En EEUU repasan los alimentos que son s¨ªmbolo de estatus y dicen esto del aceite de oliva espa?ol
Una generaci¨®n que lleva cinco a?os con acontecimientos hist¨®ricos por encima de sus posibilidades ha decidido rebelarse cuid¨¢ndose con productos exclusivos de todo el mundo.
¡°La cultura de los influencers ha arrasado en todo el mundo, as¨ª que ya no se trata solo de ellos. Todos quieren cuidar su vida. Es natural que la despensa tambi¨¦n sea v¨ªctima de esto. La despensa es muy personal. Se trata de c¨®mo cocinas y es una declaraci¨®n de mucho m¨¢s que solo tu comida. Se trata de c¨®mo comes, tu gusto y lo que valoras¡±, cuenta Alix Traeger a Food & Wine, creadora de comida y estilo de vida con m¨¢s de dos millones de seguidores en redes sociales.
Seg¨²n Eve Turow-Paul, para quienes pueden permit¨ªrselo, la comida ha significado desde hace mucho tiempo m¨¢s que un simple sustento b¨¢sico. Los millennials se convirtieron en la primera generaci¨®n en gastar sus ingresos en comida, incluso a riesgo de no poder pagar el alquiler. A¨²n se recuerda la comparativa en desayunar tostadas con aguacate y la crisis inmobiliaria.
Qu¨¦ posici¨®n ocupa el aceite de oliva espa?ol
En Estados Unidos se llega a pagar m¨¢s de 20 euros por una botella de medio litro. Es m¨¢s que una moda, es una declaraci¨®n de intenciones: me cuido, lo s¨¦, y lo pago. Si el dicho ¡°eres lo que comes¡±, cocinar, aderezar ensaladas, guisos, con el mejor aceite de oliva es una muestra no s¨®lo de poder econ¨®mico, sino de cuidado por el bienestar.
¡°Para las generaciones anteriores, ocurr¨ªan cosas terribles, pero no hab¨ªa noticias las 24 horas, Instagram, X ni todas esas plataformas¡±, dice. ¡°El caos de la experiencia humana es m¨¢s visible para la gente, y eso es realmente dif¨ªcil de afrontar. Con un mundo que se siente cada vez m¨¢s ca¨®tico, impredecible y fuera de control, ?qu¨¦ haces? Recuperas la sensaci¨®n de control al comprender tu alimentaci¨®n¡±.
Y es que dedicar tiempo a cocinar, a comprar alimentos, a buscar la mejor receta, a sentarte tranquilamente a comer, es casi un acto rebelde. El slow life, el olvidar las redes sociales, comer sin televisi¨®n, sin ver una serie, disfrutar simplemente del chup chup del fuego, de preparar una mesa bonita, es la revoluci¨®n frente al ¡®lo quiero ya¡¯ y las decenas de acontecimientos hist¨®ricos que est¨¢n pasando delante de nuestros ojos cada d¨ªa en cualquier parte del mundo.
Una generaci¨®n que lleva cinco a?os con acontecimientos hist¨®ricos por encima de sus posibilidades, con precios cada vez m¨¢s caros a la hora de salir, ha decidido rebelarse cuid¨¢ndose en casa. Eligiendo mejor la comida, los ingredientes, el vino, y en ese espacio gastron¨®mico entra el aceite de oliva espa?ol, no s¨®lo por grandes chef, si no por el deseo de cuidarse, de comer mejor, de adaptar culturas de otros lugares y hacerlas propias.
Son un s¨ªmbolo, los chef ya no son s¨®lo cocineros, son artistas culinarios; los documentales y reportajes de viajes son totalmente aspiracionales, queremos ir, probar, ver, lo que vemos a trav¨¦s de las pantallas. Esas experiencias las hacemos propias.
La generaci¨®n millennial gasta un promedio de 112 euros a la semana en comestibles, casi un 3% m¨¢s que el consumidor medio, seg¨²n la Oficina de Estad¨ªsticas Laborales de Estados Unidos. Una generaci¨®n que no quiere perderse nada que est¨¦ de moda y que m¨¢s tarde se ¡®engancha¡¯ a las tendencias por status, por estilo, por muestra de cultura, por mostrarse como ciudadanos del mundo y por disfrutar en casa lo que fuera costar¨ªa casi una fortuna.
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