Punto y final al ¡®annus horribilis¡¯ del Bar?a
Eliminados en cuartos de Copa, Euroliga y Liga, han acumulado 34 derrotas esta temporada.

A 9 de junio, el Bar?a ya est¨¢ de vacaciones. Y no por previsible deja de ser noticiable, en el final seguramente esperado a una temporada mala, la segunda en blanco, de una secci¨®n al l¨ªmite. En lo deportivo, econ¨®mico y social, el Bar?a simplemente no ha estado a la altura. Con todos los condicionantes que le quieran poner, con una parte evidente de esfuerzo, pero lejos de lo que debe ser el equipo de baloncesto de uno de los grandes clubes del pa¨ªs.
Ya desde muy temprano en la temporada, las cosas empezaron a torcerse. Perdieron la Supercopa, primera derrota, antes de arrancar una Liga Endesa donde llegaron a estar a las mismas victorias del descenso que de la Copa del Rey. Una Copa a la que se clasificaron por poco, casi al l¨ªmite, en lo que hubiese sido un rid¨ªculo hist¨®rico. Pero ni la ¨¦pica ni la l¨®gica fueron suficientes para derrotar a La Laguna Tenerife, que les apart¨® de la real competici¨®n en el primer partido.
Es cierto que los azulgranas, tras perder la primera competici¨®n mayor de la temporada, mejoraron sensiblemente. Tambi¨¦n en Europa, donde quiz¨¢s han mostrado una mejor cara que en ACB. Pero ni as¨ª les dio para asegurar el factor pista en ninguno del playoff. En el de Euroliga sufrieron dos derrotas duras en la pista del M¨®naco, antes de remontar en el Palau y quedarse a una canasta de la Final Four. Una Euroliga que no puede calificarse de fracaso, pero evidentemente tampoco como un ¨¦xito. En la competici¨®n dom¨¦stica tambi¨¦n acabaron quintos, tampoco aseguraron el factor cancha y Unicaja les ha apeado en la primera eliminatoria. Es decir, en todos los partidos donde el Bar?a se ha jugado ser o no ser, donde caer supon¨ªa quedar eliminado, ha perdido. En Supercopa, Copa, ACB y Euroliga.
Para entender los motivos de la debacle azulgrana hay que remontarse m¨¢s all¨¢ de esta temporada. Con la salida de Jasikevicius, Mirotic y Higgins (a los dos ¨²ltimos se les rescindi¨® el contrato), desde la directiva del club, que no de la secci¨®n, se apost¨® por una reducci¨®n presupuestaria que evidentemente ha tenido sus consecuencias. Primero con Grimau a los mandos, luego con Pe?arroya, el Bar?a ha firmado dos temporadas en blanco. Y, seguramente lo m¨¢s preocupante, con la sensaci¨®n de que cada a?o ha ido a peor. Mientras Jasikevicius levant¨® por fin la Euroliga, los azulgranas se fueron de vacaciones a primeros de junio. Sintom¨¢tico.
Pero es que el Barcelona, adem¨¢s, ha tenido mala suerte. Especialmente con las lesiones, pues Laprovittola se ha perdido gran parte de la temporada. Tambi¨¦n Vesely, y en menor medida N¨²?ez y Metu. As¨ª como algunas dolencias pueden achacarse meramente al azar (Lapro o Metu), otras, como la de Vesely, son fruto tambi¨¦n de una planificaci¨®n deficiente, que ha obligado a varios jugadores a un sobreesfuerzo tremendo. Los minutajes de Satoransky, por poner un ejemplo, han sido excesivos. Porque el Bar?a no configur¨® una mala plantilla en verano, seguramente se reforz¨® respecto a la anterior, pero la reacci¨®n a las bajas ha sido nefasta. La ausencia de un jugador tan relevante como Laprovittola se intent¨® paliar con Neto primero (un jugador lejos del ritmo competitivo necesario para jugar en Espa?a) y Heurtel despu¨¦s (un jugador que se march¨® al Real Madrid y al que dejaron tirado en el aeropuerto de Estambul). Tras estos dos fichajes frustrados ¡ªNeto no lleg¨® a disputar 10 minutos y la llegada de Heurtel se cancel¨® al ver la reacci¨®n de la afici¨®n¡ª, se decidi¨® no firmar a nadie. Sin Laprovittola, sin N¨²?ez, sin Metu y sin Vesely, desde los despachos se decidi¨® no gastar y seguir as¨ª hasta el final. Una temeridad.
Si estos no fueran ya suficientes condicionantes deportivos, hay que sumarle la espantada de Dame Sarr, que prefiri¨® marcharse a Estados Unidos a jugar la ¡®Nike Hoop Summit¡¯ que ayudar a sus compa?eros en el tramo decisivo de la temporada. Justo cuando empezaba a tener protagonismo, justo cuando empezaba a ser importante, Sarr hizo las maletas y se march¨® a Estados Unidos, de donde evidentemente ya no volvi¨®.
