportiva muy interesante.

Las cifras de su primer contrato

Ahora, Cooper Flagg firmar¨¢ su primer contrato como jugador NBA. En este caso, uno que ya est¨¢ establecido, en cuanto a duraci¨®n y cantidades por la escala rookie (rookie scale), la tabla que marca, en sentido descendente, cu¨¢nto percibe cada jugador seleccionado en primera ronda (picks 1-30). Los de segunda ronda no se someten a estas restricciones y sus contratos suelen ser mucho m¨¢s bajos, en muchos casos por el m¨ªnimo y no totalmente garantizados. La escala rookie depende, como todas las cuentas salariales en la NBA, del salary cap, el total del que dispone cada franquicia para gastar en salarios en la temporada. Para la pr¨®xima, 2025-26, ser¨¢ 154,6 millones de d¨®lares, un salto del 10% con respecto al curso que acaba de terminar con t¨ªtulo para Oklahoma City Thunder (140,6). Con la entrada en vigor de los nuevos contratos televisivos (el gran pilar del BRI, los ingresos por cuestiones deportivas de los que depende el cap), la cifra se dispara. Para evitar deformaciones en el mercado, el ¨²ltimo convenio acord¨® que las subidas interanuales por el aumento del BRI se ir¨ªan prorrateando y no podr¨¢n superar el citado 10% por muy bien que vayan las cosas (que van) en lo econ¨®mico.

Los contratos de jugadores de primera ronda son por cuatro a?os, pero solo los dos primeros est¨¢n totalmente garantizados. El tercer y el cuarto los tienen que ir ejecutando los equipos con sus opciones de renovaci¨®n unilaterales (team options). Cuando finaliza el tercero, se puede negociar ya la primera extensi¨®n, que en todo caso entra en vigor cuando pase una cuarta temporada que se tiene que jugar con las condiciones del contrato rookie. Para los jugadores con techo de estrella, esa primera extensi¨®n es su primer gran bocado al dinero a lo grande de la NBA. Por eso, adelantar el salto en el draft es una forma de empezar a jugar como profesional cuanto antes y, entre otras cosas, tener a tiro tambi¨¦n antes esa primera extensi¨®n. El pasado verano, esas extensiones de contratos rookies estuvieron ya muy por encima de los 200 millones por cinco a?os en los casos de cantidades m¨¢ximas, el 25% del salary cap total con opci¨®n, si se cumplen ciertos criterios, de llevarse el 30%. Con el cap en ascenso, esas cantidades ser¨¢n mucho m¨¢s altas cuando Flagg pueda negociar la suya en el verano de 2028.

Pero, por ahora, Flagg tiene que ce?irse a la escala rookie, que marca las cantidades de ese primer contrato, que despu¨¦s los jugadores pueden firmar en un rango, seg¨²n esa cifra, que va del 80% al 120%. Los de la categor¨ªa de Flagg (en realidad buena parte de los de primera ronda) firman por el tope del 120%. Para el n¨²mero 1, en este verano, cuatro a?os y 62,7 millones de d¨®lares. Distribuidos as¨ª: 13,8 millones en la primera temporada (2025-26, garantizada), 14,5 en la segunda (2026-27, garantizada), 15,2 en la tercera (2027-28, team option) y 19,1 en la cuarta (2028-29, team option).

El n¨²mero 1 del a?o pasado, el franc¨¦s Zaccharie Risacher, firm¨® con Atlanta Hawks por cuatro a?os y 57 millones. El de 2023, Victor Wembanaya, se comprometi¨® con los Spurs por cuatro y 55. As¨ª se aprecia claramente el aumento en funci¨®n del salary cap. En 2020, por ejemplo, Anthony Edwards se llev¨® como n¨²mero 1 un contrato de 44,2 millones por cuatro temporadas. Hace justo una d¨¦cada, Karl-Anthony Towns (con los Timberwolves, como Edwards) uno de cuatro y unos 25,6 millones.

