El partido del turco queda como una carta ¡®a quien corresponda¡¯, es decir, al que venga.
Fue titular e hizo un partido deslumbrante, el mejor de todos los suyos hasta la fecha, y los ha tenido buenos.
Siempre he pensado que llegar a las semifinales de la Champions ya es un valor en s¨ª.
La diferencia ha estado en el ¨¢nimo. Vinicius tiene una fuerza interior de la que Rodrygo carece.
Es m¨¢s f¨¢cil imaginar a Solari como puente durante el Mundial que a Xabi Alonso haci¨¦ndose cargo de los restos de un naufragio.
Y en el Villamar¨ªn vimos el desastre final de un Valladolid que ha hecho una temporada desastrosa.
Puro carrito del pescado es Ansu Fati, que se ha quejado de ello y ayer dispuso de una hora de juego.
Vendr¨ªa a ser el reconocimiento p¨²blico de que la plantilla est¨¢ mal confeccionada.
No resulta entre otras cosas porque los delanteros no presionan, son c¨®modos y consentidos.
La preocupaci¨®n de Arteta habr¨¢ sido convencer a los suyos de que en el Bernab¨¦u no hay fantasmas.
El partido de ayer se le complic¨® porque el Valladolid le sali¨® respond¨®n.
F¨²tbol amplio, abierto a los extremos, r¨¢pido, mezclando pausa y rapidez y orientado al gol.
Frente a eso, el Arsenal fue una fuerza continua, con Saka haci¨¦ndoselo pasar mal a Alaba.
Hoy har¨ªan falta dos ¡®valverdes¡¯, uno en la media y otro de lateral. O tres, a ser posible.
Tres puntos, m¨¢s los tres perdidos por el Madrid, m¨¢s los dos perdidos por el Bar?a. En total, ocho.
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