Cualquier an¨¢lisis deportivo del Bar?a ha de tener en cuenta todos estos factores, pues si no no ser¨ªa un an¨¢lisis justo. Pe?arroya ha peleado semana tras semana contra una legi¨®n de bajas, un calendario que no daba respiro y unos rivales temibles. Eso est¨¢ claro. Como tambi¨¦n que al equipo le han faltado recursos en la pista. El ataque est¨¢tico ha sido un problema todo el a?o, la defensa de Willy o Fall en el dos por dos ha sido una bendici¨®n para los rivales y, fuera de las transiciones ofensivas, el juego en general del equipo ha sido muy plano. Ha faltado tambi¨¦n un punto de actitud, con jugadores excesivamente pasivos en algunos tramos o partidos y, sobre todo, saber cerrar los partidos. Ya fuera apuntalando una ventaja o decidiendo al final. El Bar?a se ha jugado demasiados partidos con una bola a Punter donde sus compa?eros le han dejado completamente solo. Ni un corte, ni un bloqueo. Nada. Y el escolta americano es muy bueno y capaz de resolver algunos partidos, pero sin ayuda todo es m¨¢s complicado. Con el talento individual como ¨²nico recurso se pueden ganar algunos partidos, pero es imposible ganar ning¨²n trofeo.
Ha habido, adem¨¢s, algunos jugadores cuyo rendimiento ha sido claramente m¨¢s bajo que en temporadas anteriores. Si en una rotaci¨®n de 9 jugadores dos est¨¢n muy flojos, las cosas se vuelven m¨¢s complicadas. Abrines ha tenido un a?o muy complicado, Satoransky tambi¨¦n, por no hablar de Parra, Willy o Fall. Todos ellos han tenido momentos, buenas actuaciones, pero no un rendimiento estable que les permitiera crecer a lo largo de la temporada.
En el plano social las cosas no han sido mucho mejores. El Palau ha vivido algunas ¡®invasiones¡¯ de aficiones rivales dif¨ªciles de justificar. Tanto en Euroliga como en ACB, durante algunos partidos se ha o¨ªdo m¨¢s a la afici¨®n rival que a la propia, porque la afici¨®n rival era numeros¨ªsima. Tanto, que hasta las pe?as m¨¢s fieles se han marchado del Palau, en se?al de protesta, en alguna ocasi¨®n. El socio, en definitiva, ha sentido cierta dejadez institucional por parte del club, que no solo ha vendido entradas de forma masiva a los rivales, sino que ha acompa?ado poco al equipo. Josep Cubells, responsable de la secci¨®n, se perdi¨® por ejemplo los cuartos de final de la Copa del Rey. Joan Laporta, presidente del club, viaj¨® ayer a M¨²nich para presenciar un partido de la Selecci¨®n antes que apoyar a los suyos en el Carpena. La ausencia de respuestas ha sido tambi¨¦n una queja recurrente de la afici¨®n, pues m¨¢s all¨¢ de alg¨²n v¨ªdeo enlatado distribuido por el club, ni Cubells ni Navarro, los principales responsables del equipo, han comparecido para responder preguntas. Una tarea que estoicamente ha soportado Pe?arroya, muchas veces ejerciendo de portavoz de la secci¨®n, un papel que obviamente no le tocaba.
?Y ahora qu¨¦?
La primera decisi¨®n evidente es sobre el cuerpo t¨¦cnico. Y ah¨ª, pese a que ha habido dudas a lo largo de la temporada, se ha acabado apostando por Pe?arroya. Con un a?o m¨¢s de contrato, desde los despachos de Ar¨ªstides Maillol se insiste en que el t¨¦cnico catal¨¢n continuar¨¢ la pr¨®xima temporada. La eliminaci¨®n a las puertas de la Final Four y la gesti¨®n de una plantilla de m¨ªnimos son los dos grandes argumentos a favor de la continuidad del t¨¦cnico. Los malos resultados y la necesidad de dar un golpe de tim¨®n, los argumentos en contra. En una decisi¨®n que parece ya estar tomada ¡ªPe?arroya seguir¨¢¡ª, nunca puede descartarse un cambio de gui¨®n. No en el Bar?a de Laporta.
Y luego el elefante en la habitaci¨®n, que no es otro que el contrato de Willy Hernang¨®mez. Un contrato que es una losa para la masa salarial del equipo y que no corresponde con el protagonismo y el rendimiento del internacional espa?ol. Con Punter renovado, la no continuidad de Willy abrir¨ªa muchas opciones de mercado. ?l, por el momento, no tiene intenci¨®n de marcharse pese a haber recibido ya, seg¨²n pudo saber AS, el inter¨¦s de al menos dos clubes de Euroliga.
Con una gesti¨®n complicad¨ªsima de los j¨²niors ¡ªSarr no ser¨¢ el ¨²ltimo en marcharse a Estados Unidos este verano¡ª, el Bar?a necesitar¨¢ reforzarse si quiere volver a ser un equipo competitivo que pelee por los t¨ªtulos. Algo que no ha hecho esta temporada.
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