La confusa comparaci¨®n con la universidad

En esta era en la que los jugadores universitarios empiezan a exprimir unas posibilidades econ¨®micas que hace unos a?os no ten¨ªan, se suele debatir cu¨¢nto les conviene o les deja de convenir alargar su estancia en College. En el caso de aspirantes a s¨²per estrella como Flagg, es obvio que, si se siente preparado en lo deportivo, el paso al baloncesto profesional es la mejor opci¨®n por mucho que los derechos NIL, y las nuevas reglas que tambi¨¦n permitir¨¢n pagos directos de las universidades a los jugadores, hayan disparado las posibilidades econ¨®micas, sobre todo de los que son m¨¢s especiales en la pista y m¨¢s relevantes en lo medi¨¢tico. Para jugadores con proyecci¨®n de ser elegidos en segunda ronda, con contratos bajos y muchas veces garant¨ªas precarias, la universidad s¨ª ofrece ahora alternativas dignas de valorar, igual que para unas estrellas del baloncesto femenino que tiene mucho que avanzar, todav¨ªa, en cuanto a salarios de su liga profesional (WNBA).

Muchos se llevaron las manos a la cabeza cuando Howard Bryant, de ESPN, asegur¨® que Flagg se hab¨ªa embolsado gracias a los derechos NIL (de explotaci¨®n de su imagen) unos 28 millones en su ¨²nica temporada en la poderosa Duke. Pero el dato es enga?oso ya que se cometi¨® el error de tomarlo como total anual, y por eso se quiso dar a entender que seguir en Duke pod¨ªa ser una opci¨®n real para Flagg. Algo que nunca estuvo sobre la mesa, aunque solo sea por esa ventaja que supone acelerar pasos hacia la primera gran extensi¨®n en la NBA.

Esos 28 millones se refer¨ªan al montante total de los principales acuerdos NIL firmados por Flagg. Es decir, contratos publicitarios que se abarcaron la pasada temporada, en NCAA, pero ir¨¢n m¨¢s all¨¢ y seguir¨¢n vigentes en el arranque de su carrera en la NBA. Ahora, de hecho, sus posibilidades a la hora de explotar su imagen y firmar acuerdos fuera de las pistas ser¨¢n mucho mayores. En agosto de 2024, firm¨® con New Balance por 13 millones en un contrato ¡°interanual¡±. El pasado enero, hizo lo propio con Fanatics por 15 millones. De ah¨ª salen los 28, pero no se circunscriben a la temporada 2024-25, en al que tuvo tambi¨¦n acuerdos con otras marcas, como Gatorade.

On3, la web de referencia a la hora de analizar y valorar los derechos NIL, situaba a Flagg en unos 4,8 millones de d¨®lares la pasada temporada y en torno a los cinco de nuevo si hubiera tomado la improbable decisi¨®n de seguir en Duke, una universidad que va a invertir entre 8 y 10 millones para apuntalar por la v¨ªa de los NIL su proyecto deportivo del pr¨®ximo curso.

As¨ª que esos 28 millones son enga?osos si se quieren tomar como una comparaci¨®n entre lo que Flagg puede generar como estrella universitaria y como rookie de m¨¢ximo rango en la NBA. Eso s¨ª, lo que es incuestionable tambi¨¦n es que durante cuatro a?os su contrato ser¨¢ el que est¨¢ fijado, 62,7 millones. Si juega al nivel que se espera de ¨¦l, ser¨¢ un chollo para los Mavs, que de hecho comenzaron a reponerse econ¨®micamente del desastre que fue traspasar a Doncic en cuanto supieron, hace m¨¢s de un mes y medio, que tendr¨ªan el 1 del draft y, por lo tanto, a un Flagg que, si rompe en estrella, se pondr¨¢ al d¨ªa cuando firme su primera extensi¨®n en la NBA despu¨¦s de jugar tres temporadas.

De hecho, en las proyecciones actuales, y si alcanzara el rango que se espera de ¨¦l y tuviera condici¨®n de s¨²per m¨¢ximo y no de m¨¢ximo en sus extensiones, la primera (pasar¨ªa del 25 al 30% del cap) ser¨ªa de cinco a?os y unos 359 millones (entre 2029 y 2033). Y la siguiente, ya por el 35% del cap, de cinco a?os y 509 millones (2034-38). En estos n¨²meros, Flagg se asegurar¨ªa, solo en contratos con franquicias, unos 930 millones de d¨®lares a los 31 a?os, todav¨ªa con a?os de carrera por delante.

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