Habría que cambiar a toda la directiva, a los ojeadores y a los jardineros antes que a Zidane.
"Jugar sin público es hacerlo dentro de un cementerio", dijo Maradona , durante la pandemia.
El francés siembra flores, hace de médico de Casemiro y de psicólogo de Vinicius.
Alfredo dio la noticia: "Chicos prepárense, dejen el 10 libre que ya está aquí".
El barrilete es como se conoce en Argentina a la cometa, el juguete que vuela en zig zag con el viento.
Esa imagen de Messi mirando impasible, casi deseando que Vinicius la clavara por la escuadra para mirar al palco, me pareció demasiado castigo para los culés.
Ver a los jóvenes talentos recorrer a toda velocidad el mismo césped donde yo solo soy capaz de deambular sí me pareció fascinante. Me encanta jugar. Esa es mi pasión.
Por encima de cambios de escudos y estadios está la afición del Atlético de Madrid, identificable como pocas en el fútbol mundial.
En esta temporada toca sufrimiento en el Real Madrid salvo sorprendente rebote hacia arriba de Hazard, Vinicius o Asensio.
No puedo evitar simpatía por el PSG, ese equipo artificial. Y más si el rival es el monstruoso Bayern.
La trascendencia inmensa de Guardiola como entrenador ha borrado para muchos el recuerdo de su figura de jugador.
No me convencen las explicaciones de France Football para anular la concesión del Balón de Oro 2020.
Si el Real Madrid consigue esta Liga, Zidane igualará a Vicente del Bosque en con dos títulos.
Tras dos a?os irregulares y a dos meses de rebasar los 35 confiaba poco en el croata. Pero el jueves demostró que su motor sigue latiendo.
No hicieron falta dos décadas para ver que aquel escandaloso informe fue en realidad un diagnóstico muy acertado de la plantilla.
Un ejemplo pasado fue aquel Real Madrid-Nápoles con el Bernabéu vacío en el que Chendo se creció tanto que le tiró un ca?o a Maradona.
Muchas de esas historias del exdelantero del Liverpool las hemos vuelto a paladear estos días.
El fútbol puede ser una metáfora más potente que la guerra para explicar las adversidades.
Tiene sentido que el último partido antes del aislamiento fuese el de Liverpool. Si tuviera que guionizar el apocalipsis futbolístico sería algo parecido
Bernardo Silva, luego Sterling y de vez en cuando Mendy le torturaron en ataque y defensa.
Asocio a Guti a la frustrante discusión de la grada entre los que le amaban y los que le odiaban.
Aquí vivimos el sábado una especie de día de la bestia con un repunte preocupante y llamativo en Mestalla y Cornellà.
Parece que para competir contra el petróleo hay que asumir la venta de parte del show, pero se empieza vendiendo la Supercopa y...
No cuesta tanto llamarse Iker, apellidarse Casillas y escribir un mísero: "Hala Madrid".
Mi hija solo se despertó para el gol de Benzema. Igual me sale del Atleti, pero al menos lo intenté.
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