Grizzlies: Marc Gasol dirige la defensa m¨¢s temida de la NBA
La franquicia de Tennessee ha recuperado la esencia que la convirti¨® en uno de los huesos m¨¢s duros de roer en el Oeste. Marc, a gran nivel.


Ah¨ª est¨¢n los Grizzlies: 9-5, quintos del Oeste, 6-1 en un FedExForum que vuelve a parecer la Grindhouse en la que ard¨ªan casi todos los equipos en aquella racha de siete a?os seguidos en playoffs que termin¨® la temporada pasada, una pesadilla de 22 victorias en la que Mike Conley se perdi¨® 70 partidos, David Fizdale fue despedido despu¨¦s de 19 y Marc Gasol, que jug¨® un papel capital en el cambio en el banquillo, reconoci¨® que su paciencia hab¨ªa sido puesta seriamente a prueba.
Pero los Grizzlies, cuando est¨¢bamos descart¨¢ndolos en el Oeste para el futuro, se han rearmado volviendo a su esencia cl¨¢sica: la defensa, el juego f¨ªsico, lento, con mucho peso en las zonas y con mucha esencia de vieja escuela. El grit and grind, todav¨ªa m¨¢s fuera de lugar que hace ya un lustro, cuando jugaron (2012-13) la final de Conferencia con Marc como Defensor del A?o. Los Grizzlies son la contrarrevoluci¨®n, el baloncesto de siempre en una era de triples, transiciones supers¨®nicas y quintetos sin posiciones estables.
Aquellos Grizzlies contra los que nadie quer¨ªa jugar ten¨ªan a Marc y Mike Conley, que hasta la pasada sumaban ocho temporadas seguidas con diferencial de puntos positivo en sus minutos juntos en cancha. Y, claro, a Zach Randolph, Tony Allen y Ty Prince. Eran el cuarto equipo que menos anotaba pero el que menos puntos recib¨ªa, el decimos¨¦ptimo rating ofensivo pero el segundo defensivo y el m¨¢s lento de de toda la NBA: 88,4 de pace (ritmo de posesiones). En este inicio de temporada el equipo de Tennessee est¨¢ buceando hacia esos n¨²meros: es el cuarto equipo que menos anota pero el segundo al que menos puntos le meten (101,8, a cuatro d¨¦cimas de los Pacers). Es el noveno peor rating ofensivo pero el quinto mejor defensivo y es, c¨®mo no, el equipo m¨¢s lento de la liga: 96,6 de pace, algo antidiluviano en el actual estilo de la competici¨®n.
Es decir: los Grizzlies est¨¢n compitiendo otra vez a muerte y ganando muchos partidos con su estilo de toda la vida. El que se intent¨® transformar con el fallido contrato de 94 millones por cuatro a?os al siempre lesionado Chandler Parsons (2016) y con la llegada al banquillo de Fizdale. Con el fin de jugadores como Randolph y Allen, en Memphis pensaron que hab¨ªa que cambiar de camino, no aferrarse con m¨¢s fuerza que nunca al que ya hab¨ªa penetrado en el ADN de la franquicia. Eso ha cambiado ahora: los Grizzlies son como una noche en el calabozo para equipos que viven en una constante fiesta ofensiva. Son la ausencia de diversi¨®n, la resaca pastosa, unos cuantos moratones y disgustos garantizados. Con ganas de pelea, ya han ganado a Bucks, Nuggets, Sixers o Jazz (dos veces).
Los Grizzlies son, en definitiva, un excelente equipo de baloncesto. Otra vez.
El verano, y lo escrib¨ª a las puertas de la temporada, fue un silencioso pero bien pensando regreso a la senda correcta. Aunque de primeras no se entendiera el desinter¨¦s por mantener a un Tyreke Evans que hab¨ªa revitalizado su carrera en Memphis (y que ahora da trompicones en Indiana) o por no rebuscar en el mercado para encontrar una opci¨®n para el banquillo con m¨¢s nombre que un JB Bickerstaff que finalmente est¨¢ convenciendo precisamente porque entendi¨® de maravilla qu¨¦ son y c¨®mo tienen que jugar unos osos que draftearon a Jaren Jackson Jr con el n¨²mero 4 (no se puede decir que va a tener la mejor carrera de esta gran generaci¨®n rookie... pero tampoco se puede asegurar que no vaya a ser as¨ª) e hicieron movimientos de poco riesgo y mucha ganancia: Garrett Temple y Kyle Anderson (robado a los Spurs en la agencia libre restringida) son, com Jackson, jugadores que parecen creados para jugar en los Grizzlies. Y Shelvin Mack se est¨¢ estabilizando como el v¨¢lido suplente de Mike Conley que durante tantos a?os han buscado los Grizzlies (tambi¨¦n en el ¨²ltimo draft con Jevon Carter).
Los Grizzlies vuelven a anotar mucho a partir del pick and roll, a forzar muchas p¨¦rdidas (el mejor porcentaje de errores del rival y el segundo mayor volumen de puntos gracias a ellos, por detr¨¢s de los Thunder), a tirar poco de tres (m¨¢s que nunca antes, poco para esta NBA: solo el 19% de su producci¨®n ofensiva llega as¨ª) y a asfixar a los rivales desde la defensa. Dan Devine da el dato definitivo en The Ringer: el quinteto Conley, Anderson, Temple, Jackson, Marc es el peor en ataque en toda la NBA de los que han jugado al menos 100 minutos (mucho peor que el total de los Hawks, el peor ataque de la NBA)... pero tiene un casi absurdo 88,7 de rating defensivo, una barbaridad que se explica mirando el 101,3 de los Celtics, la mejor cifra de la liga.
Conley, tras un a?o horrible por las lesiones, va subiendo prestaciones en el tiro tras un mal inicio (en eso) de temporada, as¨ª que ah¨ª los Grizzlies tienen margen de mejora. Las lesiones han atacado a Dillon Brooks, Casspi y Jamychal Green. As¨ª que por ah¨ª, y sin esperar ya nada de Parsons, tambi¨¦n. Jaren Jackson solo tiene 19 a?os y su progresi¨®n puede ser casi literalmente infinita... y Marc Gasol, a los 33 y antes de que lo puede ser una salida al mercado el pr¨®ximo verano, ha recuperado su mejor versi¨®n despu¨¦s de esa inestable temporada pasada. Promedia 16,1 puntos, 9 rebotes y casi 4 asistencias. Anota casi el 43% de sus triples y tiene sus mejores ratios en porcentajes de rebote defensivo y robos de bal¨®n. Con los cinco sentidos en la pista y c¨®modo por estilo y compa?eros, ha vuelto el Marc que es, por comunicaci¨®n, lectura y liderazgo, como un coordinaci¨®n defensivo en cancha. Con Conley acerc¨¢ndose a su mejor nivel, un Kyle Anderson desapercibido en ataque pero trascendental en defensa, Temple en su salsa, Jackson creciendo y una rotaci¨®n que ya tiene a Mack, Brooks y Selden y espera refuerzos, los Grizzlies pelear¨¢n por los playoffs con muchas papeletas para volver a ellos si sus dos jugadores franquicia, Conley y Marc, siguen sanos. Justo cuando muchos hab¨ªan dejado de contar con ellos...